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Las bragas menstruales más absorbentes, sostenibles y bonitas

La línea DIM Protect de DIM garantiza la máxima comodidad y absorción, con una protección que se prolonga hasta 12 horas sin fugas ni olor

Alicia Rivera

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Una mujer tiene aproximadamente alrededor de 480 reglas a lo largo de 40 años. Esto no solo implica hacer frente a la menstruación en sí misma, con todo lo que ello conlleva, sino que además en ese tiempo gasta unos 8.100 euros en productos de higiene femenina como compresas y tampones. 

Ante esta desorbitada cifra, no es de extrañar que no dejen de sumar popularidad métodos alternativos como la copa y la ropa interior menstrual. No sólo porque suponen un ahorro económico considerable, sino porque además son mucho más ecológicos y saludables. Y también nos brindan mayor comodidad y practicidad, especialmente en el caso de las braguitas menstruales, ya que ponerlas y quitarlas es de suma facilidad. 

Hay quienes creen que las bragas menstruales están reñidas con la estética, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que reportan muchas ventajas sin renunciar a bonitos diseños. Claro que en el mercado hay una variedad tan amplia que la elección puede ser abrumadora. Por eso, hemos fichado las más eficaces, cómodas y bonitas.

Las braguitas menstruales de DIM: cómodas y eficaces

En la búsqueda de las braguitas menstruales perfectas, no hay duda de que el criterio principal es que cumplan con la función de mantener nuestro flujo bajo control, sin fugas. Por supuesto, necesitamos que esta efectividad no se vea reñida con la comodidad. 

Pero también buscamos que tengan un diseño que nos guste, con el que nos veamos favorecidas y nos sintamos bien. Porque la confianza de lucir lencería bonita no es comparable a nada, incluso aunque nadie nos la vaya a ver. Con todo, es momento de desterrar la asociación de que las “bragas de regla” tienen que ser feas o incómodas.

Y aquí es donde entran en juego las braguitas menstruales DIM Protect, de la marca de ropa interior DIM. Se trata de unas braguitas de protección ultra absorbente, disponibles para dos niveles de flujo, que pueden usarse hasta 12 horas. Presentan un diseño antifugas y antiolor, para que estés tranquila sin preocuparte por manchar tu ropa.

Funcionalidad y estética

Las braguitas menstruales DIM Protect presentan una estética sencilla y funcional, pero no por ello menos estilosa. Hay tres diseños para elegir y poder combinarlas, empezando por el más básico: patrón bikini, de color negro con logo en la cinturilla y costuras planas para asegurar la invisibilidad. Este mismo modelo también está disponible en azul con lunares. 

La incorporación más reciente a la línea de DIM Protect es el diseño de encaje, con el mismo patrón bikini en color negro, con un detalle de plumeti en los laterales y lacito en la cinturilla. Perfectas para ocasiones más especiales o incluso para tu día a día. 

Todos sus diseños están disponibles en dos niveles de absorción de flujo: el medio y el abundante. El modelo de flujo medio presenta una absorción de hasta 15 mililitros, lo que equivale aproximadamente a dos tampones. Por su parte, el de flujo abundante absorbe hasta 20 mililitros, lo que serían tres tampones. Esta última cuenta con un refuerzo en la parte posterior, para asegurar absorbencia máxima y protección contra las fugas.

Estas braguitas pueden usarse en cualquier momento del ciclo, de noche y de día. También para hacer ejercicio, pues sus costuras cruzadas son planas y permiten que parezcan discretas bajo la ropa deportiva. Puedes recurrir a ellas como método exclusivo, o como complemento a otros sistemas de protección higiénica como tampones, compresas y copas menstruales.

¿Cómo funcionan las braguitas menstruales?

Las braguitas menstruales DIM Protect son lavables y, por ende, reutilizables. Su tejido consta de una tecnología patentada compuesta por cuatro capas superpuestas. Su material principal es un 93 % de algodón de origen natural, cultivado sin productos químicos como fertilizantes, pesticidas ni insecticidas. El forro es también 100 % algodón, procurando así la mayor suavidad.

Así pues, gracias a sus cuatro capas, garantizan entre ocho y doce horas de protección. En primer lugar, cuentan con una capa drenante de algodón orgánico, la que está en contacto con la piel y drena el flujo hasta la siguiente capa. Le sigue una capa absorbente, de un tejido de rizo superabsorbente, que mantiene la mayor parte del líquido. 

Después encontramos la capa que evita fugas, compuesta por un tejido de poliuretano impermeable y poliéster laminado, que consigue evitar la sensación de humedad, de modo que estás seca y cómoda durante todo su uso. Finalmente, una capa más que neutraliza el olor y las bacterias, gracias a la combinación con la fibra de elastano, que permite la transpirabilidad. 

Se pueden lavar tantas veces como quieras sin alterar su capacidad de absorción. Tras usarlas, enjuágalas ligeramente con agua fría hasta que el agua se aclare. Después, puedes introducirlas en la lavadora con el resto de tu ropa, a una temperatura máxima de 30 grados. Puedes usar una pequeña cantidad de suavizante, pero no demasiado, a fin de no reducir las propiedades de drenaje del material. Finalmente, déjalas secar al aire y no las planches.

Por qué nos encantan las braguitas menstruales

La ropa interior DIM Protect es más saludable que otros métodos de protección, pues no contienen nanopartículas de plata que sí están presentes en compresas y tampones. Su tejido de algodón es suave y no transfiere sustancias tóxicas al organismo. La comodidad es otro de sus puntos a favor, ya que al contrario que otros métodos de protección, son tan cómodas que olvidas que las estás usando. 

Mención especial para la sostenibilidad, pues tienen la misma vida útil que la ropa interior convencional (de tres a cinco años). De este modo, contribuyen a la reducción de los residuos, al ser una alternativa a compresas y tampones de un solo uso. Y, precisamente por esto último, suponen un notable ahorro. Si utilizas braguitas menstruales, usando cuatro unidades cada cinco años, tu gasto sería de unos 800 euros, lo que supone un ahorro del 70 % en comparación con el uso de métodos convencionales. ¿Te animas a descubrir por ti misma todas sus virtudes?