Odile R. de la Fuente: «Para ser activista por el planeta, primero tenemos que salvarnos nosotros»

Odile Rodríguez de la Fuente invita a parar y reflexionar. “La crisis ambiental no es más que un síntoma de la crisis existencial humana”, explica la bióloga. “Una parte importante del cambio climático son los gases efecto invernadero, pero otra igual de importante es la naturaleza sana y regenerada”, añade la activista medioambiental.

De la Fuente estará firmando Félix. Un hombre de la tierra este próximo Mercedes-Benz WeLife Festival. Se trata de un libro dedicado a los años de entrega a la naturaleza del gran Félix Rodríguez de la Fuente, quien como mentor y padre, le marca un camino. Pero hasta que llegue la fecha, hemos podido hablar con la autora en primera persona sobre medioambiente, naturaleza y activismo.

¿Por dónde empezar a ser activista?

Clarísimamente, por uno mismo. En mi opinión, todo tiene que ver con los seres humanos y con cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con otras personas y con el entorno. Necesitamos hacer un viaje interior para darnos cuenta de que la crisis ambiental no es más que un síntoma de una enfermedad de crisis existencial humana.

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En este sentido, la pandemia vino muy bien para plantearnos dónde estamos en nuestras vidas: cómo eras de pequeño, cómo imaginabas esta oportunidad única de estar vivo en este planeta, cómo estás viviendo actualmente, ¿vas por la senda o te has desviado mucho?… Necesitamos esta reflexión profunda para que no lleguemos al momento de irnos pensando “que no hemos vivido”. Y para ello es muy importante el tipo de vida que llevamos, el tipo de relaciones que tenemos con  nuestra pareja, familia, hijos, con la naturaleza, con nosotros mismos, con nuestra mochila heredada… Desde este lugar podemos reestablecer una relación sana con la naturaleza y realmente atender cuáles son los problemas, que no son otros que un reflejo de nosotros mismos.

Gases efecto invernadero, cambio climático, ¿cómo paliamos esto?

Estamos tomando medidas equivocadas. El despliegue de las renovables en muchos sentidos es un error, porque se está metiendo dentro de la bolsa especulativa de tantas otras burbujas que ha habido, como fue la inmobiliaria…Y se está haciendo en zonas que deberíamos recuperar desde el punto de vista medioambiental. Una parte importante del cambio climático son los gases efecto invernadero, pero otra igual de importante es la naturaleza sana regenerada.

¿Por qué no es suficiente conservar y hay que regenerar?

La visión conservacionista es muy mecanicista. La naturaleza es fluida y con procesos que cambian constantemente: si solo la conservamos, no impactamos en positivo ni creamos nueva biodiversidad. Aún nos pensamos que la naturaleza es un bien para que nosotros la explotemos y extraigamos recursos para alimentar esta economía insaciable, cuyo producto interior bruto tiene que seguir creciendo todos los años al infinito. Todo tiene que ver en cómo nos estamos adentrando como sistema socioeconómico. Hace falta un parón de reflexión individual y colectivo.

¿Es la naturaleza al servicio del hombre, o el hombre al servicio de la naturaleza?

Este también es un error de perspectiva. Nada es uno u otro, todo está relacionado, todo es cíclico. La naturaleza está al servicio de la humanidad, igual que al servicio de todas las especies que pueblan el planeta y, a la vez, todas las especies están al servicio del conjunto y del todo, que es mucho más que la suma de las partes. Y ésta es la magia de la comunión de todo lo que existe y de formar parte de ella.

Parece que la sostenibilidad sirve para echarnos cosas en cara.

Este es un síntoma de hacer mal el viaje, ir al cara o cruz, al positivo o negativo. Hay dos extremos en los que el hombre está exento de la naturaleza, que son: cuando colocamos a la naturaleza como un objeto exento de alma, al que nosotros, sumos hacedores, explotamos, (lo que ha sido la actitud hasta ahora). Y cuando colocamos al ser humano como lo peor que le ha pasado a la naturaleza y tenemos que protegerla de él, (lo que está pasando ahora).

Ambas son más de lo mismo. Este es un viaje en el que formamos parte de la naturaleza y la naturaleza es parte de nosotros. Es indisociable y nuestra función es muy importante para este sistema vivo planetario, que ha parido a la conciencia después de cuatro mil millones de años de evolución de la vida sobre la tierra. Ser conciencia es superlativo y quizá solo seamos demasiado jóvenes en esta conciencia -evolutivamente, 300.000 años se cree que lleva nuestra especie-. Podemos vivir una adolescencia colectiva en la que nos creemos los reyes del mambo, hacer y deshacer gracias a los combustibles fósiles (la droga de nuestra época) que nos han permitido un desarrollo increíble. El covid fue un choque de humidad que puso en jaque a este castillo de naipes.

¿El cambio climático es otro choque de humildad?

En este sentido, sí es una oportunidad para reinventarnos. También la crisis energética pone en jaque toda civilización que hemos creado sin construirnos a nosotros humanamente.

Pareces muy segura y con mucha fuerza en el mensaje. ¿Has sentido a tu padre como guía en este camino?

Siempre, desde pequeña me ha facilitado esta habilidad para conectarme con el todo y esto es lo que te da claridad y fuerza. Él para mí es un facilitador para cuando me pierdo y no encuentro la respuesta. El mundo va muy rápido y hay mucho ruido: cuando pierdo la claridad, me vuelve a encajar para volver a estar conectada.

¿Cómo es el día a día de Odile?

Tengo la suerte de vivir en un pueblo de Guadalajara, en el campo, donde llevo una vida de madre de dos hijos: colegio, deberes, extraescolares…, que compagino con mi trabajo de conferencias, por lo que viajo y leo mucho también para documentarme. Me apasionan ambas cosas y me siento afortunada de poder tenerlas. Ahora trabajo en un libro sobre la edad de la tierra contada a través de un reloj de 24 horas. La gente alucinará cuando se entere de que hemos llegado en los últimos 4 segundos. Un libro que invita a reflexionar sobre los eones (cada una de las divisiones de la historia de la Tierra).

Accionistas del Cambio es tu último libro, ¿Cómo surge la idea?

Mónica Casetti y Paz Gaspar, fundadoras de la editorial Boldletters, decidieron contar conmigo para formar parte de unas entrevistas a personas referentes en sostenibilidad en España. Cada capítulo está dedicado a uno de nosotros para mostrar las diferentes miradas desde las que se puede actuar por el cambio.

Como referente medioambiental, Odile lo tiene claro: “más que salvar a la naturaleza, tenemos que dejar que la naturaleza entre en nuestras vidas y nos salve de nosotros mismos”. Un camino de vuelta a casa para irnos de este planeta, como dijo Pablo Neruda, habiendo vivido.

*Mercedes-Benz WeLife Festival se celebrará los próximos días 28 y 29 de octubre en Green Patio, un espacio sostenible ubicado en la calle de Salamanca, 23 (Madrid). Además de contar con la participación de numerosos expertos en alimentación, bienestar, salud mental, mindfulness y medio ambiente, los asistentes a este encuentro también podrán practicar clases de yoga, meditación, baile, baños de sonido… El evento tiene como global partner a Mercedes-Benz, y está patrocinado por L’Occitane, Garnier, Etnia Cosmetics, Weleda, Ulé, Petit Bambou, Palasiet Thalasso Clinic & Hotel y Clarel. Además, colaboran Naturitas, Be Coconuts, Be Levels, Malvon y Go Mate. Las entradas están disponibles en welifefestival.es.