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Contaminación
Los últimos estudios demuestran que la contaminación dentro de nuestros hogares es mucho mayor de lo que pensábamos y podría suponer una amenaza para nuestra salud.
Por Diana Torres
1 de junio de 2021 / 13:42
Hemos escuchado por activa y por pasiva que la huella de carbono está ocasionada, principalmente, por las emisiones de los vehículos diésel u otras. Y lo cierto es que cientos de estudios así lo confirman. Pero no son los únicos causantes de la contaminación de las ciudades. La publicación del último estudio de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (US EPA), señala directamente a otro factor culpable.
Otros de los grandes responsables de la contaminación del aire en las ciudades son, nada más y nada menos, que los productos cotidianos. Estos pueden estar liberando muchos más compuestos orgánicos volátiles (COV) y tóxicos de lo que podíamos haber imaginado. Y es que, aunque no lo pudiéramos creer hasta ahora, algo tan simple como limpiar nuestra casa puede estar afectando gravemente a nuestra salud.
Según este último análisis de la US EPA, la cantidad de estos compuestos a la que se exponen las personas diariamente podría ser hasta diez veces superior a la estimada. Estos compuestos altamente nocivos se encuentran en adhesivos, productos de limpieza, de aseo personal o pinturas, entre otros productos químicos volátiles.
La organización también ha explicado en su investigación que estos contaminantes pueden ser los causantes de dolores de cabeza, náuseas o irritación de ojos en las personas. Además, también podrían provocarnos efectos negativos en algunos órganos vitales como los riñones, el hígado y otros.
Pero, ¿cuáles son concretamente estos compuestos orgánicos volátiles a los que deberíamos temer? Podemos encontrarlos en sustancias que fácilmente se convierten en vapores o gases fáciles de aspirar, como el benceno, el tolueno, le nitrobenceno, el formaldehído, el xileno o la acetona.
Estos químicos pueden ser perjudiciales para nuestra salud si estamos en contacto directo con ellos en el interior de nuestras casas o también en otras situaciones. Y es que al entrar en la atmósfera, los COV hacen una reacción que desemboca en la creación de contaminantes como el ozono y las partículas finas.
Tomando como ejemplo California, los investigadores de la US EPA descubrieron que la presencia de contaminantes como el ozono en la atmósfera estaba causada en parte por los productos empleados en el interior de los hogares: “aunque el estudio esté hecho en California, es evidente que algunas de sus conclusiones pueden aplicarse a otras zonas, por ejemplo Europa, en las que existe un uso similar de productos químicos en hogares”, explica Carlos Prada, periodista, escritor y responsable de Hogar Sin Tóxicos, que además muestra una gran preocupación por los altos niveles de exposición directa a los que los humanos nos sometemos cuando estamos en casa.
Por su parte, la revista Science también publicó otra investigación tomando como referencia a California donde se mostraba un alto porcentaje de contaminación por COV en espacios urbanos, llegando casi al 50%. Por si fuera poco, las concentraciones de polución de este tipo en el interior de los hogares podrían llegar a ser hasta 7 veces mayores que fuera de ellos, señalando directamente a perfumes, desodorantes, champús o lacas, por ejemplo.
La US EPA y su equipo de científicos han descubierto que, en el caso de Los Ángeles, el uso de ciertos productos químicos en el interior de los hogares provocaba el 41% del aerosol orgánico secundario del ambiente total y el 17% de las concentraciones máximas de ozono en verano. Unos datos que corroboran que podríamos tener al “enemigo” directo de nuestra salud en casa.
Desde Hogar Sin Tóxicos se han puesto manos a la obra y han decidido dar comienzo a una iniciativa en la que pretenden que todos sepamos cuáles son las sustancias peligrosas que tenemos cerca en nuestra vida cotidiana y cómo alternarlas con otras que protejan nuestra salud.
De hecho, Carlos Prada pone el foco en la gran tendencia de los europeos en estar en espacios cerrados y los problemas que puede acarrear: “pasamos, de media, el 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados, lugares en los que estos contaminantes del aire pueden estar en concentraciones muy superiores a las que tienen en espacios abiertos, hace que debamos hacer lo posible por aminorar su presencia, usando productos más ecológicos y ventilando las habitaciones”, explicaba.
La campaña Hogar Sin Tóxicos también intenta que sean las Administraciones quienes tomen conciencia y mejoren la normativa, adoptando también medidas que conciernen a las empresas y que velen principalmente por la salud de las personas.
No obstante, para Hogar Sin Tóxicos la principal tarea a desarrollar es la conciencia social. Si nosotros mismos no sabemos qué hacer para evitar que la contaminación siga aumentando, no conseguiremos que los cargos más altos se conciencien sobre este problema y nos protejan de unos riesgos inminentes, pero fácilmente prevenibles.
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