Neuropéptidos, la alternativa al retinol que ayuda a tu piel a recordar cómo era a los 30

Seguro que en tu rutina de cuidado facial ya tienes fichados ingredientes como el ácido hialurónico para hidratar, la vitamina C para iluminar o incluso el retinol para estimular la renovación celular. Pero hay un activo que está empezando a sonar con fuerza en la cosmética avanzada, y que puede cambiar la forma en la que tu piel envejece.

Son los neuropéptidos. No rellenan, no exfolian y no irritan. Lo que hacen es algo mucho más inteligente. «No buscan tapar los signos de la edad, sino comunicarse con la piel para que recuerde cómo funcionar como cuando era más joven», explica Raquel González, cosmetóloga y CEO de Pure Skincare Cosmecéutica.

TE PUEDE INTERESAR

Cosméticos con arte: fórmulas que beben de la arquitectura, la pintura y la escultura

El fotoprotector no evita la síntesis de vitamina D: así puede mejorarla

Qué son exactamente los neuropéptidos

Los neuropéptidos son pequeñas moléculas que ya están presentes de forma natural en nuestra piel. Su función es facilitar la comunicación entre las células. Con el paso del tiempo, ese lenguaje se vuelve menos eficiente: las células se olvidan de cómo regenerarse o de cómo producir colágeno. Es aquí donde los neuropéptidos entran en acción. «Como las células se vuelven un poco más torpes con los años, los neuropéptidos son mensajeros que les dicen al oído: ‘acuérdate de quién eras y cómo lo hacías antes’, y lo hacen al unirse a los receptores de las membranas celulares», añade Raquel.

La idea es simple: en lugar de obligar a la piel a hacer algo desde fuera, los neuropéptidos activan su memoria biológica. Le dan pistas, le recuerdan qué hacer, y lo hacen sin agredir.

En qué se diferencian de los péptidos clásicos

Probablemente has visto péptidos en las etiquetas de muchos productos. Están entre los ingredientes antiedad más utilizados, pero los neuropéptidos van más allá. «Tienen una estructura más compleja que les permite actuar a mayor profundidad, activando rutas biológicas más completas. Por eso son tan eficaces cuando hablamos de firmeza, elasticidad o recuperación del volumen que se ha perdido», explica Mireia Fernández, directora de dermocosmética en Perricone MD.

Y no solo eso: los neuropéptidos también pueden modular pequeñas contracciones musculares, por lo que tienen un efecto visible en arrugas de expresión, algo que muchos otros activos no consiguen con tanta precisión. «Los péptidos tradicionales estimulan la producción de colágeno y refuerzan la estructura de la piel. Los neuropéptidos, en cambio, imitan señales neuronales para reducir la contracción muscular y suavizar líneas como el surco nasogeniano o las líneas de marioneta», añade Fernández.

¿Rejuvenecen de verdad?

Sí, pero no como lo haría un tratamiento flash. Su valor está en que trabajan a medio y largo plazo, reeducando a la piel. «No solo tienen efecto sobre la piel a corto plazo, sino que la reprograman. Es decir, con el uso continuado, la piel se comporta como si realmente fuera más joven», afirma Raquel González.

Y lo mejor es que lo hacen sin dañar ni sensibilizar. «No exfolian, no resecan, no irritan. Actúan de forma muy precisa. Simplemente se comunican con la piel para que funcione mejor», explica. El resultado es una piel con mejor textura, más firme, con menos arrugas marcadas y con un tono más uniforme. No de un día para otro, pero sí de forma consistente.

Y aunque los neuropéptidos suenan a innovación reciente, hay marcas que llevan tiempo apostando por ellos. Una de las más reconocidas es Perricone MD, que introdujo este ingrediente siguiendo las teorías del Dr. Nicholas Perricone, uno de los primeros en vincular el envejecimiento con la inflamación celular.