El secreto antiedad de la mujer más longeva del mundo para vivir 117 años

Vivir más está bien. Pero vivir mejor, con la piel luminosa, la mente clara y la energía intacta, es otra historia. María Branyas lo logró hasta los 117 años, y no gracias a genes inalcanzables ni tratamientos futuristas, sino a algo tan cotidiano como su microbiota. Su historia pone sobre la mesa una gran pregunta: ¿cuál es el verdadero secreto para vivir muchos años y vivirlos bien? El suyo era invisible, pero estaba en todas partes: en sus yogures, en su calma, en su intestino. Ahora la ciencia lo confirma: cuidar lo que no se ve puede cambiarlo todo. También la manera en la que envejecemos.

Con 117 años, esta catalana fue la mujer más longeva del mundo. Pero lo más asombroso no era su edad, sino su vitalidad: mente clara, movilidad funcional y una piel que ya querrían muchas septuagenarias. Tras su fallecimiento, un estudio liderado por el doctor Manel Esteller, jefe del Grupo de Epigenética del Instituto Josep Carreras, ha revelado un dato que podría cambiar nuestra manera de entender la longevidad: María tenía la microbiota intestinal de un niño.

¿La clave? Según la ciencia, una alimentación antiinflamatoria, un estilo de vida tranquilo y una flora intestinal joven. Un enfoque que, para muchos expertos, encierra parte del secreto de vivir muchos años con calidad.

Comer bien, mejor que el bótox

Para muchas expertas en belleza y salud, este hallazgo no hace más que confirmar lo que llevan años defendiendo. «A veces, una alimentación correcta puede llegar mucho más lejos que el bótox», sentencia Raquel González, cosmetóloga y fundadora de la firma Byoode.

Esa alimentación a la que se refiere tiene mucho que ver con lo que ya conocemos como dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescados azules y, en el caso de María, muchos lácteos fermentados. «Tomaba muchos yogures, lo cual favorece el crecimiento de bacterias antiinflamatorias. Y ya se sabe que evitar la inflamación puede ayudar a prevenir un número importante de enfermedades», afirma el doctor Esteller.

Una dieta antiinflamatoria que alarga la vida

No es cuestión baladí. El doctor Nicholas Perricone, reconocido por sus estudios sobre longevidad, asegura que «una dieta antiinflamatoria puede aumentar la esperanza de vida hasta en una década». Y esto no solo se traduce en más años, sino también en una mayor calidad de vida.

Para Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, «lo que más envejece el organismo son los elementos proinflamatorios como el alcohol, el tabaco y los ultraprocesados». ¿La alternativa? «Verduras de hoja verde, frutas ricas en fibra, pescados azules o los lácteos fermentados», apunta Marta Agustí, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme.

Y es que, si existe un verdadero secreto para vivir muchos años —y vivirlos bien—, probablemente esté más cerca del mercado que de la farmacia.

Probióticos: tus aliados más potentes

Uno de los grandes protagonistas de la microbiota joven de la mujer más longeva, sin duda, los probióticos. «Un microbioma equilibrado se traduce en un organismo más saludable y una piel más luminosa y elástica», explica Raquel González. Por eso, cada vez más especialistas recomiendan no solo cuidar la alimentación, sino también incorporar probióticos mediante suplementación.

«Los yogures ayudan, pero los suplementos nos aseguran cepas específicas y eficaces para mantener una microbiota estable», aclara Marta Agustí. Y no solo desde dentro: «Los probióticos tópicos pueden ayudarnos a reducir la inflamación cutánea y prevenir patologías como el acné o la rosácea», añade Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.

La longevidad empieza en el intestino

El caso de María Branyas, la mujer más longeva, no es un milagro, sino una demostración tangible de cómo el equilibrio intestinal puede reflejarse en todos los niveles del cuerpo. La microbiota joven, como la que ella conservó hasta sus últimos días, se puede trabajar con hábitos al alcance de todos: una dieta rica en alimentos fermentados, suplementación adecuada y un estilo de vida consciente.

Porque quizá el secreto para vivir muchos años no sea una fórmula mágica, sino una combinación de ciencia, calma y cuidado intestinal. Y ahora, la ciencia lo respalda.