Asterisco ticker noticias

NO TE PIERDAS Keanu Reeves, el actor amable que encarna al 100% el estilo WeLife

X
Keanu Reeves y la humildad

Keanu Reeves ha hecho de la humildad su sello personal. Que no es poco en un Hollywood donde la mala educación crece de forma proporcional a la fama. FOTO: John Nacion/Variety viaGetty Images.

Estilo de vida WeLife, versión buena gente

Keanu Reeves, ese tipo amable que demuestra que se puede ser rico y famoso sin perder la cabeza

Considerado como la antiestrella simplemente, por ir por la vida con humildad. Un superpoder raro entre los famosos, pero al alcance de todos. Con más como él, el mundo sería más agradable

Por Marita Alonso

30 DE OCTUBRE DE 2025 / 14:00

Keanu Reeves tiene un superpoder. No es conducir autobuses a toda velocidad como en Speed, ni atrapar demonios como en Constantine, ni actuar de justiciero como John Wick. El superpoder de Keanu Reeves es la humildad. Eso y caer bien a todo el mundo. «La vida no se trata de ser rico, popular, tener una educación superior o ser perfecto. Se trata de ser auténtico, humilde y amable», ha llegado a decir el actor.

Lo de Keanu es una brisa de aire fresco en un Hollywood hasta arriba de celebridades que presumen de un ostentoso estilo de vida y que disfrutan tratando de forma casi obscena a quien se cruza en su camino. Que una superestrella actúe en la vida real como una persona normal es una muestra de que se puede llegar muy arriba sin postureos y sin perder el norte. Una forma de ser que desde WeLife aplaudimos a manos llenas porque encaja a la perfección con nuestra forma amable de ver la vida. 

TE PUEDE INTERESAR

No, ser superestrella no implica ser un grosero

Hay estrellas del celuloide famosas por ser groseras, por tratar mal a todo el mundo o por ir por la vida con delirios de grandeza. El motivo: que son famosos, como si con el Oscar te dieran un poder plenipotenciario para la mala educación. Para el actor, el éxito no es una llave maestra para pisotear a los demás, sino una oportunidad para «alejarse de los vicios, amar a la familia, ser buena persona y mantenerse fiel a uno mismo», dijo. El doctor Daryl R. Van Tongeren, profesor asociado de Psicología en Hope College y autor del libro Humble (Humilde), recalca que «la humildad ofrece una sensación de profunda seguridad psicológica porque nos libera de las trampas de un mundo narcisista».

En el caso de Keanu Reeves, su dominio de la humildad ha logrado que no haya caído en el narcisismo que prima en Hollywood.

Todos quieren a Keanu

Respetar a los demás es llegar a tu hora, saberte el guion, saludar a los maquilladores, al carpintero y al repartido de Glovo que acaba de llegar. Es no andar con exigencia absurdas, no quejarse por todo y ser uno más. Y ese es el superpoder de Keanu: es la antiestrella con aura de estrella. A lo largo de su carrera ha protagonizado más de 60 películas. El público le quiere, los directores lo adoran, los coprotagonistas lo aman y el equipo con los que trabajan lo aprecia de verdad. «Siempre está preparado; siempre llega a tiempo. Considerado, comunicativo, atento; no hay nadie cuyo nombre desconozca o con quien no haya hablado», comentó acerca del actor un productor de Hollywood. 

Y no es solo eso. Keanu tiene detalles, de esos que no se olvidan. Tras trabajar en The Matrix Reloaded, regaló una Harley-Davidson a cada uno de los 12 dobles que participaron en la película. A los que trabajaron en John Wick 4, un Rolex Submariner. Sin embargo, no son esos gestos los que hacen que todos quisieran repetir la experiencia de trabajar con él. «No es solo por los regalos. Es porque los toma muy en serio y reconoce que les debe parte de su éxito. Los especialistas, los dobles, los entrenadores de lucha… Esta gente rara vez recibe ese reconocimiento», aclara.

Pisar con los pies en el suelo

La humildad de Keanu Reeves y su forma desinteresada de referirse a la fama no es, ni de lejos, habitual. La manera en la que los famosos gestionan la fama dice mucho de ellos. Mientras que para una gran mayoría termina por convertirse en toda una obsesión, lo que importa es lo que hacen cuando la alcanzan y cómo se comportan no solo cuando las cámaras están encendidas, también, cuando no lo están. «En nuestra dimensión humana, no es posible eliminar el ego. Por contra, hay que controlarlo, domarlo, para que aflore nuestra auténtica identidad. Pero para poder controlar el ego, previamente es necesario ser consciente de él», dice el doctor Manuel Sans Segarra, médico, divulgador y autor de Ego y Supraconciencia.

Un primer paso para mantener los pies en el suelo es no contagiarse demasiado de la superficialidad de Hollywood. Por eso, o, tal vez, porque no le gusta codearse con personas superficiales, el actor evita asistir a fiestas y se esfuerza por mantener su vida personal al margen de las cámaras. Su presencia en el podcast New Heights, de Jason y Travis Kelce, el prometido de Taylor Swift, resultó por eso mismo una agradable sorpresa.

OTROS TEMAS WELIFE

No olvides de dónde vienes

Pero incluso en su paso por el popular podcast ha dejado claro que es consciente del poder del ego y de las fórmulas que dominan la industria hollywoodiense. Hizo hincapié en el momento en el que la industria le dio la bienvenida con un gesto que muchos habrían aceptado y del que él se ríe: «Cuando tenía 20 años iba por Los Ángeles y al bajar del coche, mi nuevo manager me dijo que tenía que cambiarme el nombre. Así que ese fue mi regalo de bienvenida a Hollywood», explica entre risas. Un regalo que como bien sabemos, nunca aceptó. Porque él ha demostrado que se puede ser una estrella sin que el ego sea su +1 y sin sucumbir a las tentaciones que engatusan a tantas celebridades.

Un ejemplo de que se puede ir por la vida siendo una persona normal. Sin atropellar a los que tienen menos, ni que se te suba la fama a la cabeza.

MÁS NOTICIAS

WeLife hoy

Gases hinchazónKeanu ReevesSensor cerebralLaura SilesTrucos brócoli

Suscríbete a la Newsletter de WeLife para cuidar de tu cuerpo, tu mente y del planeta

Suscríbete a la Newsletter de WeLife para cuidar de tu cuerpo, tu mente y del planeta