Qué son los hipocondriacos emocionales: las claves para identificar si eres uno de ellos (y ponerle remedio)

Cuando abres Instagram, aparecen varios profesionales de la psicología a los que sigues, más un buen número de coaches de salud mental y algún orador sobre el tema. Si miras sus vídeos y te identificas con unos y con otros, o sea, sientes que todos los síntomas te ocurren, puede que seas un hipocondríaco emocional. También lo puedes ser si diagnosticas todo el tiempo a los demás.

Esta tendencia, aumentada por la información continua que transmiten las redes sociales, puede conducir a que personas perfectamente sanas acaben en la consulta de un psicólogo, abrumadas porque se han autodiagnosticado cualquier rasgo emocional. El psicólogo Arun Mansukhani cuenta las consecuencias que puede acarrear y cómo salir de ello.

Qué es un hipocondríaco emocional

En realidad, el término hipocondríaco emocional no es uno reconocido por los profesionales de la psicología. Aunque lo cierto es que se ha convertido en un modo de señalar a quienes se identifican con síntomas de patologías mentales diversas, hasta el punto de pensar que les ocurre a ellos mismos.

“No es un término técnico. Pero lo podemos aplicar a aquellas personas que se identifican rápidamente con cualquier rasgo emocional. O que creen tener una patología mental en el momento que la conocen o leen sobre ella”, explica Arun Mansukhani, autor del libro Condenados a entendernos, donde muestra cómo tener relaciones sanas.

“Cada vez es más frecuente que vengan a consulta personas que se auto califican o auto diagnostican. Vienen diciéndome que tienen apego ansioso a que son psicópatas o narcisistas”, afirma el psicólogo y sexólogo. Además, subraya que “también hay quienes están todo el día diagnosticando a los demás”.

Para él, uno de los motivos del aumento de esta tendencia es el auge de los temas de salud mental en Internet, tratados por no profesionales. “Desde que en las redes sociales se puede obtener un conocimiento, aunque muy superficial, de aspectos psicológicos y psiquiátricos, cada vez más personas hacen esto”, resume.

Cómo afecta ser hipocondríaco emocional

Además de los agobios y la ansiedad que puede provocar sentir que se tiene una determinada patología, Mansukhani advierte que ser un hipocondríaco emocional “puede conllevar es lo que conocemos como profecía autocumplida. Los seres humanos, desde el momento de que nos convencemos de algo, es más probable que ocurra”, comenta el psicólogo.

Por eso, apunta, si estás convencido de tener un determinado rasgo o problema de salud mental, todo lo vas a interpretar desde ese punto de vista. «Y me voy a convencer y actuar como si realmente fuese esa la situación”, recalca.

Pero no sólo ocurre con uno mismo. “Igual puede ocurrir con los demás: en el momento que me convenzo de que mi alguien de mi entorno es, por ejemplo, un narcisista, voy a interpretar todo lo que esa persona hace o no hace desde ese convencimiento”, alerta el experto.

Cómo dejar de ser un hipocondríaco emocional

Lo primero que recuerda Arun Mansukhani es que ser un hipocondríaco emocional “no es un diagnóstico técnico”. Con todo, indica que “al igual que pasa con las personas hipocondríacas, estas personas que se convencen de que padecen algún trastorno emocional o algún rasgo psicológico extremo”.

Por eso, “este convencimiento les hace sufrir y pasarlo mal. Además puede condicionar su relación y su comportamiento con los demás”. Para prevenir caer en ello, nos comparte una serie de recomendaciones.

Evita el auto diagnostico. “Es importante no auto diagnosticarse ni auto calificarse basándonos en información obtenida a través de Internet. Sabemos que inevitablemente suele ser muy superficial y puede resultar engañosa”, sugiere el experto.

Se cauto con los temas de salud mental en redes sociales. Mansukhani aclara que aunque “que se hayan popularizado temas de salud mental y haya mucha información disponible es positivo porque ayuda a que la sociedad en su conjunto tome consciencia de cuál es la situación con respecto a la salud mental”, hay que se prudentes con su consumo. Si bien “ayuda a las personas que están sufriendo situaciones difíciles, no debe llevarnos al auto calificarnos o diagnosticarnos”. Lo mejor es seguir a profesionales expertos.