Flores de temporada: ¿Cómo hacer que duren mucho más?

Ahora que llega la primavera, parece que tenemos más ganas de flores. Ver nuestras plantas florecer o tener un ramo de flores frescas y aromáticas en un jarrón aportará alegría y calidez a nuestro hogar, además de un perfume de lo más agradable.

Las flores simbolizan sentimientos y adornan hogares. Son perfectas para cualquier ocasión y, aunque estamos acostumbrados a tener a nuestra disposición todo tipo de variedades, lo cierto es que existen colecciones de flor de temporada. Así nos lo explican los expertos de Colvin, que trabajan «respetando los ciclos de la naturaleza y las diferentes épocas del año en las que las flores florecen: tulipanes en febrero, peonías en mayo, hortensias en septiembre…» nos cuentan.

Por otro lado, a la hora de comprar flores desde el punto de vista de la sostenibilidad deberíamos preguntarnos por su origen. En Colvin nos dicen que los agricultores con los que trabajan cultivan sus flores sin pesticidas ni químicos y respetando siempre el medio ambiente. Cierto es que no es fácil saber de dónde vienen nuestras plantas, pero pudiendo elegir, mejor incentivar aquellos negocios que apuesten por un consumo sostenible sin renunciar a la buena calidad del producto.

Sabemos que cada flor requiere unos cuidados distintos. Y, como nos gusta acercarnos a la naturaleza con el mayor de los respetos, hemos preguntado a Colvin qué flores deberíamos comprar y cultivar según su estacionalidad y cómo cuidarlas para que duren el máximo tiempo posible:

La flor de enero, tulipanes:

El tulipán es una flor bastante agradecida que crece en muchos tipos de tierra y florece en primavera. Recomendamos plantar los bulbos en otoño, antes de que la tierra se ponga fría y dura. Sus flores durarán unas 3 semanas antes de que se marchiten, una vez se han marchitado, córtalas. Los tulipanes soportan bien el frío, en realidad, lo necesitan para poder crecer. Estarán felices al sol o en semisombra y necesitan que los riegues a menudo.

Mimosa, la flor de febrero:

Crece del árbol mimosa cuando las temperaturas empiezan a subir. Las temperaturas altas y el sol siempre serán sus aliados, aunque puede llegar a aguantar temperaturas frías de hasta 0ºC. El suelo ideal para plantarla sería uno que esté muy bien drenado, con arena gruesa y un poco de materia orgánica para rematar. En cuanto a riegos, no es necesario que sean muy abundantes, la mimosa es muy resistente a las sequías.

En marzo, ranúnculos:

Suelen crecer cerca de zonas acuáticas como estanques o lagos. Al ser una flor tan resistente, podrás verla en perfecto estado durante 6/8 días. Los tallos irán creciendo y abriéndose poco a poco, lo que te permitirá disfrutar de todo su proceso de floración. Les encanta el calorcito y las zonas soleadas, aunque nunca temperaturas extremas, un poco de sombra no irá mal.

Rosas para abril:

Si quieres plantar rosas en tu jardín, debes saber que les encanta el sol directo y la semisombra. Riégalas casi a diario cuando las temperaturas sean altas y no te olvides de ir quitando sus flores a medida que se marchitan, así te aseguras de que las nuevas germinan más fuertes y sanas.

Mayo de peonías:

Su temporada de floración comienza en mayo y puede alargarse hasta finales de julio. Lo primero que tienes que saber de las peonías es que puede que lleguen a casa sin haber florecido, es decir, cerradas. Pueden tardar hasta 1 semana en abrirse. Una vez abiertas, su vida es cortita por la propia naturaleza de la flor. Por este motivo, en Colvin hacen que lleguen cerradas, así duran más tiempo contigo. Un consejo: Asegúrate que el agua de tu jarrón siempre esté limpia. Cámbiala cada 2 días y si además le añades nutrientes, mucho mejor.

Junio y lirios:

Los lirios son flores muy resistentes, pueden aguantar temperaturas de hasta -20ºC, no les gusta mucho el sol, por eso es preferible colocarlos a media sombra o sombra completa. Se adaptan a prácticamente todos los tipos de suelo, sólo necesitan que esté bien ventilado y siempre húmedo. ¿Sabías que su olor contiene feniletilamina? Una sustancia que estimula la producción de endorfinas en el cuerpo, y por eso proporcionan esa sensación de tranquilidad y bienestar.

En julio, girasoles:

Los girasoles son una planta herbácea que se cultiva con fines oleaginosos para producir aceite de girasol, con fines alimenticios para obtener nuestras queridas pipas de girasol y con fines ornamentales. Se abrirán en 2-3 días. Si tienes un girasol en maceta necesitará mínimo 6h de sol diarias. Para él serán vitales, ya que si no la reciben se marchitará y morirá. Riégala 2 o 3 veces por semana en su etapa de crecimiento, después, ve reduciendo según la temperatura, pero sin dejar de ser constante.

En agosto, las dalias:

La mejor época para plantarlas es en primavera. Su etapa de floración comienza en verano y dura casi hasta finales de otoño. Esto es así siempre que las temperaturas se mantengan suaves. Les encanta recibir mucha luz solar, sea en interior o exterior. Si queremos que sean más grandes y preciosas, tendremos que hacer el desbotonado de todos los brotes que aparecen bajo la flor principal, así nos aseguramos que crezcan grandes y sanas.

Septiembre de hortensias:

En primavera y verano necesitan riegos más abundantes y frecuentes, el sustrato es mejor que esté húmedo siempre. Se tienen que podar regularmente y quitar las flores marchitas para que estas no le quiten la energía a las demás. Consejo: realizar 1 poda tras la floración para mantener la forma y estimular el crecimiento de nuevos tallos. La hortensia prefiere la sombra o la semisombra, pero con luz siempre y nunca directa ya que sus hojas se quemarían.

En octubre, muchas proteas:

La protea es una flor muy resistente. Su sitio favorito es uno donde haya sol por todas partes y le dé directamente. No soporta las heladas. El suelo tiene que ser ácido y sobre todo que esté bien drenado. Que no se encharque es muy importante. Con poquita agua hace, además es bastante resistente a las sequías.

Los crisantemos para noviembre:

Es una flor fácil de cuidar. Puedes cultivar el crisantemo en maceta como planta de interior. Eso sí, debe estar en espacios bien ventilados, donde pueda disfrutar del sol, pero no de calor excesivo. Es importante que la tierra esté húmeda, pero no encharcada. Ves eliminando las hojas y flores que se marchiten, de forma que ayudes a las que nazcan a tener mayor fuerza para crecer. Consejo: te servirá como ambientador natural gracias a su gran aroma.

Para diciembre, el acebo:

Al ilex (ilex aquifolium), también conocido como acebo, le encantan los climas fríos, así que se adaptará genial a las bajas temperaturas. Sus frutos rojos se ponen bonitos en invierno. En cuanto a luz, esta planta es totalmente de semi-sombra o sombra. El sol directo lo deja para otras flores, no le va nada. La planta del acebo es capaz de desarrollarse bien en cualquier tipo de suelo, pero los prefiere ácidos y bien drenados. Es verdad que le encanta la humedad pero que no haya encharcamiento es muy importante.