¿Sabes si tus ollas y sartenes son saludables?

Cuando comienzas a cuidar tu salud, se desencadenan una serie de acciones que van cambiado por completo tu forma de consumir. Compras alimentos frescos y de proximidad, ecológicos y sustentables; te preocupas por no utilizar plásticos e incluso das tus primeros pasos hacia una casa zero waste; prefieres cocinar en casa en lugar de salir a comer fuera, pero, ¿te has plateado si tus ollas y sartenes son saludables?

En este punto surgen muchas dudas y dada la importancia que tiene la forma en la que preparamos nuestros alimentos, bien merece la pena despejarlas.

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La importancia de tener ollas y sartenes saludables

Actualmente nadie duda de que los pesticidas con los que fumigan las frutas y vegetales o las hormonas que les inyectan a los animales que consumimos, terminan en nuestro organismo. Pues bien, la forma en la que preparamos los alimentos, cómo los almacenamos y qué materiales empleamos, también incide directamente en nuestra salud.

Las ollas y las sartenes son especialmente importantes por tres razones:

1. La temperatura. Al cocinar usamos altas temperaturas y estas hacen que se desprenden moléculas de las sartenes y se vuelvan inestables.
2. Las grasas. Son un vehículo ideal para los tóxicos, puesto que gran parte de los químicos tóxicos son liposolubles, es decir se disuelven en grasas y éstas las transportan a nuestro cuerpo. El problema es que estas sustancias se acumulan en los tejidos grasos.
3. Materiales. Dependiendo del material con el que estén elaboradas, pueden llegar a desprender tóxicos. Por otro lado, la porosidad de algunos de ellos hace que los alimentos se queden incrustados, causando un daño para nuestra salud.

Que no cunda el pánico, no estamos diciendo que a partir de ahora tengas que tirar todas tus ollas y sartenes y empezar de nuevo. No hay una relación directa con ninguna enfermedad y la toxicidad que desprenden, el problema es que se produce un efecto de acumulación y sinergia de todos los tóxicos a los que nos exponemos diariamente y muchos de ellos son disruptores endocrinos, algo de lo que te hemos hablado en profundidad en este artículo.

Ollas y sartenes: ¿Cómo deberían ser para evitar tóxicos?

Cuando hablamos de ollas y sartenes saludables, nos referimos a aquellas que no transmiten tóxicos a los alimentos cuando cocinamos en ellas. Por este motivo es tan importante el material con el que se fabrican y para que no te pierdas (que es fácil), vamos a darte una guía con la que podrás tomar decisiones más informadas y conscientes.

¿Antiadherente sí o antiadherente no?

Cuando se inventó el teflón, fue la panacea, por fin una sartén a la que no se le pegaba nada. Años después saltó el escándalo por la toxicidad asociada al PFOA, material empleado para su fabricación, y desde 2016 está prohibido su uso para este fin.

Actualmente se utiliza PTFE para hacer teflón y cualquier material antiadherente, un producto de bajo impacto a nivel ambiental y sin repercusión en la salud, puesto que en su forma sólida es inerte y en caso de ser ingerido se elimina sin interactuar en el organismo.

Pese a todo, la opción más saludable siempre será aquella que no cuenta con ningún recubrimiento antiadherente, puesto que están libres de tóxicos. También duran muchos años, lo que las convierte en una alternativa ecológica y sostenible. ¡Toma nota de las alternativas más eco!

Las mejores ollas y sartenes para la salud

Titanio

El único material 100% inocuo es el titanio, no tiene toxicidad alguna y además, es ligero y muy resistente. Sin embargo, no es antiadherente, por lo que hay que cogerle el punto a la hora de cocinar ciertos alimentos. No es de los materiales más económicos, aunque en Conasi encuentras opciones a buen precio.

Vidrio

El tipo de vidrio que es capaz de soportar altas temperaturas se llama borosilicato y es el mismo que que utilizan en los laboratorios. Es un material no poroso, no es químicamente reactivo, por lo que no afecta el sabor de los alimentos, ni transmite ningún tóxico. Solo tienen una condición y es que debes utilizarlo a fuego medio o bajo, a la vieja usanza. Las tienes en Amazon.

Hierro

Una sartén de hierro que no contenga otros metales pesados en su aleación, también entra dentro de las sartenes saludable. Uno de sus inconvenientes es que debemos secarlas muy bien para evitar que se oxiden y transfiera ese óxido a los alimentos. Debes considerar que son bastante pesadas y tardan en calentarse.

Otra opción son las sartenes de hierro mineral, más ligeras y fáciles de usar. Una de las mejores marcas es la francesa De Buyer, fabricada con hierro (99%), libres de PFOA y PTFE y recubiertas por una capa de cera de abeja con el objetivo de mejorar la anti adherencia natural. Las encuentras en Planeta Huerto.

Acero inoxidable

El acero inoxidable es un material que se usa mucho en el menaje de cocina por su durabilidad, ligereza y resistencia. Al no ser antiadherente, suele llevar algún recubrimiento, aunque utilizado a la temperatura adecuada, puedes conseguir que no se te pegue la comida. Muchas de estas ollas llevan varias capas de otros materiales, dada su mala conductividad térmica. Las encuentras en Makro.

Aluminio

Es uno de los más comunes al ser barato, ligero y  buen conductor del calor. Podemos encontrar sartenes hechas totalmente de aluminio, o sartenes con una base del mismo y revestida de de otro material. También se usa en el fondo difusor de piezas hechas de acero inoxidable.

Es un metal neurotóxico y aunque no hay mucha evidencia, no es uno de los materiales que más les gustan a los expertos eco.  El aluminio anodizado sería el único que no libera metal a los alimentos al cocinar, puesto que la superficie queda sellada con el proceso de anodización. Puedes encontrar sartenes de estas características en Ninja Kitchen.