NO TE PIERDAS Qué hay de cierto en que el colesterol "malo" mejora la longevidad

Los alimentos ultraprocesados poseen alto niveles de colesterol LDL. FOTO: Freepik.

CUERPO

Qué hay de cierto en que el colesterol «malo» mejora la longevidad

Si el colesterol LDL es tan malo, ¿por qué hay mayores con niveles altos que viven más? La paradoja existe. El matiz, también.

Por Eva Carnero

11 DE JULIO DE 2025 / 07:30

Bien podría decirse que la sal, el azúcar y el colesterol LDL «el malo» son las tres puntas del tridente que amenaza nuestra salud. Basta echar un vistazo a las recomendaciones básicas de Organización Mundial de la Salud para confirmar que un exceso de estos tres ingredientes puede pasar factura. Pero en los últimos años ha ganado fuerza una idea que, a primera vista, suena contradictoria: ¿puede existir una relación entre el colesterol malo y la longevidad?

Es sabido que tener demasiado colesterol LDL –el «malo»– aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Y no es poca cosa: según el Instituto Nacional de Estadística, estas patologías siguen siendo una de las principales causas de muerte en España.

Ahora bien, sin restarle importancia a los riesgos de acumulación de colesterol LDL, lo cierto es que también cumple con funciones importantes para el organismo. Eso sí, siempre dentro de los niveles recomendadios (por debajo de los 200 mg/dL).

Entre sus funciones más relevantes están:

  1. Transportar el colesterol desde el hígado hacia las células, donde se usa para formar membranas celulares y producir hormonas como las sexuales o la vitamina D.
  2. Ayudar en la producción de bilis, esencial para digerir las grasas.
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Si ya sorprende que LDL tenga su papel beneficioso, más lo hace lo que se conoce como la paradoja del colesterol. ¿De qué se trata exactamente?

Lo explica Manuel Martínez-Sellés, Catedrático de Medicina de la Universidad Europea y presidente del Colegio de Médicos de Madrid: «A finales del siglo XX, varios estudios mostraron que ancianos con colesterol LDL ligera o moderadamente elevado tenían mejor pronóstico que aquellos que lo tenían bajo. Una de las razones podría ser que un LDL bajo también puede ser un signo de desnutrición en edades avanzadas».

La paradoja no cambia lo que ya sabemos: un exceso de colesterol malo sigue siendo perjudicial para las arterias. Así lo aclara el propio Martínez-Sellés: «La relación entre el colesterol LDL y la enfermedad cardiovascular es indudable. Tener un colesterol LDL elevado aumenta el riesgo de infarto de miocardio, ictus y enfermedad arterial periférica. Y reducirlo, ya sea con dieta o fármacos, disminuye ese riesgo».

Volviendo a la relación entre colesterol malo y longevidad, lo cierto es que los estudios que mencionan esta paradoja no dicen que tener el colesterol LDL elevado sea saludable. El catedrático de Medicina insiste: «en personas jóvenes o de edad media, la relación es inversa: cuanto menor el colesterol LDL, mayor la esperanza de vida». Lo que ocurre con los años es que esta relación se debilita y, en edades muy avanzadas, puede darse la paradoja del colesterol. No porque el LDL aporte beneficios a la longevidad, sino porque ayuda a identificar a quienes están desnutridos.

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Una de las lecciones que deja esta paradoja del colesterol es que el riesgo cardiovascular no depende exclusivamente de la cantidad de colesterol LDL que se acumule en las arterias. También influyen otros factores: el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes o la obesidad. Y lo más preocupante es que, juntos, se potencian entre sí.    

«El consumo de tabaco y nicotina en cualquiera de sus formas es una lacra. Deberíamos prohibirlos en espacios públicos, incluida la calle, como ya se ha hecho en Milán», advierte el catedrático.

Además, «la hipertensión es muy común a partir de los 50,

y vivimos una auténtica pandemia de obesidad y diabetes. Y, por supuesto, la hipercolesterolemia sigue siendo muy frecuente y dañina», añade.

La clave para reducir el riesgo cardiovascular: hacer ejercicio de forma regular, seguir una dieta mediterránea y de poca cantidad y cumplir con los controles médicos recomendados.