NO TE PIERDAS Prometen energía, músculo y juventud eterna. Pero las dietas hiperproteicas no son tan inocentes. ¿Cuándo dejan de ayudar y empiezan a estorbar?

El sorgo no solo cuida tu salud, también cuida el planeta: necesita mucha menos agua que otros cereales y aguanta sequías que nos harían sudar a todos. Foto: Polina Tankilevitch / Pexels

Rico, nutritivo y sostenible

De Asia y África a tu cocina: por qué el sorgo es el nuevo arroz de las dietas saludables

Un cereal pequeño, resistente, sin gluten e interesantes beneficios que lleva milenios alimentando a medio mundo.

Por Marcos López

25 DE AGOSTO DE 2025 / 14:00

Los cereales, junto a las verduras y demás regalos de la tierra, forman la columna vertebral de cualquier dieta sana y equilibrada. Razón por la que nunca deben faltar en tu despensa. Entre los más conocidos están la avena, el arroz y el maíz. Pero también, y aquí viene lo interesante, el sorgo. Aunque, como tanta gente en España, nunca hayas oído hablar de él, lleva años siendo un superalimento en algunos de los rincones más poblados del mundo. Y toda esa gente no puede estar equivocada. Merece un hueco en tu cocina.

Lara Garcelán, dietista-nutricionista de HM Hospitales, explica el por qué. «El sorgo es un cereal de alto valor nutricional que, si bien todavía es poco conocido en países como España, ocupa el quinto lugar entre los cereales más cultivados del planeta, especialmente en África y Asia. Es una planta muy resistente a condiciones climáticas extremas, lo que lo hace ideal para zonas áridas. Su grano es pequeño y redondeado, y se utiliza tanto en alimentación humana como animal».

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Comer más proteína vegetal –y menos de origen animal–, es una de las recetas más fiables para vivir más años con salud de hierro. Aquí es donde el sorgo da en el clavo: según la Oficina Nacional de Recursos Fitogenéticos de India en Hyderabad, lleva formando parte de la alimentación humana desde hace al menos diez mil años. Nada mal para un cereal que a muchos nos suena a novedad.

El sorgo aporta hasta 11 gramos de proteína por cada 100 de cereal, un dato que lo convierte en una opción interesante para reforzar la dieta sin tirar de polvos ni suplementos. Pero hay más.

El sorgo es también fuente de fibra, vitaminas y minerales, un combo que explica el sinfín de beneficios para la salud. Según Lara Garcelán:

  • Mejora la salud digestiva: gracias a su alto contenido en fibra dietética – 7 gramos por cada 100 de cereal–, favorece el tránsito intestinal y ayuda a prevenir el estreñimiento. Además, algunos estudios sugieren que ciertos compuestos del sorgo actúan como prebióticos, estimulando el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino.
  • Fortalece el sistema inmunológico: contiene al menos 12 minerales esenciales, entre ellos el zinc y el selenio, que contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmune.
  • Potencia la salud ósea: su aporte de fósforo y potasio favorece la mineralización ósea y ayuda al mantenimiento de unos huesos fuertes y sanos.

El sorgo también contiene compuestos antioxidantes como flavonoles, taninos y ácidos fenólicos que ayudan a reducir la inflamación y a combatir el daño celular causado por los radicales libres. Como apunta la experta, «esta actividad antioxidante tiene efectos positivos en la prevención de enfermedades crónicas, especialmente de las cardiovasculares».

¿Qué hay del control de peso? Gracias a la combinación de fibra y proteínas, el sorgo aumenta la sensación de saciedad, «pudiendo así ayudar a controlar el apetito y mantener un peso saludable cuando se incluye dentro de una dieta equilibrada», apunta Lara Garcelán. Es decir, a no picotear sin sentido.

Un último detalle que no pasa desapercibido: el sorgo es naturalmente libre de gluten. Por eso es una alternativa fantástica para personas con celiaquía o sensibilidad al gluten. En otras palabras, el cereal que pone fácil lo difícil.

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¿Necesitas más razones para darle una oportunidad? El sorgo es uno de los alimentos más utilizados en las cocinas de todo el mundo. No es para menos. Es un cereal muy versátil y fácil de preparar y se maneja en la cocina como el arroz, la quinoa o el cuscús.

Garcelán explica que «puede hervirse y utilizarse como base para ensaladas, salteados, sopas, guisos o incluso como desayuno tipo porridge. También existe en forma de harina, ideal para hacer panes, tortitas o repostería sin gluten». Para rematar, tiene sabor a nuez. «Es una excelente opción para quienes buscan diversificar su dieta con cereales saludables».

Puede que no tenga todavía toda la fama del arroz, pero sus beneficios hablan por sí solos. Más que un descubrimiento, es un reencuentro con un cereal que merece un hueco en tu plato.