Las verduras congeladas no tienen nada que envidiar a las frescas en cuanto a su valor nutricional. FOTO: Pexels.
Alimentación
La verduras congeladas pueden llegar a ser más nutritivas que las frescas: esta es la curiosa razón
Dado que son sometidas a un proceso de congelación inmediatamente posterior a su cosecha, las verduras congeladas pueden tener un mayor valor nutricional que las frescas.
Por Marcos López
22 DE OCTUBRE DE 2024 / 07:37
Tus padres te lo decían continuamente durante tu infancia: tienes que comer más verduras. Lo que, ahora que estás en tu etapa adulta, sigues a rajatabla. No en vano, estos productos de la tierra son una parte esencial, sino la que más, de toda dieta sana y equilibrada. Aunque la vida moderna no te permita reponer tu despensa tan a menudo como te gustaría. De hecho, son muchos los días en los que no te queda más remedio que renunciar a las verduras frescas y recurrir a su versión congelada. Pero no te preocupes. No tiene nada de malo.
Que las verduras hayan sido refrigeradas para posponer su fecha de caducidad no quiere decir que hayan perdido los nutrientes con los que contaban en su momento de máxima frescura. Rhiannon Lambert, especialista en Nutrición y autora, entre otros libros de éxito, de The Science of Nutrition, explica que «por lo general, existe la idea de que los alimentos congelados son menos nutritivos que los frescos. Sin embargo, la realidad es que, desde un punto de vista nutricional, apenas hay diferencias entre unos y otros».
Son la base de toda dieta sana y equilibrada
Además de ricas en carbohidratos, incluida la fibra tanto soluble como insoluble, las verduras también aportan proteínas y grasas. Por tanto, contienen los tres macronutrientes esenciales para un adecuado funcionamiento del organismo. Y a ello suman su alto contenido en micronutrientes como las vitaminas A y C y minerales como el hierro, el zinc, el fósforo, el potasio, el calcio, el cobre o el magnesio. Y estos macro y micronutrientes, ¿no se pierden, o al menos se ven reducidos, durante el proceso de congelación? No.
Disponibles todo el año
Hay además otro compuesto presente en todas las verduras. El más abundante de todos: el agua. Que, como recuerda la Fundación Española del Corazón, supone entre un 75% y un 95% de su composición. Y es esta agua lo que se congela para aumentar su durabilidad y permitir que puedan ser consumidas en cualquier época del año. Pero no de cualquier manera.
Cómo se congelan las verduras
Realmente, el proceso de congelación de las verduras es muy sencillo: cuando alcanzan su punto álgido de madurez, se cosechan, se lavan para eliminar la tierra y otras impurezas y se someten a un proceso denominado escaldado, en el que se sumergen en agua hirviendo durante unos minutos para destruir las bacterias e inactivar las enzimas que, como muestra la Universidad de Minnesota, dañarían no sólo la calidad de sus nutrientes, sino también su textura y sabor. Y acto seguido, se congelan a temperaturas inferiores a -20º C.
Tan nutritivas, o más, que las frescas
No todas las verduras son iguales, por lo que tampoco lo es el tiempo de escaldado. En el caso de las coles de Bruselas o de la coliflor suele de ser de unos tres minutos. Y en el de alcachofas, de unos cinco. Da igual. Lo importante es que el posterior proceso de ultracongelación se hace de forma inmediata para salvaguardar los nutrientes de la verdura fresca. A veces, incluso más, pues las verduras frescas a veces tardan en llegar a los puntos de venta y, de ahí, a la mesa.
Como destaca Rhiannon Lambert, «tal y como también ocurre con las frutas, este proceso permite que las verduras duren más que las frescas e, incluso, que puedan tener un mayor valor nutricional dado que a menudo se congelan inmediatamente después de la cosecha».
No son alimentos procesados
Es cierto que la congelación no deja de ser un proceso. Pero en ningún caso debe considerarse que las verduras refrigeradas son alimentos procesados. Menos aún confundirse con los ultraprocesados que tantos riesgos conllevan para la salud. Lo que también podría suceder con aquellas verduras congeladas a las que se hayan añadido determinados ingredientes, caso de sal, azúcares o conservantes para postergar su caducidad.
No dudes en usar el congelador
En definitiva, las verduras congeladas son sanas y nutritivas. De hecho, destaca Rhiannon Lambert, «suelen ser una alternativa más barata y cómoda que las frescas». Así que no tengas ningún reparo en utilizar tu congelador que, como concluye la experta en Nutrición, «puede convertirse hoy en día en tu mejor amigo dado que prácticamente cualquier cosa se puede congelar. También las frutas y verduras».
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