Claves fáciles que te van a ayudar a ser más creativo

A lo largo de la historia, el estudio científico de la anatomía del cerebro ha permitido saber de la existencia de la conciencia, del pensamiento abstracto y la memoria. Sin embargo, aún hay muchas preguntas sin resolver sobre su funcionamiento y sobre cómo el ser humano, desde su origen, se ha desarrollado para llegar a un nivel de singularidad tan único y exclusivo de nuestra especie. La exposición Cerebros, abierta al público hasta el mes de junio en la Fundación Telefónica, nos adentra en este órgano fascinante que aún tiene muchos enigmas sin resolver y nos hace preguntarnos: ¿Por qué somos creativos? ¿Qué mata la creatividad y qué podemos hacer para potenciarla? Conocer el origen de la creatividad es, sin duda, un paso para aprender a manejarla e incentivarla.

La creatividad nos diferencia

Ya lo dijo el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, Ignacio Martínez: «La creatividad es la segunda seña de identidad del Homo sapiens«. Así, y aunque se dice que no conocemos mucho del funcionamiento del cerebro, sí puede decirse que el ser humano es la especie más creativa del planeta.

Según el físico y biólogo Ricard Solé, comisario de Cerebros, «cada vez aprendemos más de otras especies precursoras y, a partir de ellas, conocemos más sobre la complejidad de la mente humana. Combinamos una serie de atributos entre los que destaca el lenguaje o la capacidad de viajar con la mente en el tiempo, por ejemplo… La creatividad fue, sin duda, una característica que impulsó nuestra especie y nos hizo avanzar y desarrollarnos de manera distinta a otras especies. Sabernos manejar con ella nos hace singulares». 

¿En qué parte del cerebro se aloja?

No hay un lugar específico y, en cambio, son necesarios varios componentes presentes y distribuidos por el cerebro. El lóbulo frontal procesa la información más compleja y juega un papel relevante, pero la creatividad depende de más elementos.

Como apunta Solé, «sabemos que la creatividad maneja emociones, memoria, capacidad para planificar el futuro (único en los humanos). Esto depende de las conexiones neuronales y da lugar al enigma de por qué somos tan creativos… «.

No obstante, y pese a afirmarse que en 2023 no conocemos mucho de este órgano, Solé discrepa: «Sabemos mucho, lo que tenemos que averiguar es de qué manera se lleva a cabo la integración de todo el proceso mental y conocer, por ejemplo, cómo se originó el lenguaje». Y es que, la comunicación verbal fue una respuesta creativa a la necesidad que tenía el ser humano de relacionarse con su especie.

La tecnología, una piedra en el camino de las nuevas generaciones

Superada la idea de que la creatividad es única de nuestra especie, es la hora de descubrir cómo la ciencia nos invita a potenciarla. Para Solé, la tecnología puede ayudar cuando ya hemos establecido unas bases analógicas, de ahí el peligro de las nuevas generaciones que no contemplan nada sin la inmediatez que esta ofrece: «Los que nos hemos educado esforzándonos por comprender  y entender sirviéndonos de la lectura, hoy podemos trabajar con la tecnología, pero desgraciadamente, las nuevas generaciones se educan en la inmediatez y algo tan evidente como leer un libro es farragosos  para ellas. Esto da al traste con la creatividad».

¿Pero qué ocurre con la inteligencia artificial? Recientemente han saltado todas las alarmas por el uso de aplicaciones que, a través de la Inteligencia Artificial, son capaces de, por ejemplo, redactar un trabajo de universidad con alta precisión o realizar ilustraciones. ¿Llegará a ser tan creativa como la especie humana?

«Parece que la red neuronal artificial es capaz de reproducir el estilo de un gran maestro. Le das una foto de una obra de Van Gogh y te la reinterpreta… ¿Esto es arte? Son inteligencias especializadas capaces de algo tan humano como plasmar un estilo de arte. ¿Hasta dónde puede llegar esto? ¿Se podrá equipar a esta maquina para que pueda generar un nuevo estilo de arte? Eso no es imposible aunque, sin duda, el humano tiene está detrás y es el que tiene la capacidad de valorar si esto es arte o no, al menos por ahora…», indica Solé.

Argumentos científicos y claves para ser más creativo

• Lee. Lo que caiga en tus manos. Aunque los primeros seres humanos demostraron gran creatividad dentro de su entorno, pintando en las cavernas y fabricando sus propios instrumentos, nunca llegaron a atisbar lo mucho que aprenderíamos de ellos, millones de años después, a través de los libros.
• Favorece el entorno estimulante. La ciencia nos ha demostrado que el cerebro se desarrolla a partir de los retos a los que le expone el entorno. «El cerebro es poderoso, pero depende mucho del entorno cultural en el que se encuentran. Sin un entorno, ese cerebro no sirve porque no se estimula ni busca respuestas. Las grandes revoluciones se han dado en contextos en los que la cultura ha estimulado al entorno y este ha sido capaz de responder con de manera creativa».
• Sigue tu intuición. Para el biólogo y físico, la intuición juega un papel importante y nos acerca a la solución de un problema. Si nos dejamos llevar por las ideas que están alrededor, se abren caminos nuevos a los que con otro pensamiento más rígido, no llegaríamos.
• Ten mente abierta y cree en la diversidad. La arrogancia y la condescendencia son grandes enemigos de la creatividad. Así, la ciencia siempre se ha replanteado sus propias teorías, por muy sólidos que fueran los argumentos. «Dudar de tus ideas y de tu aproximación te permitirá tener la mente más abierta, comprender y entender las ideas de otros, y contemplar todas las posibilidades como plausibles», comenta Solé.