Que no pare la música: estos son 8 de sus beneficios para el cuerpo y la mente

Con la llegada oficial del verano, también tiene lugar otra de las fechas más marcadas en el calendario para quienes no pueden vivir sin sus auriculares. Cada 21 de junio se celebra el Día de la Música, una jornada en la que se intenta que los músicos aficionados salgan voluntariamente a la calle a tocar y que se organicen conciertos gratuitos en los que el público tenga oportunidad de presenciar en vivo y en directo a sus artistas favoritos sin tener que hacer grandes esfuerzos.

Esta festividad comenzó en Francia en 1982, llegando a instituirse como una celebración europea oficial tres años después. Pero lo cierto es que aunque se haya popularizado en otros lugares, es en nuestro país vecino donde al Día de la Música se le considera prácticamente un día libre lleno de fiesta.

No cabe duda de que la música es una de las herramientas más necesarias en nuestras vidas. Nos acompaña en nuestro día a día y puede llegar a convertir un día gris en una jornada mucho más positiva. De hecho, en plena crisis sanitaria han sido las canciones las que nos han hecho sacar un lado mucho más optimista y han conseguido que pasemos un confinamiento más ameno.

La música es una pieza fundamental de nuestras vidas tan beneficiosa que numerosos estudios se han hecho eco de todos los factores positivos que puede traernos. Y es que desde hace miles de años, la música se ha utilizado para crear un ambiente de bienestar en los grupos sociales, además de para reducir y tratar problemas como la ansiedad, la depresión y el dolor o el sufrimiento de pacientes críticos.

Las respuestas que nuestro cuerpo y nuestra mente exterioriza, tanto emocionales como físicas, son agradables y hacen bien a nuestro organismo. A continuación te dejamos algunos de los aportes que hace la música en nosotros mismos al escucharla.

1. Cambios en el flujo sanguíneo

Además de producir una gran satisfacción en nuestros oídos, la música provoca cambios en el flujo sanguíneo cerebral que se manifiestan físicamente como una especie de “escalofríos” en la columna vertebral. Una experiencia definida por quienes la han vivido como “altamente placentera” y que normalmente está acompañada de cambios en la frecuencia cardíaca y en la respiración, que terminan acompasándose. 

2. Distrae del dolor

Durante el tratamiento de enfermedades crónicas, algunos especialistas recomiendan el uso de la música. Y es que una de sus cosas favorables es que promueve una sensación de bienestar que consigue distraer al cerebro del dolor y de los estímulos negativos. En el caso del cáncer, los expertos recomiendan escuchar música a diario para aumentar y mejorar su calidad de vida.

3. Sensación de recompensa

La música consigue estimular las zonas del cerebro asociadas con la recompensa, la motivación y la excitación, entre otras. Al igual que la comida o con el sexo, la música actúa sobre el cerebro medio, compuesto por la amígdala, la corteza orbitrofrontal y la corteza prefrontal medial ventral. Unas zonas que generan euforia y placer con tan solo escuchar la melodía de una canción que nos gusta.

4. Induce al baile y a la actividad física

Gracias a los grandes beneficios físicos y psicológicos que nos aporta, la música invita a mover el cuerpo. Una de las actividades físicas más buenas para la salud es bailar. No obstante, la música también nos acompaña mientras hacemos otros ejercicios como entrenar en un gimnasio, salir a correr o hacer spinning. Sin duda, la música deja a un lado la pereza y consigue activar tu lado más movido.

5. Disminuye la ansiedad y sus síntomas físicos

La música consigue disminuir el ritmo cardíaco gracias a sus efectos, por lo que también consigue bajar los niveles de estrés y ansiedad notablemente. También rebaja notablemente los síntomas asociados a estas condiciones, entre los que están la sudoración, las taquicardias, los temblores o los mareos.

6. Ayuda a mantener y ejercitar la memoria

 La música se aloja en zonas de nuestro cerebro distintas a donde se almacenan el resto de recuerdos. Esto hace que la letra de nuestra canción favorita no se nos olvide nunca, pero cosas sucedidas incluso hace unos minutos si. Por si fuera poco, la música es uno de los agentes externos que activa ambos hemisferios del cerebro a la vez, lo que maximiza el aprendizaje y la retención de información y ya es utilizada como terapia para los enfermos de alzheimer.

 7. Mejora la conciliación del sueño

 Al ponernos música, reducimos la actividad cerebral de inmediato y obtenemos un efecto relajante. Ideal cuando necesitamos frenar el flujo de pensamientos abstractos que permanecen en nuestra cabeza cuando el cuerpo está cansado y ralentiza su actividad. Desde luego, que sin dormir bien jamás podremos gozar de una buena salud y la música puede convertirse en nuestra gran aliada para conseguirlo.

 8. Reduce trastornos auditivos

 El aprendizaje de la música, detectar, procesar, recordar e identificar sonidos beneficia en los trastornos auditivos y nos ayuda a desarrollar habilidades relacionadas con esta disciplina. La pérdida auditiva hace que el reconocimiento de sonidos en entornos ruidosos se haga complicado, pero las personas que han desarrollado previamente estas habilidades y han probado, por ejemplo, a aprender a tocar un instrumento, no tienen tantas dificultades.

La música no solo es buena en la edad adulta. También es una de las grandes amigas de los niños a la hora de desarrollarse tanto intelectual como emocionalmente. La música produce incluso increíbles efectos en los bebés hasta antes de nacer, durante el embarazo. Por ello, disfruta del Día de la Música y no dejes de escucharla a diario para notar sus beneficios.