Día Mundial de la Amistad: ¿cómo hacer que vuestra conexión dure toda la vida?

Aunque todos los días del año deberíamos recordar la importancia de tener cerca a amigos que sean capaces de subirte el ánimo hasta en los peores momentos, en el Día Mundial de la Amistad estas conexiones cobran más sentido que nunca. Cada 30 de julio tiene lugar esta celebración, en honor a un sentimiento desinteresado y tan fuerte que es capaz de unir incondicionalmente a personas que a priori no tienen ningún otro vínculo.

Esta efeméride reconocida por la ONU se creó en 2011 con el objetivo de que la amistad sea transmitida como un sentimiento o herramienta capaz de conseguir la paz y acabar con la violencia y la pobreza en todos los rincones del globo.

No obstante, a veces hay momentos en nuestras vidas que se complican por unas circunstancias u otras, y las amistades que habíamos conservado durante años deben evolucionar si no quieren acabar en el olvido. Cuando atravesamos etapas diferentes a las de nuestros amigos, todo lo que antes teníamos en común parece ir disminuyendo y la comunicación acaba mermando a su vez.

En el Día Mundial de la Amistad, te damos 4 consejos con los que será más fácil que la conexión con tu mejor amigo sea para toda la vida.

1. Apuesta por el Hangout

No esperes a que tu amigo te escriba un mensaje. Coge la iniciativa y llámale para concretar un encuentro en vuestra cafetería favorita, o si no es posible, escoged otras opciones como una videollamada. Muestra todo el interés que sea necesario para mantener esa amistad saludable que durante años habéis estado construyendo.

Aunque es evidente que cada persona cuenta con una personalidad, intenta salir de tu zona de confort y apuesta por planes que nunca habrías realizado anteriormente. Da igual que no seas el líder del grupo o el que más apoya al resto, pero si eres quien toma la iniciativa para reconectar con tus amigos, ¡el resto lo tendrán en cuenta! Solo necesitas ganas y un plan que a ambos os resulte familiar, divertido y cómodo. Cuando se quiere de verdad, cualquier momento es bueno para un reencuentro.

2. Siéntate a escuchar

Es normal que cuando te reúnes de nuevo con un amigo al que llevas mucho tiempo sin ver, estés deseando contarle lo bien que te va en tu nueva etapa de la vida. No obstante, no dejes de lado a la otra persona y te centres únicamente en ti. Asegúrate de preguntar cómo le va a la otra persona y participa activamente en cada una de sus respuestas.

Demuestra que eres un buen oyente y que te preocupas por escuchar a la otra persona y por que sepa que todo lo que te está contando te importa. Una de las mejores maneras de demostrar respeto y amor hacia un amigo es escuchándole y manteniendo con él una conversación equilibrada. Aunque ambos estéis en etapas diferentes de vuestras vidas, una buena charla puede hacer que los dos sepáis que aún os preocupáis por el bienestar de otro y que os importan los pequeños detalles.

3. Di adiós a las altas expectativas

En ocasiones tendemos a proyectar algunas expectativas demasiado altas o poco realistas en nuestros amigos. En momentos en los que estamos realmente agobiados por trabajo o por otras situaciones personales, no es necesario que expreses continuamente a tus seres queridos lo abrumado y ocupado que estás. De hecho, si ellos no han experimentado una etapa similar a la tuya, probablemente no puedan comprender tu situación.

Pero no sufras. Si tus amigos te quieren, siempre estarán para apoyarte sea cual sea la circunstancia por la que atravieses. Tal vez no sepan cómo encajar tu etapa actual, pero valorarán los años de amistad que habéis tenido y te acabarán aportando una perspectiva diferente para afrontar todas las dificultades. 

4. Celebra los logros del otro

No compares tus etapas con las de tus amigos. En vez de buscar diferencias entre vuestras vidas, alégrate por lo que consiguen los otros. Nunca se sabe cuándo entrarás en un momento similar y necesitarás el apoyo o el cariño del resto. Todos los viajes son igual de válidos, diferentes y únicos a su vez. Si nos menospreciamos al comparar nuestras vidas con aquellas que son aparentemente perfectas, estaremos devaluándonos y perjudicando a nuestra salud mental.

Toda aquella competencia que no es sana acaba creando más división que unidad. Cuando estés celoso del resultado final de un amigo, acuérdate del proceso y del esfuerzo que ha hecho para llegar hasta ahí. Celebrad juntos vuestras victorias y mantened la amistad que os une.