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vivir con menos cosas para ser feliz

Empezar con menos cosas hay que hacerlo poco a poco y fijándonos nuestras propias metas./ Imagen: Unsplash.

Planeta

Por qué debes empezar a vivir con menos cosas para ser feliz y cómo hacerlo fácilmente

Es imposible llevar una vida Zero Waste, pero hay mucho que se puede hacer (desde tus circunstancias) para salir de un sistema que no se ajusta a los límites del planeta. Empieza aquí y ahora.

Por Sara Trueba Rodríguez

31 de marzo de 2023 / 09:30

La crisis climática, la pérdida de biodiversidad, la cada vez más limitada existencia de recursos naturales hacen que cualquier pensamiento pueda llevarnos a la catástrofe. Pero, poco a poco, vamos integrando pequeñas prácticas a nuestra vida que nos permitan entrar en una forma de vida más consciente. «Entre lo individual y lo comunitario se pueden hacer grandes cambios que hagan presión arriba para que esta situación de decrecimiento se haga de la forma más justa con todo el mundo». Estas palabras son de Inés Rigal, periodista, divulgadora y autora del libro Manual de instrucciones para vivir mejor con menos cosas y más tiempo (ed. La Imprenta), que quiere enseñarnos a vivir con menos cosas.

A estas alturas, seguro que ya sabes que la producción mundial de plástico se ha duplicado en solo dos décadas hasta los 461,1 millones de toneladas en 2021. Esperan que se duplique para 2040, pero la tasa de reciclaje es tan solo del 9%. Posiblemente también hayas escuchado que 1/3 de los alimentos producidos en el mundo se desperdician. Y que la industria cárnica es la más contaminante seguida de la textil…

Inés Rigal no es extraterrestre ni vive alejada de la realidad. Sus hijos tienen juguetes y libros, aunque la periodista reconoce que en mejor cantidad de lo que tiene su entorno. Tampoco practica el Zero Waste al 100% y se enorgullece de haber conseguido un equilibrio para con sus propias circunstancias. Tiene dos niños pequeños y ha tenido que claudicar a la compra de bricks de leche vegetal, alimento que consumen en gran cantidad. «Podríamos haber invertido en un robot que hace leche vegetal, pero no lo hemos hecho. Como digo en el manual, no se trata de ver el movimiento Zero Waste como un fin, sino como un medio para elegir cómo quieres vivir tu vida, en qué quieres emplear el tiempo y qué relación deseas tener con el planeta en el que vives. Y, por supuesto, hoy más que nunca, cada persona tiene unas circunstancias y debe adaptar el manual a su propia vida, a su medida», comenta.

Cómo empezar con el Zero Waste

Hay prácticas que hemos interiorizado como «necesarias» cuando en realidad no somos más que un elemento más del engranaje social en el que vivimos. Mirar escaparates, dedicar tanto tiempo a las redes sociales, ir siempre en coche o comprar por Internet puede verse como algo inocente, pero Rigal invita a pensarlo con conciencia crítica. «Podemos limitar lo que consumimos. Puedo elegir qué newsletter recibo, a qué perfiles sigo en RRSS, qué podcast escucho… Las grandes compañías de logística son la inmediatez, lo quiero, lo tengo… Pero es una libertad mal entendida», sugiere.

Inés comenzó a cambiar su forma de vivir cuando vivía en Malasia. Un encuentro con la autora de Zero Waste Home, Bea Johnson, la motivó para ponerse manos a la obra. Y lo hizo sin medias tintas. «No recomiendo hacerlo así porque pasé de 100 a 0 y eso puede resultar complicado porque hay que dedicar tiempo a la búsqueda de alternativas«.

Comenzó por el baño y tras ver la cantidad de elementos (desde discos de algodón, tampones, muestras, cuchillas) que tenía, se dio cuenta de todo lo que no necesitaba o podía consumir de otro modo. «Es necesario buscar un equilibrio, cada uno el suyo». Y añade: «Para que algo sea sostenible tiene que prolongarse en el tiempo. No tiene sentido si adopto una postura extrema que no voy a poder mantener . No hay que verlo desde la moral. No es un deber, no nos lo marca nadie. Esto se trata de buscar tu motivación y que parta de dentro. Vivirlo con paz y con conciencia».

Acciones para reducir el consumo

El primer paso podría ser hacer inventario y definir qué estamos consumiendo que no nos hace falta en realidad, aplicando una de los cinco pasos de su manual (rechazar, reducir, reutilizar, reciclar y compostar) o que podríamos adquirir de otra manera.

  • Rechazar: plástico, cartón reciclado y papel. «Muestras, tickets, tarjetas de visita, merchandising, todo lo que no necesitas que entre en casa». Antes de comprar preguntarse: ¿realmente lo necesito?
  • Reducir: Todo lo que no cumple una función en casa o tenemos muchas veces repetido: tuppers, zapatos, gomas de pelo, ropa que llevas años sin ponerte…
  • Reutilizar: Sobre todo ropa y envases. «Comprar y alquilar ropa de segunda mano es una buena opción para consumir moda que ya existe»
  • Reciclar: Todos los deshechos que no se compostan, pero intentando que cada vez la necesidad sea menor.
  • Compostar: Todos los restos orgánicos. «Lo que yo hago es congelar la basura orgánica y llevarla a compostar. Sobre todo son peladuras de fruta y verdura que se aplastan y no ocupan más de un cajón del congelador».

Además, entre sus recomendaciones están algunas de sencilla aplicación y que no viene mal recordar:

  • Comprar a granel con tus propios envases y bolsas.
  • Hacer detergente casero y pan.
  • Usar bolsas de basura de plástico compostable.
  • Cambiar hábitos de higiene y utilizar pañales de tela o copa menstrual.
  • Arreglar lo que se rompe.
  • No sólo pensar en el envase, sino en lo que hay en el interior: «Las leches vegetales dejan una huella muy inferior a la producida por la leche animal. En general, es necesario replantearse lo que comemos también».

No lo hace mejor el que más recicla. Según el manual de Inés, y su conciencia, la idea es que cada vez vayamos reciclando menos porque eso será síntoma de que consumimos mejor. «Hay que ser creativo. No vivo en el campo con un terreno en el que plantar y un molino para hacer harina. En Madrid no tengo tiendas a granel tan a mano, así que durante un tiempo consumimos en un grupo de consumo, aunque luego decidimos buscar otra manera por cuestión económica. Con la nueva ley, los grandes supermercados están obligados a tener dedicar un 20% del espacio a producto a granel. Se trata, una vez más de buscar el equilibrio.»

Nuevos hábitos para una nueva vida

Recientemente, Inés ha creado Ser Manglar, una comunidad online donde aprender sobre vida sostenible con cursos prácticos y formación. «Aquí transmito lo que me habría gustado saber cuando empecé», nos dice. En ella, como en su perfil de Instagram @ines.ser.manglar, baja a la realidad todo aquello que, si estás dispuesto a hacer tu vida un poco más sostenible, puede ayudarte.  

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