Silvia Marty: “El acceso al agua potable debería de ser un derecho básico universal”

Actriz, bailarina y creadora de contenido, Silvia Marty ha destacado por su versatilidad y talento en la industria del entretenimiento. Con una carrera que comenzó en el mundo de la danza y que más tarde la llevó a la actuación, ha participado en exitosos proyectos en televisión como Un paso adelante, Hospital Central o Acacias 38, ganándose el reconocimiento del público por su carisma y profesionalidad.

Más allá de su carrera artística, también ha encontrado un espacio importante en las redes sociales, donde conecta con su audiencia desde una perspectiva auténtica y cercana. A través de sus perfiles, comparte fragmentos de su vida, reflexiones, su pasión por el yoga y sobre todo, su interés por la sostenibilidad y el bienestar. Además, como cofundadora de Les Rousses, Silvia apuesta por una moda consciente que celebra la cultura mediterránea y valora la fabricación local.

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Acciones sencillas pero efectivas

Silvia Marty siempre ha sentido una conexión profunda con el planeta y ha hecho de su vida un reflejo de su compromiso con la sostenibilidad. Para ella, no se trata de hacer grandes gestos, sino de incorporar pequeñas acciones diarias que, con el tiempo, marcan la diferencia.

Para ello, compra a granel en mercados cercanos y elige productos sin envases plásticos, una decisión que no solo reduce su huella ecológica, sino que también le permite elegir lo que realmente necesita. Y en casa, se deshace de los productos desechables a favor de soluciones más naturales, como las pastillas de jabón.

Su enfoque hacia la sostenibilidad también se extiende a la eficiencia energética: «Siempre intento reducir mi consumo de energía». Desenchufa los electrodomésticos cuando no los utiliza y, cuando debe viajar por trabajo, vacía la nevera y el congelador antes de apagarlos, asegurándose de que nada quede encendido innecesariamente.

Además, cuando viaja, Silvia Marty evita los grandes resorts y prefiere alojarse en hoteles y apoyar comercios locales, buscando siempre reducir su impacto ambiental y generar un impacto positivo en los lugares que visita. En sus compras, se decanta por marcas que alinean sus valores con la ecología, eligiendo productos que no solamente son responsables con el medio ambiente, sino que también contribuyen al bienestar social.

Y si pudiera resolver un solo problema medioambiental, lo tiene claro: el acceso al agua potable y la higiene. «Es un derecho básico que todos deberíamos poder tener», reflexiona con seriedad. La vida de Silvia es un recordatorio de que cambiar el mundo comienza con las decisiones más simples, pero más poderosas, que tomamos cada día.