Si encadenas una pareja con otra, sin tiempo para el duelo o la reflexión, tienes este síndrome que consiste en ir pasando de relación en relación, como Tarzán con las lianas.
La autodefinición de Ana Milán como demisexual vuelve a viralizar los comentarios sobre esta orientación en que la atracción sexual surge por el vínculo emocional previo.
Las parejas que se prometen amor para siempre siguen existiendo, pero ahora exige más compromiso, comunicación y realismo.
Los chantajistas emocionales siempre buscarán hacerte sentir mal cuando te niegues a hacerles favores o tomes decisiones que no los beneficien. Es el momento de pararles los pies.
No se trata solo de atracción física, enamoramiento o enganche emocional, sino de compromiso y valores compartidos. Así se construyen estas parejas, cuyos lazos son enormemente sólidos.
Acompañar al otro en su proceso de cambio o en la consecución de un objetivo individual, refuerza el vínculo emocional de la pareja.
Cuando sentimos algo por alguien fuera de nuestra pareja, sin llegar al contacto físico, nuestra relación puede verse afectada. Aprende a identificar estos sentimientos y cómo gestionarlos.
Despreciar tus sentimientos o creer que siempre lleva la razón son algunos de los comportamientos de una persona arrogante.
La vida media de una emoción es de únicamente 90 segundos, transcurridos los cuales el cerebro, y todo el cuerpo, recuperan la calma. A no ser que te empeñes en revivirla una y otra vez.
Como muchas otras cosas, este aspecto cambia con la edad. Si bien los síntomas propios de la menopausia pueden influir, no son determinantes. Es más una decisión personal tomada desde la experiencia.
Los tres pilares básicos que hay que apuntalar para sustentar la relación a lo largo de los años son tres: corazón, cuerpo y conciencia.