Desarrollarla comienza generalmente con la educación sexual o la autoexploración, y puede nutrirse a través de conversaciones abiertas sobre la salud sexual.
La menopausia es el inicio de una nueva fase en la vida de la mujer, pero eso no significa que los síntomas tengan que definirla. Con los cuidados adecuados, es posible atravesar esta etapa con bienestar.
Como muchas otras cosas, este aspecto cambia con la edad. Si bien los síntomas propios de la menopausia pueden influir, no son determinantes. Es más una decisión personal tomada desde la experiencia.
Los expertos aseguran que existe una disparidad entre la satisfacción sexual de hombres y de mujeres. Derribar tabúes, conocer el propio cuerpo y comunicarse con la pareja son clave.
Mantener el suelo pélvico en forma es fundamental en esta etapa, pero ni los Kegel son la única solución ni se pueden realizar de cualquier forma. Identificar los fallos más comunes ayudará a evitarlos.
Vivir sin ataduras es lo primero que nos viene a la cabeza al pensar en la soltería. Pero ¿sabías que tienen amistades más duraderas? ¿O que son más creativos? Incluso se ha demostrado que duermen mejor...
La llegada de esta etapa no tiene que ser el fin del placer, pero quizá sea el fin del sexo como lo conocías hasta ahora. Así lo sostiene Laura Cámara, matrona y sexóloga, en su libro Sexopausia.
Prometen un efecto rejuvenecedor, pero las vulva masks que se han hecho virales pueden comprometer la salud vaginal. Dos ginecólogas nos dan las claves de su uso y las alternativas más efectivas.
Además de tonificar y aliviar las molestias en esta zona (algo común con la bajada de estrógenos), los orgasmos mejoran la lubricación, ayudan a liberar estrés y mejoran la salud cardiovascular.
Se suele pensar que la libido brilla por su ausencia en esta etapa. Y aunque el descenso hormonal y los factores psicológicos provocan cambios, estos no suponen el fin de la sexualidad.
En esta época la libido sube al mismo ritmo que la temperatura. La falta de estrés y el incremento de vitamina D y de los niveles de oxitocina son algunos de los 'culpables' según la ciencia.