
Una gota bien elegida puede hacer más por tu digestión que muchas comidas “saludables” mal digeridas. El secreto no siempre está en lo que comes, sino en cómo lo procesas. Foto: Pexels
CUIDADOS NATURALES PARA LA MICROBIOTA
Aceites esenciales: una forma antigua de cuidar algo tan moderno como tu microbiota y no sentirte como un globo
Aunque se asocian al bienestar, pocos saben que los aceites esenciales también miman la microbiota y despiertan el eje intestino-cerebro.
Por María Corisco
19 DE AGOSTO DE 2025 / 07:30
Cuando hablas de digestión, es fácil que solo pienses en lo que comes y no te detengas a pensar en cómo lo procesas. El estrés, la ansiedad, los hábitos irregulares y una alimentación poco consciente pueden dañar tu salud digestiva. Aquí es donde los aceites esenciales pueden ofrecer una ayuda natural y efectiva para tu microbiota… siempre que los uses bien y los elijas con criterio.
Y, precisamente para elegirlos bien, debes saber lo que son y por qué pueden serte de utilidad en algunas ocasiones para sentirte mejor. Los aceites esenciales, explica Inma Borrego, especialista en salud integrativa y autora de Lo que tu mente calla, tu intestino lo grita (Ed. Zenith), «son extractos líquidos altamente concentrados que se obtienen destilando al vapor plantas aromáticas o alguna de sus partes, como flores, hojas, cortezas o raíces. Se podría decir que son la esencia destilada de estas plantas y contienen un cóctel de compuestos químicos naturales que les proporcionan propiedades terapéuticas únicas».


Los aceites esenciales favoritos para un estómago y microbiota más felices
Entre sus múltiples aplicaciones, algunos de ellos pueden ayudarte a calmar las molestias digestivas, aliviar la hinchazón o estimular una digestión más fluida. Estos son los que recomienda la experta:
- Menta. Es uno de los grandes clásicos para tratar el malestar digestivo. «Su efecto antiespasmódico relaja los músculos del tubo digestivo aliviando calambres abdominales y molestias; además tiene un potente efecto carminativo que facilita la expulsión de gases y reduce la sensación de hinchazón». El mentol que contiene también actúa como antiinflamatorio y tiene un suave efecto analgésico, lo que lo hace muy útil tanto en inhalaciones como aplicado en la piel mediante masajes.
- Jengibre. Ideal para digestiones lentas, pesadas o con náuseas. «Además, estimula la producción de jugos gástricos y tiene un efecto antiinflamatorio que ayuda a calmar el estómago cuando está lento y necesita un empujoncito extra».
- Hinojo. Recomendado para quienes sufren de gases o espasmos abdominales. «Tiene propiedades carminativas y antiespasmódicas. También estimula la motilidad intestinal, y esto facilita que los alimentos se muevan mejor por el tubo digestivo, ayudando a prevenir el estreñimiento«.
- Manzanilla romana. Es especialmente útil cuando las molestias digestivas están relacionadas con el estrés. «Sus propiedades calmantes y antiinflamatorias la hacen especialmente útil en estos casos: al relajar el sistema nervioso y reducir la inflamación, facilita una digestión más tranquila y sin molestias».
- Lavanda. Aunque no es digestiva como tal, la lavanda puede mejorar las digestiones afectadas por estrés emocional. «Calma la mente y relaja el sistema nervioso, lo cual facilita que tu aparato digestivo funcione mejor y más tranquilo… además puede ser útil para calmar pequeñas irritaciones o molestias cuando se aplica en la piel».
- Orégano y tomillo. Ambos destacan por su capacidad para combatir infecciones digestivas. «Tienen un efecto antimicrobiano y antifúngico… El tomillo de tipo linalol es la opción más suave, ideal para quienes tienen la piel o el aparato digestivo más sensible; en cambio, el orégano, con su alto contenido de carvacrol, es más fuerte y necesita usarse con precaución». Inma recomienda usarlos solo bajo supervisión profesional.
Elige con criterio (no todos valen)
«No todos los aceites esenciales son iguales, de modo que elegir uno bueno es clave para obtener beneficios reales«, advierte Borrego. Estos son sus consejos para una buena elección:
- Busca calidad pura: asegúrate de que sean 100% puros y de grado terapéutico, sin aditivos ni diluyentes.
- Fíjate en el método de extracción: los más seguros son la destilación al vapor y el prensado en frío.
- Certificaciones: si cuentan con sellos de calidad u orgánicos, mejor.
- Envase adecuado: deben estar en frascos de vidrio oscuro, para protegerlos de la luz.
- Etiqueta informativa: debe incluir el nombre botánico, parte de la planta usada, país de origen y método de extracción.
Inhalación, masajes o baños: las vías más eficaces y sin riesgos
«Es importante que tengas en cuenta algunas precauciones. Aunque son naturales, los aceites esenciales son muy concentrados y potentes, por lo que hay que saber usarlos bien para conseguir los beneficios que hemos mencionado sin riesgos», explica la experta. Estas son las vías más comunes y seguras:
Inhalación. Es la forma más fácil de aprovechar los beneficios de los aceites esenciales, explica Inma Borrego: «Al inhalarlos, sus moléculas aromáticas volátiles llegan rápidamente a tu cerebro a través de la nariz, activando el sistema límbico y ayudando a equilibrar tus emociones y tus digestiones». Puedes usarlos de distintas maneras:
- Difusor: añade de 1 a 10 gotas para aromatizar el ambiente. Menta o jengibre durante o después de las comidas pueden favorecer la digestión. Lavanda es ideal antes de dormir.
- Inhalación directa: si sientes náuseas o indigestión, basta con abrir el frasco e inhalar profundamente.
- Pañuelo o almohada: pon 1 o 2 gotas de aceites como lavanda, manzanilla romana o hinojo si el estrés está afectando tu digestión.
Aplicación tópica. Deben diluirse en un aceite portador (como el de coco o almendras). Para un masaje abdominal: mezcla 5 gotas de aceite esencial (hinojo, jengibre o manzanilla romana) con 10 ml del portador y masajea con movimientos circulares. También puedes aplicar la mezcla en las plantas de los pies o en puntos de pulso (muñecas, sienes, cuello).
Baños relajantes. Añadir unas gotas (máximo 3) de aceites esenciales como lavanda, manzanilla o tomillo al agua caliente del baño puede relajar cuerpo y mente. Ideal si el malestar digestivo tiene un componente nervioso o inflamatorio.
Los aceites esenciales no sustituyen el tratamiento médico, pero pueden ser aliados eficaces si los eliges bien y los usas con cabeza. Como dice Inma Borrego, «el poder de las plantas es enorme y, cuando se usa con conocimiento, puede marcar una gran diferencia en tu bienestar».
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