Utilizar botellas de vidrio en lugar de las de plástico ayuda a minimizar la exposición a los disruptores endocrinos. FOTO: Pexels.
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Qué son los disruptores endocrinos y por qué tienes que evitarlos a toda costa
Son compuestos que interfieren en la actividad de las hormonas, por lo que acaban dañando la salud. Y aunque están por todas partes, es posible evitarlos con unos consejos muy sencillos.
Por Marcos López
07 DE JULIO DE 2025 / 14:00
Es mucho más que el cortisol que pone tus niveles de estrés por las nubes o la melatonina que te ayuda a conciliar el sueño. El cuerpo humano se rige por la acción de multitud hormonas que le dicen a las células qué es lo que tienen que hacer en cada momento. Unos mensajeros químicos cuya función puede verse seriamente comprometida por los cada vez más conocidos, y temidos, disruptores endocrinos. Que más allá de en los pesticidas, están por todas partes. Te contamos qué son y cómo minimizar su exposición.
El doctor José Ángel Díaz Pérez, director de la Unidad de Endocrinología del Hospital Universitario HM Puerta del Sur, explica que «un disruptor endocrino es una sustancia exógena o mezcla de varias sustancias que alteran la función del sistema endocrino y, en consecuencia, causan efectos adversos para la salud en un organismo, en su descendencia o en las poblaciones».
Están por todas partes
Contrariamente a como mucha gente cree, los disruptores endocrinos no se encuentran únicamente en los pesticidas. Como apunta el experto, «también están en el plástico, tejidos, cosméticos y objetos de consumo». No en vano, a día de hoy se han identificado más de un millar de estos compuestos entre los que se incluyen, además de los pesticidas organoclorados y organofosforados, el dietiniestradiol, el triclosán, los bisfenoles, los ftalatos y los parabenos.
Pero, ¿realmente están tan extendidos? Pues sí. Basta un simple ejemplo. Como refiere el especialista en Endocrinología, «los bisfenoles se encuentran en CD’s, lentes de gafas, plásticos en la cocina, ordenadores, automóviles, cristaleras, biberones y garrafas de agua reutilizables, papel y cartón reciclados en envases alimentarios, en el recubrimiento interior de latas de conserva, composites dentales y un largo etcétera».
Los disruptores endocrinos son nocivos a cualquier edad
La acción de estos compuestos sobre el sistema endocrino, o lo que es lo mismo, sobre las hormonas, puede tener consecuencias muy negativas para la salud. Ya desde la misma concepción. De hechºo, alerta el doctor Díaz Pérez, «la exposición prenatal a múltiples disruptores endocrinos puede disminuir el cociente intelectual o aumentar el riesgo de trastornos del neurodesarrollo. Algunos de estos compuestos actúan a través de la alteración de la señalización tiroidea, pero también pueden hacerlo interfiriendo en la señalización de andrógenos y estrógenos que están implicados en los trastornos del neurodesarrollo».
Lógicamente, los menores tampoco están exentos de los perjuicios de estos compuestos. Pues si bien «los datos son menos consistentes para las etapas de la infancia y adolescencia, se sospecha que, dada su marcada dependencia del sistema endocrino, los efectos adversos de estos disruptores serán también relevantes».
Fuente de multitud de patologías
Queda la etapa adulta. En la que es bien sabido que la exposición a estos disruptores influye en muchas enfermedades. Caso, entre otras y como cita el experto, «las cardiovasculares; la obesidad y los trastornos metabólicos, incluida la diabetes tipo 2; ciertos cánceres en órganos reproductivos; las enfermedades del neurodesarrollo; y la endometriosis en la mujer y la infertilidad en el varón».
En mano de los gobiernos
Así que no queda otra que evitarlos. A toda costa. Para lo que se requiere la intervención de los que mandan. Pues «aunque el organismo dispone de métodos para eliminarlos, la mejor forma es que los estados elaboren normas para que no estén presentes en los productos de consumo habitual», indica el doctor Díaz Pérez, que a su vez destaca que «la Comisión Europea los ha reconocido como sustancias potencialmente peligrosas para la salud y ha pedido elaborar un estudio exhaustivo para mejorar las regulaciones en los próximos años y minimizar la exposición humana y ambiental».
Cómo evitar los disruptores endocrinos desde casa
Pero no hay que esperar a que los gobiernos muevan ficha. Como concluye el especialista en Endocrinología, «a nivel individual podemos reducir la exposición a estos disruptores endocrinos mismo con normas sencillas, como sería evitar calentar la comida en fiambreras de plástico, sustituyéndolas por otras de vidrio o cerámica; o ventilar y limpiar bien los interiores del polvo».
También es muy recomendable utilizar sartenes y ollas de cerámica, hierro fundido o acero inoxidable que no contengan revestimiento antiadherente; usar botellas de acero inoxidable o de vidrio; y evitar los cosméticos que contienen estos compuestos, optando por aquellos libres de parabenos, benzofenonas, triclosán y ftalatos. Tus hormonas, y todo tu cuerpo, te lo agradecerán.