NO TE PIERDAS Me despierto en mitad de la noche y no me puedo volver a dormir: qué es el insomnio de mantenimiento y cómo combatirlo

¿Cómo volver a dormir como un bebé? FOTO: Freepik.

CUERPO

Síndrome de piernas inquietas: qué es y por qué te roba el sueño

No siempre es el estrés el culpable de tus noches en vela. Trastornos físicos como el síndrome de piernas inquietas también pueden robarte el descanso sin que te des cuenta.

Por María Corisco

23 DE JUNIO DE 2025 / 14:02

Te suena familiar: te acuestas con la esperanza de dormir del tirón, pero a las tres de la madrugada ya estás dando vueltas en la cama, con los ojos como platos y la mente en modo centrifugadora. Te despiertas varias veces, te cuesta volver a dormirte y, cuando por fin suena el despertador, sientes que has pasado la noche en vela. Si descansar bien te parece un lujo y cada mañana te levantas arrastrándote, es el momento de buscar formas de abordar el problema más allá de contar ovejas.

Las cifras alertan de una epidemia de mal dormir. 8 de cada 10 personas en España presenta problemas de interrupción del sueño, y 4 de cada 10 han sido diagnosticadas de insomnio o algún otro trastorno del sueño, como apnea, síndrome de piernas inquietas u otros. Así lo señala el estudio Sueño & Mood de percepción sobre rutinas del sueño y su impacto en el día a día de los españoles’, impulsado por Supradyn y que se ha presentado en INFARMA, el encuentro europeo de farmacia.

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Es un problema del que no se ha empezado a tomar conciencia real entre la población hasta hace poco, explica la doctora Rosa Molina, psiquiatra: «Hasta no hace mucho, parecía que hasta quedaba bien decir que dormíamos poco, que le quitábamos horas al sueño y que podíamos con todo. Ahora, en cambio, nos hemos ido al otro extremo, y encontramos a personas estresadas porque no logran dormir ocho horas. Nos hemos concienciado… pero quizás de más».

Cuando se habla de problemas de sueño, de inmediato surge el gran villano: el estrés. Problemas en el trabajo, en la pareja, con la familia… y las noches se hacen eternas. «Pero también hay que tener en cuenta que hay problemas físicos, de salud, que pueden ser las responsables de que no tengamos un sueño reparador».

El síndrome de piernas inquietas es un trastorno neurológico que provoca una necesidad casi irresistible de mover las piernas. Ocurre sobre todo cuando estás en reposo, como por la noche al acostarte. Muchas personas lo describen como una sensación molesta, como hormigueo, picor, cosquilleo o incluso calambres en las piernas, que solo mejora al moverlas. Este impulso de moverse puede hacer muy difícil quedarse dormido o mantener el sueño. De hecho, el síndrome de piernas inquietas es una causa frecuente de insomnio y despertares nocturnos.

Al no poder dormir bien, muchas personas con este síndrome se levantan cansadas, con somnolencia durante el día, irritabilidad o dificultad para concentrarse. «La causa exacta del síndrome de piernas inquietas no siempre está clara, aunque se ha relacionado con niveles bajos de hierro, cambios hormonales (como en el embarazo), ciertas enfermedades crónicas (como insuficiencia renal o diabetes), y también puede haber un componente genético», explica la doctora Molina. En otros casos, está asociado al uso de ciertos medicamentos o al consumo de cafeína, alcohol o tabaco.

Apnea: el sueño fragmentado que no recuerdas

La apnea del sueño es un trastorno bastante común, a menudo, infradiagnosticado, que interrumpe tu descanso sin que muchas veces te des cuenta. Se caracteriza por pausas repetidas en la respiración mientras duermes. Estas pausas pueden durar unos segundos o más y suelen ir acompañadas de ronquidos, jadeos o despertares breves que fragmentan el sueño, aunque tú no los recuerdes al despertar. «El resultado es que, a pesar de haber estado en la cama toda la noche, puedes levantarte sintiéndote agotado, con dolor de cabeza, dificultad para concentrarte o cambios de humor. A largo plazo, esta falta de descanso reparador no solo afecta a tu calidad de vida, sino que también puede aumentar el riesgo de problemas de salud como hipertensión, enfermedades cardiovasculares o diabetes tipo 2″.

En estos casos, las soluciones pasan por un diagnóstico diferencial y un tratamiento adecuado prescrito por un especialista:

  • Para el síndrome de piernas inquietas hay tratamientos y cambios en el estilo de vida que pueden ayudar: desde suplementos de hierro si hay déficit, hasta técnicas de relajación, ejercicio moderado y evitar estimulantes.
  • Para la apnea del sueño, el tratamiento depende de cada caso, pero suele también incluir cambios en el estilo de vida (bajar de peso, dejar de fumar, dormir de lado), hasta el uso de dispositivos como el CPAP (una máquina que mantiene las vías respiratorias abiertas con una ligera presión de aire). Si roncas mucho y te sientes constantemente cansado, es importante consultar a un especialista del sueño: dormir bien no es un lujo, es una necesidad para tu salud.

Cuando no hay detrás una causa física, como en el caso del síndrome de las piernas inquietas o la apnea del sueño, hay que estar atentos a esos factores que pueden estar detrás del mal descanso. «Es muy importante identificarlos y tratar de corregirlos, porque un sueño de calidad es vital para multitud de procesos: como la consolidación de la memoria, reparación celular…».

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También conviene tener claro que no todo es insomnio: «Puede haber situaciones de duelo, picos de estrés, cuestiones personales que te hacen dormir peor durante unos días. A eso no lo llamamos insomnio. Otra cosa es cuando aparece un cuadro persistente, prolongado en el tiempo y que termina teniendo impacto en nuestra funcionalidad. Como profesionales, a menudo lo vemos como un trastorno secundario a un cuadro depresivo o ansioso, pero son problemas que a menudo se retroalimentan».

Entre los consejos que brinda la experta para intentar alcanzar un sueño reparador, destaca «eliminar el ruido. Puede ser ruido visual, como el de una pantalla o una habitación patas arriba; o auditivo como la tele puesta permanentemente; o mental, con el runrún de los pensamientos que no te deja descansar. Para esto último, recomiendo poner estos pensamientos en una libretita como una nota para el día siguiente».