En busca de unos manolos a precio de ganga. El enganche a las compras de ropa en apps de segunda mano crece como la espuma. Foto: Sex and The City.
compras, ¿luego existes?
Vinted, Wallapop y el arte de comprar sin necesitar
Mirar una y otra vez en tu móvil en busca de gangas que no necesitas sólo te genera ansiedad. Y una vez encontrada, la felicidad inicial puede tornarse en culpabilidad
Por Marcos López
11 DE OCTUBRE DE 2025 / 08:00
Cada vez son más las personas que reconocen abiertamente su adicción a comprar ropa de segunda mano. Y no es por ser hippy, ni boho. Es que son adictivas. Te ponen esas prendas que tanto te gustan a precios golosones y acabas picando. Una y otra vez. Engancha la ganga, engancha el regateo, engancha el ‘a ver qué hay en jerseys rojos de cachemir en estado impecable por menos de X euros’. No los necesitas, pero te puede el maldito fear of missing out (FOMO).
Engancha la ganga: el FOMO también tiene estilo
Elena Jiménez, especialista en Psicología Clínica, explica que «este FOMO o miedo a perderse algo es un fenómeno que genera ansiedad en los compradores. Temen perder la oportunidad de hacerse con una compra que consideran única, aunque sean muy conscientes de que antes o después volverá a presentarse».
Ansiedad, urgencia y el falso «ahora o nunca»
Hay personas que para culminar su día buscan relajarse practicando la meditación o leyendo un libro. Pero no es tu caso. Tú necesitas darte una vuelta por Wallapop, Vinted u otra app de ropa de segunda mano para ver si hay alguna prenda que te alegre la existencia. Como ya has hecho tantas otras veces a lo largo de la jornada. Lo que, lejos de calmarte, puede resultar (muy) estresante.
Como apunta la experta, «este FOMO se manifiesta como una sensación de urgencia. Genera ansiedad por encontrar ese artículo que se considera imprescindible. Esto impulsará al comprador adquirirlo de forma totalmente impulsiva e irreflexiva, sobre todo, por un miedo a una escasez ficticia, a un ahora o nunca, alertada por el vendedor siguiendo técnicas de marketing».
‘Shop till you drop’: el bucle emocional del comprador
Da igual. Has encontrado ese chollo, esa prenda que (crees que) llevas tanto tiempo buscando a un precio irrisorio. Lo que te hace muy feliz. Aunque es posible que mañana, cuando veas que no es más que otra de esas prendas que desbordan tu armario y que jamás llegarás a lucir, no te sientas tan bien contigo mismo.
Es cierto, como reconoce la especialista en Psicología, «que la adquisición pueda causar una satisfacción inmediata en el comprador. Cree haberse hecho con un artículo irreemplazable que considera una recompensa. Sin embargo, también puede generar un sentimiento de culpabilidad una vez reflexione sobre su acción, tanto por la manifiesta falta de control como por la adquisición de un objeto que realmente no necesita». Los anglosajones tienen hasta una frase para esto: shop, shop, till drop, algo así como ‘compra, compra, hasta desfallecer’.
Cuando la sostenibilidad se convierte en coartada
Las apps de ropa de segunda mano son un fenómeno en auge en todo el mundo. Un informe del Instituto Francés de la Moda (IFM) ha revelado que, por primera vez, una app de ropa seminueva (Vinted) le ha comido la tostada a las clásicas (y todopoderosas) plataformas de venta de moda a estrenar.
Un sorpasso que, entre otras razones, se explica por la reducción del impacto ambiental que supone la adquisición de prendas previamente utilizadas. O eso pensamos al comprar, ya que no está claro que tanto envío contribuya a reducir la huella ambiental. También, por el ahorro para el bolsillo del comprador. Aunque esto último no pasará en caso de que las conviertas en un pozo en el que dilapidar tu dinero compulsivamente.
Cómo salir del círculo (sin perder el estilo)
Pero, ¿qué se puede hacer para evitar caer en la tentación? Elena Jiménez lo deja muy claro. Lo primero es «pararnos a pensar si estas compras de ropa en apps de segunda mano son realmente necesarias, si la prenda que vamos a adquirir nos es útil. Sobre todo en aquellos casos en los que la adquisición se utiliza a modo de recompensa para cubrir una deficiencia emocional».
También es importante hacer una lista de las prendas que guardas en tu armario para corroborar que la ganga no te hace ninguna falta y, por tanto, no te va a hacer más feliz. Un truco útil para combatir la adicción a comprar ropa de segunda mano es «fijar un presupuesto periódico, por ejemplo semanal, con el que controlar el gasto y evitar los excesos». Y si nada de esto funciona, si aún sigues dejándote arrastrar por los cantos de sirena, aún queda un último recurso al que agarrarse: «Elimina la tentación. O lo que es lo mismo, borra la app del móvil».