Cómo reciclar la ropa que ya no usas y darle una segunda vida

Tener los armarios abarrotados de ropa es uno de las principales causas de la fast fashion. Se ha normalizado comprar por comprar y más aún en época de rebajas. Muchas de esas prendas acaban en el fondo del armario y no vuelven a ver la luz, y, debido a ese desuso, es más fácil que terminen en un contenedor o que sean mal recicladas.

Según un estudio realizado por la Confederación de Cáritas, en España alrededor de 900.000 toneladas de ropa al año acaba en vertederos, lo que es una cifra alarmante para el planeta. Frente a ello, muchas firmas de moda han empezado a implantar servicios de reparación de sus prendas para darles una segunda vida útil. Sin embargo, la moda sostenible empieza a ser una lucha de todos y existen numerosas formas de reciclar aquella ropa que ya no usas y transformarla en tu prenda más recurrente.

Por qué es importante reciclar la ropa

Una de las principales consecuencias que presenta la industria textil en el medioambiente son las emisiones de CO2, que emite la producción de ropa y calzado. Se trata de emisiones superiores a las que provocan los vuelos de los aviones, según la ONU. Y esto se suma a las toneladas de prendas que acaban en los vertederos.

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Aprender a reciclar bien la ropa se convierte en una prioridad para el planeta. Según Slow Fashion Next, la plataforma de formación y divulgación de moda, los beneficios derivados del reciclaje textil se centran en la «disminución del consumo de recursos en el proceso de producción de prendas nuevas». Y esto va de la mano de la reducción de «costes logísticos y de mantenimiento de prendas de nueva creación».

Cómo se recicla la ropa

Este proceso de reciclaje está clasificado en tres partes, explican: clasificación, reutilización y reciclaje. En este último paso lo que se hace es que se introducen las prendas en una trituradora gigante y pasan a ser utilizadas para crear nuevas telas, o para crear fibras no textiles. El polvo que se genera en este proceso se prensa en bloques y, después, se utiliza en la industria papelera.

Pero antes de llegar ese paso final para la ropa, existen diferentes acciones que están al alcance de todos para concienciar y controlar el consumo de moda y, asimismo, alargar la vida útil de las prendas.

Rediseña tus prendas

Todas esas prendas que llevas meses, incluso años, sin utilizar pueden rediseñarse. Además de ser una buena forma de cuidar del medioambiente, también es una manera de explotar tu creatividad.

Esto consiste en colocar encajes, cortar mangas o estampar prendas. Así, un vaquero puede transformarse en una bolsa para ir hacer la compra, la tela de una camisa la puedes convertir en un pañuelo para el pelo o la lana de un jersey se puede rediseñar para hacer un muñeco de peluche.

Dona o vende lo que no te pongas

La donación o la venta de aquello que ya no te pones es otra de las soluciones que están a la orden del día. Esto permite que otra persona pueda darle una segunda vida a tu ropa y, además, promueve las compras conscientes y responsables. Para ello, puedes usar aplicaciones como Vinted o Wallapop, donde puedes vender tu ropa o intercambiarla con otro usuario.

Aprende a reciclar

Además de ser consciente de las compras que se hacen y apostar por la calidad; de rediseñar las prendas cuando ya no te valen o te has cansado de ellas; y vender o donar aquello que no te volverás a poner, el último paso es reciclar bien. Para ello, necesario depositar la ropa en aquellos contenedores que están destinados para ello.

Según Ecoembes, el proceso de descomposición del material textil en los vertederos genera gases de efecto invernadero, como el metano, el cual se produce cuando materiales orgánicos, como el algodón y el lino, se descomponen. Estos gases favorecen el cambio climático. Es por ello que esta debería ser la última opción a la hora de reciclar las prendas para ser más sostenibles y respetuosos con el medioambiente.