
Los trastornos por ansiedad no son patrimonio de los adultos; también los sufren los adolescentes. FOTO: Euphoria
MENTE
Adolescentes cada vez más ansiosos: así les puede ayudar la meditación
El estrés no entiende de edades. Palpitaciones, inseguridad, cansancio mental... la ansiedad adolescente es un problema real, y la meditación puede ser su antídoto.
Por María Corisco
02 DE JUNIO DE 2025 / 14:00
Ser adolescente nunca ha sido fácil. Pero, en estos días, al carrusel emocional propio de esta etapa se suman otras variables, como las redes sociales, la avalancha de estímulos digitales o la presión por encajar en un mundo hiperconectado y lleno de referentes inalcanzables. En este contexto, no es extraño que muchos chavales vivan con un nudo en el estómago y la mente a mil por hora, es decir con ansiedad.
Los datos lo confirman: el Barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia 2023-2024 de UNICEF España indica que el 41% de los adolescentes en España manifiesta haber tenido o creer haber tenido un problema de salud mental en los últimos doce meses, y el Informe RAYADAS de la Fundación Manantial revela que el 59% de los jóvenes que consideran su salud mental como normal, mala o muy mala se identifican con el diagnóstico de ansiedad. Según datos del Ministerio de Sanidad, un 19,6% de adolescentes entre 14 y 18 años ha consumido alguna vez pastillas para la ansiedad o el insomnio.


La generación ansiosa
La adolescencia, explica Belén Colomina, psicóloga y colaboradora de la app de meditación Petit BamBou, es «un periodo especialmente vulnerable» por varias razones:
- El cuerpo y la mente atraviesan cambios biológicos y hormonales intensos, que alteran el sistema nervioso y la estabilidad emocional.
- A esto se suman las presiones externas, como el rendimiento académico, la elección de una carrera o las expectativas familiares, que muchas veces generan una carga difícil de manejar.
- También, los conflictos dentro del grupo de amigos, el miedo al rechazo o la presión en las relaciones amorosas.
- Igualmente hay cambios sociales profundos. Se busca pertenecer, encontrar la propia identidad y ser aceptado por los grupos de iguales, lo que puede generar miedo al rechazo y una fuerte inseguridad.
- Además, la autoexigencia y la comparación social, a través de las redes especialmente, refuerzan la idea de que hay que ser siempre exitoso, feliz o encajar a la perfección.
«Y todo esto ocurre muchas veces sin contar con herramientas emocionales suficientes para gestionar la incertidumbre, la frustración o el miedo. Es ahí donde la ansiedad puede aparecer y crecer», apunta la experta.
El estrés puntual es normal; el crónico no lo es
Es fácil infravalorar los problemas, conflictos y emociones que llevan al estrés adolescente, y a menudo se meten en el saco sin fondo de la edad del pavo. Pero hay que estar atentos, apunta Belén Colomina, porque, si bien es normal tener momentos de estrés en la adolescencia, no lo es tanto que este estrés se vuelva constante o afecte a distintas áreas vitales. «Entre las señalas de alarma están los cambios de humor repentinos o una irritabilidad exagerada, así como dificultad para dormir, cambios en el apetito o quejas físicas constantes sin causa médica (como dolor de cabeza o estómago). El aislamiento social o evitar situaciones que antes se disfrutaban son también señales».
¿Qué pueden hacer los adultos? «Validar lo que sienten, sin juzgar, sin interrogar ni sermonear; ayudarles a encontrar formas de expresarse a través del arte, el deporte, la escritura o el silencio, y fomentar hábitos de autocuidado como dormir bien, moverse, descansar de las redes también suma».
El poder de la meditación, también en adolescentes
Entre las distintas herramientas que pueden utilizar los adolescentes para combatir la ansiedad y el estrés, una especialmente potente es la meditación. Precisamente, Belén Colomina ha ideado un nuevo programa, llamado Ansiedad y adolescencia, que se acaba de incorporar al catálogo de meditaciones de Petit BamBou. El objetivo es ayudar a los chicos a afrontar los retos de esta etapa de sus vidas desde la calma y en confianza, regular sus emociones y ayudarles a desarrollar hábitos de autocuidado como dormir bien, relacionarse con los demás de una forma sana, moverse y descansar de las redes sociales.
Se trata de derribar el mito de que la meditación es para adultos y de animar a los adolescentes a introducirse en su práctica: «Les diría que, en realidad, no se trata de dejar la mente en blanco ni de estar zen todo el día. Meditar es pausar y conectar contigo mismo para ver cómo estás, respirar y bajar el ruido y el caos mental. Es como poner tu mente en modo avión por unos minutos, para que no se sature. Te ayuda a no reaccionar en automático y a tener más claridad cuando todo te abruma; a tomar mejores decisiones, a tener una mayor atención y concentración, a mejorar tus relaciones, la calidad del sueño y sentir mayor calma».
También desde TikTok se ha querido dar un empuje a la meditación en la adolescencia. Recientemente, la aplicación ha anunciado una nueva opción: un ejercicio de meditación guiada nocturna que está activado de forma predeterminada para los usuarios menores de 18 años. Así, a las 10 de la noche, su página Para Ti se ve invadida por una pantalla azul y música relajante, y se guía al usuario a inhalar, contener y exhalar.
Es posible que esta iniciativa forme parte de una campaña de lavado de imagen de TikTok, especialmente tras las demandas recibidas en las que se acusa a sus creadores de desarrollar una app intencionalmente adictiva que perjudica a niños y adolescentes. En cualquier caso, los responsables han contratado al doctor Willough Jenkins, psiquiatra infantil, para promover esta propuesta, con la finalidad, señala la experta, de que «tras terminar la meditación, los chicos dejen el teléfono a un lado».
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