Descubre que es la ley del espejo y cómo puede ayudarte a conocerte mejor. / Unsplash
Mente
La ley del espejo: Una regla mágica que resuelve cualquier problema en la vida
Esta herramienta de autoconocimiento afirma que todas las circunstancias externas de nuestra vida son un reflejo de nuestro interior. Aprende a utilizar la técnica introspectiva de la ley del espejo.
Por Tamara Izquierdo
29 DE JUNIO DE 2022 / 11:49
Mantener una buena salud emocional, sana y consciente, se ha convertido en una prioridad a nivel mental y espiritual para alcanzar paz y serenidad con uno mismo y su entorno. La ley del espejo no solo va a ayudarte a ver las cosas de una manera más positiva sino que, además, va a hacer que se terminen las eternas disputas internas, vernos de una manera más amorosa y sosegada. Aprende a ganar en salud mental y armonía.
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¿Qué es la ley del espejo?
Yoshinori Noguchi en su libro “La Ley del Espejo”, se refiere a este técnica como un reflejo de nosotros mismos en el otro, es decir, lo que vemos en otras personas es algo que habitaría en nuestro interior. De esta manera, lo negativo que observas en otra persona es un reflejo que vive en ti. ¿Esto realmente es así? Según el famoso psicoanalista Sigmund Freud, se trataría de “un mecanismo de defensa mediante el cual atribuimos a los demás aquellos rasgos de nuestra personalidad que no queremos ver ni reconocer en nosotros por resultarnos dolorosos e inaceptables”. Sin duda ya resulta bastante doloroso leer esto, ¿verdad?
Por tanto, la ley del espejo supone un ejercicio de consciencia y de autoconocimiento que habría que poner en práctica para comenzar a sanar lazos interpersonales con las personas de nuestro entorno y con nosotros mismos. Nuestros familiares, los compañeros de trabajo, el jefe, los amigos, los vecinos… le ley del espejo supondría una observación consciente de aquel sentimiento que nos provocan, ya que supone que el corazón es el origen de todo, donde se gestan y viven nuestras emociones.
Las 4 leyes del espejo
La ley del espejo nos propone realizar la técnica ante cualquier irritación o molestia que nos generen otras personas. Veamos las cuatro leyes que figuran en la ley del espejo:
- Primera ley: Todo lo que molesta, irrita, enfada o quiera cambiar de otro, está dentro de mí. Los demás reflejan aquello que no queremos ver o aceptar en nosotros mismos.
- Segunda ley: Si la crítica que provenga de otro me molesta o hiere quiere decir que está reprimido en mí.
- Tercera ley: Todo lo que otro critique, juzgue o quiera cambiar en mí, sin que esto me afecta, le pertenece al otro y es su responsabilidad.
- Cuarta ley: Todo lo que me gusta del otro también está dentro de mí, reconozco mis cualidades en el otro.
Cuando encontramos algo negativo en otra persona, según esta ley, es algo que nos molesta de nosotros mismos. Es lo que se ha llamado “sombra”, algo que debemos aceptar y abrazar para que no nos haga daño.
Pero no siempre ocurre de esta manera, podemos encontrarnos con una circunstancia donde nos moleste alguien con una actitud que refleja exactamente lo contrario de lo que somos. Si tenemos un concepto de educación y amabilidad alto acerca de nosotros mismos, encontrarnos con personas que no lo sean nos provocará rechazo. Es un espejo de lo que no somos y no queremos ser de ninguna manera.
¿En qué consiste la técnica de la ley del espejo?
Tendríamos que analizar a todas las personas que nos rodean, lo que nos molesta de ellas, lo que nos gusta o cómo nos hacen sentir. De esta forma seguramente vamos a darnos cuenta de ciertas cosas que nosotros podemos también estar haciendo mal como por ejemplo no tener las mismas reacciones sobre una situación con todo el mundo. También comienza a ser consciente de tu propio comportamiento hacia los demás.
Deberíamos hacer también una lista sobre lo que podríamos agradecer a esas personas que nos molestan e irritan, y otra sobre aquello sobre lo que sería bonito pedir perdón. Es una ardua tarea, pero ese esfuerzo va a ayudarnos a conocernos mejor y a minimizar la hostilidad ante personas y situaciones. De esta forma arrojaremos luz a nuestra “sombra” pues, seguramente, nosotros también hayamos criticado, juzgado y ofendido de alguna manera a los demás.
A este respecto, Borja Vilaseca, escritor, divulgador y conferenciante de desarrollo personal, explica que “para mejorar nuestras relaciones con los demás primero hemos de hacer las paces con el único enemigo que hemos tenido, que tenemos y que podemos seguir teniendo a lo largo de nuestra vida. Y para conocerlo basta con que nos miremos en el espejo: son todas las creencias erróneas y limitantes con las que distorsionamos nuestra manera de ver a los demás. No en vano, lo externo es siempre un reflejo de lo interno, pues lo que se observa es en realidad una proyección del observador. Tanto es así que la gente no nos ve tal y como somos, sino como la gente es”.
Nuestros conflictos internos pueden generar conflictos externos
¿Qué ocurre una vez que hemos realizado este ejercicio de introspección? Vilaseca argumenta que “al tomar consciencia de que somos co-creadores de lo que sentimos y experimentamos en nuestro interior, empezamos a asumir la responsabilidad de sanar las heridas emocionales causadas por nuestras interpretaciones y reacciones egocéntricas. Y no sólo eso. A lo largo de este proceso de autoconocimiento y desarrollo personal, también nos damos cuenta de que la maldad no existe, pues cuando somos esclavos de nuestra reactividad no somos dueños de nuestra actitud ni de nuestra conducta”.
Todos nuestros conflictos internos entonces se minimizarían o eliminarían porque seríamos conscientes de que se originan en nosotros y tenemos el poder de cambiar la perspectiva con la que los observamos. “Nuestros problemas con los demás son un reflejo de nuestros conflictos internos. Mientras no apacigüemos nuestra mente y serenemos nuestro corazón seguiremos luchando contra lo exterior” explica Vilaseca.
«Mirar sin juzgar dentro de nosotros, y a nuestro entorno, es un ejercicio que requiere recobrar la paz con uno mismo y dejar de estar en conflicto o en esa eterna lucha» apunta el experto. Entonces, no vemos a los demás como son, sino como somos nosotros, una vez tengamos conciencia de esto podemos aplicar la ley del espejo para sanar, de una vez por todas, todos nuestros conflictos internos.
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