¿Cómo conecta la alimentación saludable con la salud mental y el cuidado de cuerpo y mente?

Sabemos que deberíamos evitar, en la medida de lo posible, procesados, azúcares y grasas trans. Quizás de lo que no seamos aún tan conscientes es de que llevar una dieta rica en ese tipo de comida de mala calidad afecta a nuestro cerebro y puede provocar desequilibrios emocionales, incluso depresión. Una alimentación saludable, basada en verduras, frutas y comida real nos ayudará a mejorar la salud de nuestro intestino y nuestro cuerpo, pero también de nuestra mente.

Esta tendencia actual, que se apoya en miles de estudios, ha hecho que no solo en nuestras casas, sino también en los restaurantes los chefs tengan presente la importancia de realizar una propuesta gastronómica que conecte con lo saludable.

Algunos estudios a tener en cuenta

En enero de 2020, se publicaba en la revista Nutrients, el artículo Defining a Healthy Diet: Evidence for the Role of Contemporary Dietary Patterns in Health and Disease, de los investigadores Hellas Cena y Philip C. Calder, que parten de plantear cuál es la definición de lo que constituye una dieta saludable. Desde su punto de vista, es algo que cambia continuamente para reflejar la evolución de la comprensión de las funciones que desempeñan los diferentes alimentos, los nutrientes esenciales y otros componentes alimentarios en la salud.

Su punto de vista se apoya en que existe una clara relación entre hábitos dietéticos y el estado anímico. De manera que consumir cierto tipo de nutrientes influye positivamente en la salud y promueve la prevención de enfermedades comunes no transmisibles.

Este estudio hace referencia también de la dieta mediterránea y sus efectos positivos. Defendiendo que, en comparación con una dieta occidental más tradicional, esta alternativa más saludable contiene más alimentos de origen vegetal, incluidas frutas y verduras frescas, cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos, y menos alimentos de origen animal, en particular carnes grasas y procesadas, lo cual repercute de forma directa en nuestro bienestar.

Por su parte, la doctora Suzanne Dickson, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), experta en Psiquiatría Nutricional afirma que se han encontrado evidencias del vínculo entre una dieta pobre y el empeoramiento de los trastornos del estado de ánimo, incluida la ansiedad y la depresión.

European Neuropsychopharmacology publicó en 2019 los resultados del estudio elaborado por Dickson bajo el título Nutritional psychiatry: Towards improving mental health by what you eat, donde afirma que «vincular los efectos sobre la salud mental con causas dietéticas demostrables debe ser el foco principal de futuras investigaciones en psiquiatría nutricional».

Uma Naidoo, directora de Psiquiatría Nutricional y Metabólica de Massachusetts General Hospital y autora de This Is Your Brain On Food, es portavoz destacada a nivel internacional también en psiquiatría nutricional y es fundadora del primer servicio clínico estadounidense en este ámbito. Trabaja con los pacientes para mejorar su estado de ánimo y su salud mental mediante la nutrición.

Esto no son más que algunos importantes nombres a nivel global que muestran un modo de entender la alimentación en conexión directa con la salud. Recopilando opiniones y consejos aportados por estos y otros expertos nutricionistas, podemos hablar de algunos hábitos que contribuyen de forma positiva a nuestra dieta y, en consecuencia, a nuestra salud, si tomamos en cuenta estas corrientes.

8 hábitos saludables que deberías tener en cuenta en tu alimentación

1. Hacer ingesta de mayor cantidad de verduras al día. Idealmente en al menos tres comidas diarias.
2. Una cena más temprana y ligera. Los horarios y el descanso forman parte de los hábitos conectados con la alimentación.
3. Evitar el exceso de azúcar, el contenido en grasas de muy baja calidad y las harinas refinadas.
4. Aumentar en compensación el consumo de grasas saludables: ácidos grasos Omega 3. Nuestro cerebro necesita grasas para sobrevivir y funcionar; la clave es elegir las grasas saludables.
5. Consumir alimentos ricos en probióticos y alimentos ricos en fibras. Hortalizas y verduras fundamentalmente.
6. Consumo de pescado azul y salvaje.
7. Añadir especias a la dieta. Algo que no solo sirve para potenciar el sabor, sino que muchas pueden potenciar las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que aumentan la salud del cerebro.
8. Aumento del consumo de vitamina D, Esta vitamina está asociada a la mejora del estado de ánimo, ya que interviene en la desinflamación en el cerebro y en la protección de las neuronas.

Aplicar estos hábitos puede ayudarnos, y elegir menús saludables cuando salimos de casa es otro modo de cuidarnos. Chefs como Diego Guerrero, 2 estrellas Michelin en su restaurante Dstage, es asesor para la clínica López Ibor en tratar lo que comemos como factor clave para la salud mental; igualmente, Mario Sandoval, con dos estrellas Michelin también en Coque, ha participado en estudios de CSIC para seleccionar alimentos que generan efecto positivo sobre enfermos de cáncer.

Pero hay otra manera de ver esta tendencia y es desde la perspectiva de aquellos chefs que están incluyendo en sus cartas recetas que sean nutricionalmente correctas, evitando azúcares o hidratos de carbono cuando no son necesarios. Este es el caso del chef Marco Carboni y su carta en Hermosilla, una de las aperturas más interesantes de los últimos meses en Madrid, por dar un caso concreto. Podemos decir que es una manera de actuar más silenciosa, pero efectiva. Y podemos considerar que ahí está el futuro de nuestra alimentación.

Estos son solo algunos ejemplos de cocineros que tienen esta misma visión y que tienen en cuenta que la alimentación va más allá y puede mejorar nuestra vida.