Mindful Love: cómo aplicar las neurociencias para encontrar el amor

Mucho antes de que hubiera GPS, ya se decía que todos los caminos conducen a Roma. Más que para orientarse, la frase se refería a que hay formas muy diversas de alcanzar un mismo objetivo. Pero, eso sí, si preguntas a la gran mayoría de expertos todos te dirán que si el objetivo merece la pena, pasará por vivir el momento presente. Convertirte en especialista justo de eso en el amor, o sea, ser capaz de amar en el presente, equilibrar tu energía, sin paranoias de pasado o de futuro, sería una manera muy equilibrada de enamorarse que puede aportar mucho bienestar a tu vida.

La doctora en psicología, sexóloga clínica y experta en mindfulness y neurociencia afectiva Emma Ribas, lo tiene claro: “el amor mindfulness es una forma de dejar de sufrir por amor”. No es la única manera de aplicar las neurociencias para ser más felices en pareja.

Qué es el amor mindfulness

Con más de 20 años de experiencia en consulta y como docente, Emma Ribas decidió escribir el libro Mindful Love porque considera que tenemos mucho margen de mejora en el arte de amar. “Me di cuenta de que el amor es una área donde hay mucho sufrimiento en la vida de las personas. Las consultas están llenas de personas que sufren y enferman por amor”, explica. Porque, según apunta la psicóloga “básicamente tenemos una idea distorsionada de lo que es el amor”.

Amar desde el momento presente, explica, “es un viaje al centro de tu corazón, un proceso de transformación personal. Donde te das cuenta de que la pareja que eliges habla de ti, de tu nivel de consciencia, es tu propio espejo, una gran oportunidad para trabajarte y evolucionar”. La clave para comenzar es comprender que “el amor no es una emoción: es un estado de conciencia”.

Cómo ayudan las neurociencias en nuestras relaciones de pareja

Las neurociencias nos pueden ayudar a vivir el amor en el presente e incluso a encontrar la pareja que se adecúe más a nosotros mismos. Todo para sentir el amor desde el bienestar y sin sufrimientos. “Las neurociencias ya han demostrado que las personas que eliges para compartir tu vida afectan directamente a tu cerebro, por lo tanto es clave hacer buenas elecciones. No es lo mismo estar con una persona que nos falta al respeto que con una persona cariñosa que nos muestre afecto”, indica la sexóloga.

En el primer caso –con una persona irrespetuosa–, “la agresividad me va a mantener en estado de alerta, miedo, y supervivencia, voy a vivir en un estado de miedo inconsciente, intoxicándonos de cortisol, la hormona del estrés”, subraya la experta. Por el contrario, en el segundo caso, “ser tratados con afecto y con amor es absolutamente sanador. Sentir que tu pareja es un lugar seguro te da paz”, recalca. Por eso, Ribas aclara que “si tu elección de pareja afecta en tu cerebro, imagínate ambos tipos de elección cuando perduren en el tiempo” y recuerda que “cuando integras en tu vida una nueva forma de pensar y vivir, diferentes áreas de tu cerebro cambian, a nivel estructural y funcional”. Ese es el cambio en positivo al que hay que aspirar.

Preguntas para aprender a amar

En los últimos años se está viviendo una revolución en las neurociencias. En ese tusnami de cambios, se pueden encontrar nuevas herramientas para ayudarnos a sentirnos mejor en nuestras relaciones de pareja. Para comenzar, Emma Ribas anima a hacerse una serie de preguntas: ¿Desde qué lugar estás viviendo en tu relación de pareja, desde el miedo o desde el amor? ¿Estás cuidando tu cerebro, tu cuerpo, tu vida? Responder de manera honesta a esas cuestiones ayuda a aclarar si el amor que se está viviendo apuesta por el dolor o por los cuidados.

La psicóloga recuerda que “la elección de pareja que haces es un reflejo de tu estado de consciencia. ¡Deja de esperar que la otra persona cambie! Esto es un desgaste que te lleva a perderte, enfócate en tu evolución personal”. De esa forma, se comienza a vivir en el presente y a atender a tus propias necesidades.

Por qué cuesta encontrar el amor

La profesional señala que en muchas ocasiones nos cuesta encontrar el amor “porque inconscientemente buscamos en la pareja aquello que no nos dieron en nuestra infancia, proyectamos nuestras heridas en la pareja”. O sea, lo que se busca son reflejos del pasado. Y, por supuesto, eso no ayuda a ser felices en el presente. “En realidad, veo inconscientemente a papá o a mamá en mi pareja, a través de las quejas proyecto mis necesidades no atendidas en la infancia”, apunta.

Para evitarlo, y por el contrario, para elegir una buena pareja, será imprescindible “realizar un buen trabajo personal y de autoconocimiento y tener sanadas mis propias heridas para hacer elecciones conscientes desde mis innegociables y no desde mis carencias”, añade Ribas.

Errores más frecuentes al buscar pareja

La psicóloga admite que hay muchos errores que se suelen repetir a la hora de afrontar el amor. Los más frecuentes que cometemos al elegir pareja son “creer que el amor todo lo puede, o que el otro ya cambiará. También establecer una relación con roles incorrectos o desiguales, dejarse llevar por las ansias de tener hijos o tener miedo a la soledad”.

Pero también señala otro error que puede empañar toda la relación amorosa: “fingir ser quien no eres cuando estás con tu pareja, no establecer proyectos de vida y valores comunes de salida y olvidar que lo que empieza mal, acaba mal”. En vez de buscar perderse en el otro, la sexóloga anima a hacer justo lo contrario: encontrarse a uno mismo. Y olvidar un mito que se suele repetir en plan romántico, que uno no decide de quien se enamora. “Respecto a este último error, es importante saber que al contrario que la atracción sexual, el amor es una decisión, no una casualidad”, recalca.

Técnicas de las neurociencias para encontrar el amor

Hay técnicas de las neurociencias que nos pueden ayudar a encontrar el amor o a mejorar nuestra relación de pareja, si ya la tenemos. Entre ellas, Ribas destaca que algunas son potentísimas. Por ejemplo, ella recomienda el ejercicio del shadow work, es decir trabajar la sombra. “Nuestra sombra es aquello inconsciente de mi personalidad que rechazo y proyecto en mi vida, en las otras personas, sin darme cuenta”, explica.

Para detectar tu propia sombra, ese lado más oscuro, la experta sugiere preguntarte, “¿qué es lo que no soporto de mi pareja o de no encontrar una pareja? ¿De qué me quejo?” Esas quejas pueden proporcionar mucha información, ya que aclara: “son una gran oportunidad de crecimiento, serán mi espejo”. Entre los ejemplos de quejas, la psicóloga cita algunas como que mi pareja no me escucha, nadie me elige, no le gusto a nadie, mi pareja no me ama… “Por el contrario, pregúntate: ¿Yo me escucho? ¿Yo me elijo? ¿Yo me gusto? ¿Yo me amo? Y si vamos más profundo: ¿quién sentí que no me escuchaba, no le gustaba, no me amaba ¿papá o mamá?”, recomienda. Justo eso es lo que debes trabajar para disfrutar mejor de tu relación amorosa.