Por qué ser la oveja negra de tu familia puede ser (muy) positivo para tu autoestima

Hay conceptos que, de forma instintiva, evocan una cualidad negativa, cuando lo cierto es que, si uno se detiene a pensar sobre ellos, esa percepción puede invertirse. Es lo que ocurre con la idea de ser una “oveja negra”. Si le das una vuelta, te das cuenta de que quien es una oveja negra en un grupo -sea la familia, el trabajo o el vecindario- sería una impoluta oveja blanca en otro entorno. Por ejemplo, si en una familia muy conservadora uno de los hijos se afilia a un partido de izquierdas, será la oveja negra del clan, y a la inversa sucedería igual. Es decir, la consideración de oveja negra va ligada al grupo al que uno pertenece.

Es lo que en psicología se conoce como el “black sheep effect”, un concepto que describe la tendencia de las personas a juzgar y tratar de manera más severa a aquellos miembros que se desvían de las normas o expectativas del grupo en comparación con los miembros de otros grupos. Así, quien se desvía del comportamiento esperado es percibido como un elemento discordante o una excepción negativa dentro del grupo.

El efecto oveja negra ha sido estudiado en diferentes contextos sociales, incluyendo el ámbito familiar, organizacional y político. Se cree que este fenómeno puede tener sus raíces en la necesidad de mantener la cohesión y la identidad del grupo, así como en procesos psicológicos como la identidad social y la percepción de amenazas internas: de alguna manera, te dicen que aceptes las normas y, al mismo tiempo, muestran a los demás lo que sucede cuando se rompen las reglas.

Por qué es mejor ser diferente

Pero, ¿por qué no romper con aquellas normas que no encajan contigo? Desde esta perspectiva, ser considerado una oveja negra no solo no tiene por qué ser negativo, sino que puede tener muchas connotaciones positivas. Así se ha visto en diferentes investigaciones en el campo de la psicología positiva, que señalan los aspectos beneficiosos de salirse del redil:

• Independencia y autoexpresión. Ser una oveja negra puede permitir a las personas expresarse de manera más auténtica y vivir de acuerdo con sus propios valores y creencias, en lugar de conformarse con las expectativas del grupo. Esto puede conducir a una mayor satisfacción personal y una sensación de autonomía.
• Resistencia a la conformidad. Las personas que son ovejas negras pueden ser menos susceptibles a la presión social para conformarse y seguir la corriente. Pueden ser más resistentes a la influencia de grupo y más propensas a tomar decisiones basadas en su propio juicio y criterio.
• Innovación y cambio. En entornos organizacionales y empresariales, las ovejas negras pueden desempeñar un papel importante en la introducción de nuevas ideas y en la promoción del cambio y la innovación. Su disposición a desafiar el statu quo puede llevar a mejoras significativas en los procesos y prácticas existentes.
• Creatividad y originalidad. Algunas investigaciones sugieren que las personas que desafían las normas sociales y se desvían del comportamiento esperado del grupo pueden ser más propensas a ser creativas y a generar ideas innovadoras. Esto se debe a que tienen una perspectiva única y pueden pensar de manera diferente a la mayoría.

¿Más creativos y originales?

Uno de los investigadores que ha estudiado los efectos positivos de ser una oveja negra en el contexto de la creatividad y la innovación es Charlan Nemeth. Profesora de Psicología en la Universidad de California en Berkeley ha estudiado cómo la disidencia y la desviación del pensamiento grupal pueden conducir a mejores resultados creativos y de toma de decisiones.

En su trabajo, Nemeth ha encontrado evidencia de que “las personas que se atreven a desviarse del consenso grupal y presentar ideas o perspectivas alternativas pueden fomentar un mayor pensamiento divergente y generar soluciones más innovadoras a los problemas. En lugar de conformarse con el pensamiento grupal, la presión del grupo o la búsqueda del consenso, la disidencia constructiva puede estimular el pensamiento crítico y la exploración de nuevas posibilidades”.

A través de sus estudios, Nemeth ha mostrado cómo “la presencia de una oveja negra en un grupo puede desafiar las suposiciones existentes, fomentar la discusión y promover la creatividad y la innovación”. Esto sugiere que la disidencia constructiva puede ser beneficiosa para el proceso de toma de decisiones y el rendimiento del grupo, aunque, eso sí, necesitarás que el grupo esté abierto a escuchar a quien desafía la norma establecida.

Cómo dejar de ser como los demás

Aunque ser la oveja negra pueda tener estos beneficios potenciales, el camino no está exento de desafíos y dificultades, como el rechazo social o la falta de apoyo. Hacer tu propia cruzada puede ser agotador, tanto que debes ver si realmente quieres seguir perteneciendo a ese rebaño de ovejas blancas o ha llegado el momento de tomar distancia emocional. Para ello, puedes ir pasando por distintas fases:

• Toma conciencia de tu individualidad: te permitirá tomar decisiones basadas en tus propios valores y creencias, en lugar de simplemente seguir la corriente del grupo.
• Siéntete cómodo contigo mismo: Darte permiso para no ser lo que se espera de ti, no pensar de la misma manera o no querer las mismas cosas te ayudará sentirte bien con tus valores y formas de ver la vida.
• Acepta a los demás: No se trata de que pienses como ellos, sino de que aceptes que son diferentes a ti. Y, si sientes que no perteneces a ese rebaño, es hora de buscar otros pastos.