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Alimentación sostenible, igualitaria y saludable
Día Mundial de la Alimentación: ¿qué podemos hacer para que cambien las cosas?
El mundo necesita una producción más sostenible que favorezca una alimentación de calidad, un medio ambiente sano y una vida más igualitaria, que no deje a nadie atrás.
Por Miriam Aguilar
15 DE OCTUBRE DE 2021 / 14:46
Cerca de 3.000 millones de personas (casi el 40% de la población mundial) no puede permitirse una alimentación saludable. Esta cifra que expone la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) nos recuerda, en el Día Mundial de la Alimentación celebrado el 16 de octubre, que aún son muchos los retos a los que tenemos que hacer frente. El cometido de reducir este número nos implica a todos y cada uno de nosotros.
Pero, ¿qué podemos hacer nosotros para reducir el hambre en el mundo? Para empezar, podemos tomar decisiones en nuestro día a día que favorezcan un sistema agroalimentario sostenible. Este concepto, que de primeras puede parecer algo confuso y abstracto, en realidad forma parte intrínseca de nuestras vidas. Cada vez que comemos estamos participando en el sistema: los alimentos que elegimos, así como su forma de producirlos, cocinarlos y almacenarlos nos integran en esa cadena agroalimentaria de la que depende la subsistencia de gran parte del planeta.
¿Qué es un sistema agroalimentario sostenible? Según la FAO es aquel que «dispone de una variedad de alimentos suficientes, nutritivos e inocuos a un precio asequible para todos, y en el que nadie tiene hambre ni sufre ninguna otra forma de malnutrición». El desperdicio de alimentos, la sobre explotación de cultivos, la pesca masiva, los fenómenos meteorológicos extremos debidos al cambio climático sumados a la pandemia de Covid-19 son, entre otros, el eje de una brecha cada vez más abierta que deja a las poblaciones más pobres en situaciones cada vez más precarias.
Unas 1.000 millones de personas trabajan en el sector agroalimentario, una cifra que supera a la de cualquier otro sector económico. La forma en que producimos, consumimos y, por desgracia, desperdiciamos alimentos somete a una enorme carga al planeta, que pierde unos recursos naturales finitos que terminan afectando al medio ambiente. El cambio climático es ya un hecho innegable y, aunque los principales actores mundiales estén llevando a cabo acciones como la reducción de su huella de carbono para revertir el daño que estamos haciendo al ecosistema, aún estamos lejos de conseguir el acceso a una alimentación sostenible y saludable para todos.
Unas 1.000 millones de personas trabajan en el sector agroalimentario, según la FAO.
La producción de alimentos tal y como se concibe hoy en día ha llevado a la extinción a muchas especies, ha deforestado grandes áreas de bosques para convertirlos en plantaciones de monocultivos llenos de pesticidas y ha creado aún más desigualdades de las que había entre países ricos y pobres. Mientras el 10% de la población mundial pasa hambre -según Rise Against Hunger-, el sobrepeso y la obesidad de los países desarrollados sigue aumentando y siendo una de las principales causas de mortalidad en el planeta.
La situación de la alimentación en el mundo tras la pandemia
Si ya estábamos en una situación precaria antes de 2020, la llegada de la Covid-19 no ha hecho más que empeorar las cosas. Los agricultores tienen más difícil que nunca vender sus cosechas, en ocasiones diezmadas tras enfrentarse a unas condiciones climatológicas variables y descontroladas. Mientras, en las ciudades se acude a bancos de alimentos cada vez en mayor número. Se impone un cambio de ruta urgente para alcanzar sistemas agroalimentarios sostenibles que sean capaces de alimentar a 10.000 millones de personas en 2050.
Cerca de 690 millones de personas sufren hambruna actualmente, 10 millones más que en 2019, según la FAO.
Soluciones para una alimentación sostenible e igualitaria
Claro que estamos a tiempo de revertir la situación y claro que existen soluciones. Eso sí, éstas deben pasar por los gobiernos, que son quienes pueden crear nuevas políticas que ayuden a los agricultores a generar producciones sostenibles de alimentos nutritivos y asequibles.
Dichas políticas deben promover la igualdad y el aprendizaje e impulsar la innovación.
Se trata, en definitiva, de poder estimular los ingresos rurales, ofrecer redes de seguridad a los pequeños agricultores y desarrollar la resiliencia climática.
El cambio requiere de una inversión responsable y un compromiso para reducir el impacto medioambiental y social en todos los sectores, especialmente en el sector privado, la sociedad civil, los investigadores y el ámbito académico. Es el único camino hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Concienciación y solidaridad, indispensables para que se produzca el cambio
Desde la FAO nos animan a activar un movimiento alimentario que abogue por un cambio ambicioso. Corramos la voz para crear conciencia. Que las redes sociales vayan más allá de los bailes virales y se conviertan en nuestro altavoz para llevar un estilo de vida saludable y sostenible.
Haz del #DíaMundialdelaAlimentación tu día: comparte tu acción individual en redes.
Este será el segundo Día Mundial de la Alimentación marcado por los efectos de la pandemia mundial de COVID-19. Es el momento de mirar hacia el futuro que tenemos que construir juntos. El reto sigue siendo complicado y es cada vez más urgente, pero se puede conseguir con tu ayuda, con la de todos.
¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Alimentación el 16 de octubre?
La FAO, que fue fundada el 16 de octubre de 1945, tiene entre sus objetivos fundamentales la erradicación del hambre en el mundo, mejorar los niveles de nutrición de la población y distribuir de forma igualitaria los alimentos.
Para promover este cometido y dar visibilidad a la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza, los 147 países que formaban la FAO en 1979 hicieron su reunión anual el 16 de octubre y decidieron crear, en esa misma fecha, el Día Mundial de la Alimentación.
La misión de este día tiene, además, otra importante fecha marcada en el calendario, ya que el objetivo de todas estas acciones es erradicar el hambre para el año 2030. Necesidades tan básicas como la alimentación deberían ser un derecho y una obligación, y llegar a todos los rincones del globo.
Día de la Alimentación 2021: Cultivar, nutrir, preservar. Juntos
Cada año, un lema acompaña a este singular día. Este 2021 el escogido es «cultivar, nutrir, preservar. Juntos». La idea es agradecer y dar todo el apoyo posible a los #HéroesDeLaAlimentación, que van desde pequeños agricultores y ganaderos a trabajadores de tiendas y supermercados, cocineros, restaurantes e intermediarios encargados de que los alimentos lleguen de las granjas a nuestras mesas en esta crisis de la COVID-19.
Tú también puedes estar entre los #HéroesDeLaAlimentación
El llamamiento de este año va dirigido a ayudar a las poblaciones más vulnerables, al fomento de una dieta saludable para todos y unos medios de vida dignos para los trabajadores del sector de la alimentación.
¿Qué puedes hacer para ayudar en el Día Mundial de la Alimentación?
Es mucho más fácil de lo que crees y está a tu alcance. La FAO nos da estas pautas:
- Lleva una dieta saludable y variada, consumiendo productos de temporada y evitando alimentos ultraprocesados. Si tienes niños en casa, inculcar buenos hábitos alimentarios desde pequeños es fundamental y lo puedes hacer ayudándote de libros como el Aitor Sánchez y Lucía Martínez, ‘¿Qué le doy de comer?’ o el de Blanca García-Otero Haro, ‘Sanotes, sanitos’.
- Usa las redes sociales con los hashtag oficiales #DíaMundialDeLaAlimentación y #HéroesDeLaAlimentación para propagar los mensajes de la FAO.
- Conviértete en héroe de la alimentación haciendo voluntariado en un banco de alimentos, la parroquia de tu barrio o en una ONG.
- Elige productos locales, frescos, como los que hay en mercados de agricultores.
- Respeta los alimentos, evitando el desperdicio de los mismos, aprovecha las sobras, conserva bien los alimentos en la nevera y no te olvides de congelar las verduras frescas, la carne y otros productos que se pueden almacenar durante largo tiempo.
Iniciativas como estas deberían prolongarse durante todo el año, y no quedar solo como un reducto del Día Mundial de la Alimentación. Cuesta muy poco y vas a ayudar mucho.
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