NO TE PIERDAS No todo es terrible, es que le damos demasiadas vueltas a las cosas

El junk journaling es crear un diario personalizado con material de reciclaje, y ayuda a mejorar la concentración. FOTO: Pexels/ ©Mert Coskun.

MENTE

Descubre el junk journaling, el arte de convertir el reciclaje en un bonito diario para reconectar contigo misma

Además de hacer cuadernos ideales, este ejercicio ayuda a reciclar y fomenta la concentración

Por Paka Díaz

11 DE SEPTIEMBRE DE 2025 / 14:06

Cuidar del planeta puede ayudarte a dar rienda suelta a la imaginación y crear cosas bonitas con un toque personal. Eso, en esencia, es el  junk journaling. Consiste, a grandes rasgos, en crear preciosos cuadernos con todo tipo de material de reciclaje.

No es reciclar sin más. Es crear, es dar vida a algo nuevo y con ello, cuidarte a ti mismo. «A muchas personas les cuesta parar, mirarse y escucharse. Y el junk journaling es una excusa perfecta para lograrlo», apunta Teté Durán, CMO en Blue Bamboo, profesora de Yoga Hatha-Vinyasa y Meditación y experta en Journaling.

TE PUEDE INTERESAR

El journaling es una práctica de escritura que ayuda a explorar nuestros pensamientos y emociones, dándoles rienda suelta. Su versión sostenible consiste crear cuadernos con materiales de reciclaje donde escribir esos sentimientos. Para ponerte a ello, tan solo necesitas un cuaderno random, pegamento y unas tijeras. A partir de aquí, tiene cabida todo lo que encuentres que te parezca chulo entre tus papeles, cuadernos, fotos y hasta publicidad de revistas antiguas.

La idea es documentar momentos, ideas e incluso emociones. A diferencia de un diario tradicional, un junk journal es una colección de recuerdos materiales. No necesita que escribas sistemáticamente una página tratando de poner en orden el caos de tus pensamientos. Basta con centrarte en tus sentimientos y hacerlos visuales. «Se trata de escribir y crear con lo que tienes a mano. A diferencia del journaling más tradicional, que suele ser más ordenado, estructurado o simplemente de escritura, aquí el caos también tiene cabida. Y eso cambia totalmente la experiencia», comenta Teté Durán.

Aunque, de momento, es minoritario, el junk journaling está en pleno crecimiento. Tanto, que hay canales de YouTube dedicados a él que superan los 100.000 suscriptores. Este tipo de diarios de papeles viejos nació como una forma de reciclaje para que las personas usaran su basura, desechos y envases como forma de darles una nueva vida y hacer algo bonito con ellos. Por eso suelen mezclar papeles, páginas de libros antiguos, hojas de contabilidad, pegatinas… Todo vale. 

«Literalmente estás reutilizando lo que normalmente iría a la basura. Es una forma de crear sin consumir más. Y cuando empiezas a mirar tus residuos como posibles tesoros creativos, tu relación con ellos cambia. Empiezas a valorar más, a tirar menos, y a mirar todo con otros ojos», subraya Durán.

Además de una práctica sostenible o ecológica, el junk journaling puede ser una herramienta para transformar nuestra relación con el consumo y los residuos. La experta en journaling de Blue Bamboo destaca que ocurre «porque te das cuenta de que no necesitas más cosas para crear o expresarte. Que un envoltorio bonito, una hoja vieja o una entrada de bus también cuentan historias. Y eso, sin darte cuenta, te va haciendo más consciente».

Además, la experta destaca que hay que tener en cuenta que «no se trata solo de darte cuenta de lo que tiras, sino también de lo que compras. Es como si pusieras un filtro nuevo en tu mirada diaria: todo lo cotidiano se convierte en potencialmente valioso. Y eso transforma mucho más de lo que parece».

Además de promover la conciencia ecológica y sostenible, Durán destaca que para ella «ha sido clave en momentos de mucha exigencia o caos mental. Es una herramienta brutal para poner claridad, para entenderte mejor. Además, te conecta con la parte más lúdica, más creativa, sin presión de hacerlo bien».

Este mix entre collage y ensayo literario «no tiene normas, no exige nada. Solo te invita a estar contigo, a jugar, a soltar». Quienes lo practican reconocen que sienten más calma. «Les sirve para poner en orden emociones que ni sabían que estaban ahí. Me dicen que hacía tiempo que no se sentían tan presentes».

OTROS TEMAS WELIFE

También ayuda a reconectar con tu parte creativa, «esa que muchas veces está olvidada o enterrada debajo de las prisas. Para muchas personas es como abrir una puerta que tenían cerrada desde hace años». El junk journaling ayuda a practicar la atención plena o mindfulness ya que «cuando estás recortando, pegando, eligiendo una palabra o buscando un papel que te resuene… estás ahí». Es estar presente sin tener que meditar.

Para iniciarte en el junk journaling tan solo necesitas proveerte de materiales reciclados. «Puedes empezar con sobres viejos, tickets, papeles de regalo, revistas, postales, entradas de cine, etiquetas de ropa, papeles que tengas por casa… y un cuaderno cualquiera. El resto es jugar. No hace falta que sea bonito, ni perfecto, ni Pinterest. Es tuyo y punto».

Si no te ves tan creativa, o piensas que no tienes talento para el junk journaling, Durán recomienda, lo primero, olvidarse de presiones. «Aquí no se trata de hacerlo bien, sino de hacerlo. El junk journaling no es para artistas, es para personas que necesitan expresarse, soltar, conectar, vaciarse o llenarse», afirma. Aquí no hay errores. No hay un esto está mal, o esto no se hace.

«Mi consejo práctico: empieza por una hoja. Coge tres cosas que ibas a tirar y pégalas. Escribe una frase. Y respira. Lo demás viene solo», sugiere. Una buena forma de sentirse mejor, más feliz.