Contrariamente a como piensa todo el mundo, el café no te aporta energía. FOTO: Freepik.
Alimentación
Por qué a veces el café te da sueño en vez de mantenerte despierto
Son varias las razones por las que la taza de café que saboreas a media mañana ya no disipa tu fatiga. Pero no te preocupes. Hay remedios muy sencillos para combatir la fatiga sin depender de la cafeína.
Por Marcos López
09 DE JUNIO DE 2025 / 07:30
La mañana avanza y ya han pasado varias horas desde que disfrutaste de un sabroso, y muy nutritivo, desayuno. Demasiadas, razón por las que tus reservas de energía se encuentran bajo mínimos y te sientes completamente agotado. Así que ha llegado el momento de recurrir al chute de energía universal para desterrar el cansancio. O lo que es lo mismo, de tomar una humeante taza de café. Pero hay un problema: lejos de disipar tu somnolencia, tus cafés de media mañana hacen que tengas aún más sueño.
En realidad, son varias las razones por las que el café ya no te ayuda a mantenerte despierto. Empezando por la más básica: que en realidad y contrariamente a como cree todo el mundo, nunca te ha aportado energía.
Carlota Pérez Sánchez, nutricionista del Centro Médico Quirónsalud Toledo y el Hospital de Día Quirónsalud Talavera, «el café no es una fuente directa de energía en términos fisiológicos reales. Aunque muchas personas asocian el café con un subidón de energía, este efecto es debido a su capacidad de bloquear los receptores de adenosina, un neurotransmisor que promueve la somnolencia, y no porque el café aporte energía como tal».
La cafeína ha perdido su magia
La cafeína es un estimulante natural que aumenta tu concentración y elimina tu sueño. Pero no por llenarte de energía, sino porque como han observado las Clínicas Psiquiátricas Universitarias de Basilea, contrarresta el efecto de la adenosina, una sustancia que genera el organismo de forma natural y que inhibe la acción de la dopamina y la adrenalina, lo que provoca somnolencia y cansancio.
Así que aquí se encuentra la segunda razón por la que el café ya no aporta el esperado subidón: de tanto tomarlo, ha perdido su magia. Como apunta Carlota Pérez Sánchez, «el consumo habitual de cafeína puede llevar al desarrollo de tolerancia, disminuyendo sus efectos estimulantes. Este fenómeno se ha asociado con la regulación al alza de los receptores de adenosina, lo que contrarresta la acción de la cafeína».
Efecto rebote de la adenosina
Más explicaciones potenciales para este efecto anti estimulante que te provoca a la ingesta de café: la deshidratación que hace que te sientas extremadamente fatigado. No en vano, refiere la experta, «se considera que el café tiene efectos diuréticos. Sin embargo, estudios recientes indican que su consumo moderado no conduce a una deshidratación significativa en consumidores habituales».
También es posible que tras tu taza de café se produzca un efecto rebote de la adenosina. Como indica Carlota Pérez Sánchez, «tras la metabolización de la cafeína, puede producirse un aumento en la actividad de la adenosina, lo que incrementa la sensación de somnolencia».
No estás durmiendo bien
Una última razón: la causa de tu somnolencia, de tu falta de energía, es que padezcas un trastorno del sueño. Que además, puede ser consecuencia de tu consumo de café a horas intempestivas. En palabras de la especialista en Nutrición, «el consumo de cafeína, especialmente en horas cercanas al descanso nocturno, puede alterar la calidad del sueño, reduciendo el sueño profundo y aumentando la latencia para dormir». Así que olvídate de que el café obre su esperado milagro. Lo que tienes que hacer es, simple y llanamente, dormir.
Cómo acabar con tu cansancio
Da igual la razón por la que el café hace que te duermas por los rincones. Perdido su efecto estimulante, hay distintas medidas alternativas «para combatir la fatiga sin depender de la cafeína», destaca Carlota Pérez Sánchez a la par que recomienda las siguientes estrategias:
- Hidratación adecuada: «Mantener un buen nivel de hidratación es esencial para el funcionamiento óptimo del organismo y la prevención de la fatiga».
- Sueño reparador: «Asegurar un descanso nocturno de calidad y duración suficiente es fundamental para la recuperación energética».
- Exposición a la luz solar: «La luz natural ayuda a regular el ritmo circadiano, mejorando el estado de alerta durante el día».
- Alimentación equilibrada: «Consumir comidas balanceadas y ricas en nutrientes proporciona la energía necesaria para las actividades diarias».
- Actividad física regular: «El ejercicio moderado puede incrementar los niveles de energía y reducir la sensación de fatiga».
- Técnicas de relajación: «Prácticas como la respiración profunda o la meditación pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar la concentración».