Todo lo que tienes que preguntar cuando vayas a teñirte para saber si tu pelo es más de tintes o de barros

La coloración del cabello es una tendencia en constante aumento tanto entre mujeres como entre hombres, y cada vez más personas recurren a teñirse como una forma de expresión personal o para cubrir las canas. De acuerdo con estudios realizados por la Unión Europea, aproximadamente el 60% de las mujeres y el 10% de los hombres optan por algún tipo de coloración varias veces al año.

Esta práctica responde no sólo a motivos estéticos, sino también al deseo de renovar la imagen personal o mantener un aspecto juvenil. Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿Cómo podemos teñirnos el cabello sin afectar su salud y manteniendo su vitalidad?

Diferencias entre el tinte tradicional y los barros

Los tintes convencionales, aunque eficaces, contienen una serie de químicos que penetran profundamente en la fibra capilar para fijar el color, lo cual puede derivar en debilitamiento y daño progresivo del cabello con el tiempo. Frente a este problema, han surgido alternativas naturales como los barros, que se han vuelto cada vez más populares como opción de coloración natural.

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A diferencia de los tintes tradicionales, estos barros están compuestos de ingredientes botánicos y colorantes vegetales que ofrecen coloración sin comprometer la integridad del cabello, logrando incluso nutrir y mejorar su textura con cada aplicación.

Los especialistas en coloración con barros en los salones de la marca Secretos del Agua explican que estos productos están formulados con ingredientes naturales y activos botánicos ecológicos que no sólo respetan la estructura capilar, sino que también revitalizan el cuero cabelludo.

Según los expertos de Secretos del Agua, «los barros no abren la cutícula ni oxidan el cabello; en cambio, ayudan a reestructurar y fortalecer la fibra capilar, ofreciendo beneficios desde la primera aplicación». Por su parte, Alba Esteban, embajadora de L’Oréal Professionnel, destaca que los barros cubren el cabello sin alterar su estructura interna, pero los tintes tradicionales tienen a su favor que logran una transformación de color más profunda y duradera.

Cómo se aplican tintes y barros

El proceso de aplicación de los barros requiere una preparación especial. Estos se aplican sobre el cabello previamente humedecido y, antes de comenzar, es necesario hacer un diagnóstico para evaluar la porosidad y elasticidad de cada melena, de modo que el resultado sea óptimo. Este procedimiento, que lleva unos 30 minutos, garantiza que la coloración sea suave y uniforme. En contraste, el tinte convencional suele aplicarse en cabello seco, y una vez elegido el tono, se combina con un tipo específico de agua oxigenada para lograr el color deseado en una exposición de aproximadamente 35 minutos.

En cuanto a los resultados estéticos, los barros ofrecen una paleta limitada que incluye tonos rojizos y anaranjados, los cuales se desvanecen de forma gradual sin dejar una marcada raíz, proporcionando un acabado natural.

Por su parte, los tintes químicos permiten una gama mucho más amplia de colores, desde rubios brillantes hasta tonos oscuros intensos, logrando una intensidad y un brillo que los barros no alcanzan. Estos tintes son especialmente populares entre quienes desean mejorar la apariencia del cabello canoso sin cubrirlo completamente o buscan tonos vibrantes que permanezcan por más tiempo, añade Esteban.

Qué elegir, ¿tinte o barros?

La elección entre tintes convencionales y barros depende, en última instancia, de los objetivos personales. Los barros son ideales para quienes buscan un color que respete y nutra el cuero cabelludo, lo cual es particularmente beneficioso para personas con cabellos delicados o cuero cabelludo sensible. João Soares, colorista en Maison Eduardo Sánchez, comenta que «los barros ofrecen una apariencia sin efecto raíz, y su color se aclara de forma natural con los lavados, proporcionando un look suave y auténtico».

Por su parte, los tintes tradicionales siguen siendo la mejor opción para quienes desean tonos más duraderos e intensos o prefieren resaltar las canas sin cubrirlas por completo. Esteban explica que los tintes tono sobre tono o los tintes ácidos no sólo brindan una gran variedad de matices, sino que también pueden nutrir el cabello desde el interior, manteniendo su apariencia sellada y saludable.

En definitiva, tanto los tintes tradicionales como los barros naturales tienen ventajas únicas que responden a distintas necesidades y preferencias. La elección entre uno y otro dependerá de los resultados estéticos deseados y del nivel de cuidado capilar que se busque integrar en la rutina de cada persona.