Al despertar, el cerebro pasa por un estado de somnolencia hasta llegar a estar activo. Mirar el móvil hace que el cerebro se salte esa fase y aflora el estrés. FOTO: Getty Images.
Mente
Los peligros para tu cerebro de mirar el móvil en la cama cuando te despiertas
El cerebro necesita tiempo para desperezarse. Mirar los correos del trabajo, las noticias o las redes sociales acrecentará tu estrés y hará que tu día se arruine ya de buena mañana.
Por Marcos López
15 DE NOVIEMBRE DE 2024 / 08:48
Tu teléfono móvil se ha convertido en una parte indispensable de tu vida. Como le pasa a casi todo el mundo. Ya sea para consultar los mensajes que te llegan de tu trabajo o para informarte de lo que ocurre en tu entorno, tanto próximo como planetario. De hecho, ya se ha acuñado un término que describe el miedo irracional a no disponer del móvil: la nomofobia. Pero tampoco es cuestión de que estés todo el día enganchado a la pantalla. Menos aún de que mirar el móvil sea lo primero que hagas nada más despertarte. Cuando ni siquiera has salido del abrigo de tu cama. Lo que, lejos de calmar tu ansia de información, puede arruinarte el día ya de buena mañana.
Kim Murray, coach de bienestar y salud mental, explica que “los teléfonos móviles son una de las mayores causas de estrés y ansiedad. Lo que por lo general sucede sin que nos demos cuenta. Así que nunca mires tu teléfono a primera hora de la mañana ni a última hora de la noche, pues son los momentos realmente importantes para preparar y relajar el cerebro”.
Dale tiempo a tu cerebro para que se despierte
Tu cerebro, como ocurre con el resto de tu cuerpo, necesita desperezarse. Activarse para, rebosante de la energía cognitiva que le ha procurado un descanso verdaderamente reparador, hacer frente a los quehaceres que se presentarán a lo largo de la jornada. Pero esta puesta en marcha necesita su tiempo. El cerebro no cuenta con un botón de encendido que, una vez apretado, le ponga a pleno rendimiento. Necesita organizar sus pensamientos. Reflexionar sobre las metas a alcanzar en el nuevo día. Y el móvil es muy eficaz para mandar toda esta planificación al garete.
Tienes que estar en buena onda
El cerebro, tal y como ha observado la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán, produce ondas de diferentes frecuencias en función de su nivel de actividad. Ondas delta durante la fase de sueño profundo; ondas theta durante el despertar, cuando aún se encuentra aletargado; y ondas alfa una vez se despierta y, todavía relajado, no procesa demasiada información. Pero aún queda un cuarto tipo de onda: las beta, muchas más veloces y que denotan una intensa actividad cerebral.
Por tanto, el cerebro sigue una secuencia natural por la que, inicialmente dormido –ondas delta–, pasa de un estado de somnolencia y relajación –theta y alfa– a uno de ferviente actividad –beta–. Lo que no sucede en caso de mirar el móvil, que hará que el cerebro se salte las dos ondas intermedias y aflore el estrés.
Espérate al desayuno
Es posible que estuvieras pendiente de un correo muy importante del trabajo. De un mensaje que te indicara los pasos a seguir durante el inicio de tu jornada. Pero por crucial que fuera esta información, no hay ninguna necesidad de consultarla entre las sábanas. De llenarte de ansiedad ya desde primerísima hora de la mañana. Lo que en ningún caso quiere decir que des la espalda a tus obligaciones laborales. Tan sólo tienes que posponerlas. Mirar el móvil después de disfrutar de ese paseo matutino que tanto bien le hace a tu salud o mientras te deleitas con un sabroso, saludable y energético desayuno.
Déjate de noticias y de redes sociales
Además, no te vas a limitar a mirar tu correo. Ya que tienes el móvil entre las manos dedicarás unos minutos a echar un vistazo a lo que ocurre fuera de tu habitación. A lo que está sucediendo en el mundo. Lo que sólo acrecentará tu ansiedad. Como alerta Kim Murray, “las noticias son intrínsecamente negativas y a menudo pueden provocar pánico. Y hay que tener en cuenta que las opciones para consultarlas en el teléfono son prácticamente infinitas”.
¿Aún sigues con el móvil? Pues antes de que pongas un pie fuera de la cama todavía hay una opción más para ponerte de peor humor y dejarte consumir por los nervios: ver cómo les va a tus amigos. O lo que es lo mismo, consultar unas redes sociales que, recuerda la experta, “te hacen comparar tu vida con las de los demás, lo que nunca hace que te sientas bien”. Una vez más, sal a la calle, date una ducha o prepárate un rico desayuno. Ya tendrás tiempo para mirar la pantalla y dejarte invadir por el mundo.
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