Por qué no comparten el edredón: los trucos de los escandinavos para dormir bien y ser más felices

Puede que los habitantes de los países escandinavos no sean los más longevos del planeta, pero sí son los más felices. No forman parte de las denominadas «zonas azules», catalogadas como las más saludables para vivir y que acumulan un mayor número de personas centenarias, pero siempre figuran en los puestos de cabeza en los listados de naciones con mayor nivel de felicidad. Y una de las claves, sino la principal, para lograrlo es que son unos campeones a la hora de dormir bien.

Te contamos qué hacen los escandinavos para lograr ese sueño reparador y de calidad que tanto necesitas para ser tan feliz como ellos.

Baja el termostato

El exceso de calor en tu dormitorio no le hace ningún bien a tu descanso. De hecho, investigadores del Hospital Charité-Universitätsmedizin de Berlín han demostrado que las personas que mantienen su habitación a una temperatura baja duermen mejor y disfrutan de un sueño REM más prolongado.

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Pero tampoco es cuestión de arriesgarse a sufrir una hipotermia: 18º C no sólo facilitará que duermas como un bebé, sino que promoverá la incineración de tus reservas de grasa parda, con lo que pueden quemarse tantas calorías como en un paseo.

Abre las ventanas de tu dormitorio

Los escandinavos saben muy bien que el frío facilita el reposo, por lo que antes de acostarse abren las ventanas de sus dormitorios durante unos minutos para facilitar la circulación de aire fresco. Y da igual que sea invierno y que el aire que corre en sus latitudes tan norteñas sea realmente gélido.

Airea tu ropa de cama

¿Ya has aireado tu habitación? Pues, a semejanza de los escandinavos, también tienes que ventilar tu ropa de cama. Tu edredón –o manta–, sábanas y fundas de almohada –y la propia almohada– deben exponerse al aire libre durante unas pocas horas. Todas las semanas y, cuanto más frío y sequedad haya en el ambiente, mejor. Así se eliminará la humedad de tu ropa de cama, lo que reducirá los malos olores y la acumulación de bacterias y ácaros del polvo que interfieren con tu descanso.

Un apunte: este aireamiento fue popularizado por la influencer sueca Cecilia Blomdahl, que en sus vídeos en TikTok recomienda que se haga no ya sólo todas las semanas, sino a diario –lo que en caso de una agenda apretada puede resultar demasiado exigente.

No compartas tu edredón

Ya disfrutas de un dormitorio y una ropa de cama con «frescura». Es el momento de meterse en la cama. Juntos pero no revueltos. Si bien las parejas escandinavas comparten lecho, no lo hacen así con sus edredones –o, de emplearlas, que por lo general no lo hacen, sus sábanas–.

De esta manera, y dado que cada persona tiene sus preferencias sobre el grosor del edredón –más liviano, para un descanso menos cálido, o más pesado–, se permite una mejor regulación de la temperatura corporal. Y también evita «colisiones» en caso de un sueño más o menos agitado.

Cecilia Blomdahl, que asegura no haber compartido nunca su edredón, es contundente al respecto: «lo realmente destacable es que podemos tener diferentes niveles de calidez en nuestros edredones, así como que podemos dormir sin interrupciones. Ésta es, sin ninguna duda, la clave para dormir bien».

Sal a la calle y disfruta del sol

Ya es de día y toca levantarse. Y no importa que los termómetros no sepan trepar hasta las temperaturas «sobre cero». Siempre que pueden, los escandinavos disfrutan del aire libre. De la naturaleza. También durante sus «fikas» o tapeos del mediodía con una infusión y un bollo o pastelito. Lo que es muy bueno para el reloj biológico interno que regula los ciclos de sueño y vigilia. Un estudio de la Universidad de Medicina de Viena ha constatado que la exposición a la luz solar ayuda a corregir las alteraciones del ritmo circadiano, lo que facilita un mejor descanso y mayores niveles de felicidad.

Relájate con un baño caliente

Tampoco es recomendable permanecer mucho tiempo a la intemperie y adquirir una tez azulada. Y de vuelta al interior, hay que entrar en calor. Lo que los escandinavos, especialmente los finlandeses, consiguen con una sauna. Mejor aún en los momentos previos a irse a la cama, pues una vez fuera de los vapores, el rápido enfriamiento de la temperatura del cuerpo lo preparará para dormir.

Es cierto que no todo el mundo vive en Finlandia ni cuenta con una sauna entre las dependencias de su domicilio. Pero una ducha o baño caliente de diez minutos en la hora previa a acostarse basta para disfrutar de un descanso de mayor calidad, tal y como ha concluido la Universidad de Texas.