Por qué comer en compañía te ayuda a acabar con el hambre emocional

A muchas personas les cuesta cocinar para sí mismas. Como si comer solos no fuera, ni de lejos, tan placentero como hacerlo en compañía. No andan desencaminados. Un estudio de 2015, publicado en la revista Appetite, demostró que las personas que comen solas no tienen tan buenos hábitos alimentarios como las que comen acompañadas. El principal problema que señalaban era la menor ingesta de verduras. Pero no es el único. La alimentación y los vínculos sociales van de la mano desde tiempos remotos. Nuestros antepasados sabían muy bien lo que hacían.

En el Reino Unido se tienen tan en cuenta los beneficios de comer en comunidad, que incluso han lanzado la campaña The Big Lunch (La gran comida), que se celebra cada junio para promover comer juntos.

En paralelo, una investigación de la Universidad de Oxford señaló que alimentarse en compañía mejora la felicidad, la conexión comunitaria y la satisfacción con la vida. Como hacían los seres humanos primigenios, sentarse alrededor de un fuego a compartir alimentos y contar historias puede darle sentido a nuestras vidas. E, incluso, ayudarnos a paliar el hambre emocional.

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Beneficios de comer con otros

Comer en compañía presenta varios beneficios, entre ellos, una mejora de la relación que se tiene con la alimentación. Como señala la coach nutricional Mentxu da Vinci, “comer con otros puede proporcionar una oportunidad para conectarse y compartir momentos placenteros, lo que puede influir en el bienestar emocional y reducir el estrés asociado con la comida”. Por tanto, supone una mejora en nuestra conexión social.

Creadora del la web Armonía Corporal y el Método Da Vinci, un programa grupal online para mejorar la relación con la comida, la experta también destaca que, al comer en grupo, solemos tomar las raciones adecuadas. “Solemos tomar la porción de comida que teníamos asignada, ya que uno tiende a seguir el ritmo de los demás, lo que puede ayudar a que comamos de manera moderada”, explica. También destaca que aumenta el disfrute de la comida, al hacer de la experiencia “algo social y placentero”.

Mejora de tu relación con la comida

Aparte de los beneficios mencionados, la profesional subraya otro esencial: la mejora de la relación con la comida. Muchas veces, por querer perder peso o por sentir hambre emocional, esta se hace complicada. “La compañía puede tener un efecto positivo en tu relación con la comida, ya que te sientes apoyada y disfrutas de la comida de una manera relajada y sin presiones”, indica da Vinci.

Pero siempre, eso sí, que las personas con las que estás tienen una actitud positiva y relajada en cuanto a la alimentación. “Si te encuentras con que tienen comportamientos alimenticios poco saludables o transmiten juicios sobre la comida, es posible que esto genere estrés o ansiedad en torno a lo que comes, puede influir negativamente”, advierte.

Comer en compañía para evitar el hambre emocional

El hambre emocional es un trastorno alimentario que nos provoca comer al confundir los sentimientos con el hambre sin ser conscientes de ello. “Muchas personas, sobre todo adolescentes, empiezan a comer emocionalmente cuando están solos, la mayoría de veces debido a que los padres trabajan. Son adolescentes que suelen llevar colgada la llave de casa del cuello”, destaca Mentxu da Vinci. Pero no sólo jóvenes. “También personas que viven solas y les cuesta trabajo transitar la soledad pueden acudir a la comida como falso refugio”, indica.

En esos casos, apunta, “se suele comer más cantidad y normalmente comida de capricho de la que podamos disponer de manera rápida como pizzas, bocadillos, pasta, helados, chocolates…”.

Para evitarlo, la experta recalca la importancia de comer en compañía. Apostar por comidas en familia en lo posible puede ser beneficioso para prevenir el hambre emocional. “Compartir comidas con amigos y seres queridos puede convertirse en una experiencia muy agradable y gratificante, llena de risas, conversaciones animadas y apoyo mutuo”, dice

«Sin embargo, comer en compañía, no es la única solución para este tipo de hambre, y se debe abordar las causas subyacentes, y ocultas, de esta manera de comer», añade.

Crear comunidad en torno a la comida

El chef Alejandro Serrano, el español más joven en conseguir una estrella Michelin en 2021, es el embajador de la iniciativa de The Social Hub Donosti, un hotel híbrido que también es un lugar de reunión. Con ella, el objetivo es crear comunidad en torno a la alimentación para estar más sanos y felices. “Se trata de una experiencia gastronómica no centrada en la comida, sino en las conexiones que las personas pueden hacer dentro de la comunidad de The Social Hub”, explica el chef.

Los Lunch & Learn que ha ayudado a crear son eventos donde se comparten conocimientos. Se trata de conectar a personas de diferentes visiones de creatividad, tanto del mundo digital como de otros campos. “Mi propósito era hacer una especie de networking donde todo estuviera conectado con la comida. Estar dentro de esa comunidad nos permite conectarnos con miles de personas más. Ellas sirven de inspiración y logramos conexiones significativas compartiendo tiempo juntos”, destaca.

También en su cocina, para Serrano es primordial destacar el poder beneficioso de la alimentación. Para ello, ofrece un menú muy bajo en hidratos de carbono. “Me gusta que el cliente sienta al final del menú que su estado anímico es como que está flotando, súper tranquilo”, explica. para lograrlo, ofrece un menú súper equilibrado, lleno de proteínas y de vegetales. Y mejor aún, si se disfruta en buena compañía.