Así es como hacer ejercicio te puede ayudar a regular los cambios hormonales

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Todas tenemos cambios hormonales. Los llevamos sufriendo desde antes de que tuviéramos nuestra primera regla y seguimos experimentándolos mucho después de tener la última. Aunque sabemos ya vivir con ellos, nos desestabilizan y muchas veces son responsables de que no nos encontremos al 100 por 100, pero hay formas de controlarlos. Una de ellas es con el ejercicio.

Es sabido por todos que practicar deporte afecta directamente a nuestras hormonas, porque nuestro cuerpo necesita adaptarse a una nueva situación físicamente. Pero no solo se despiertan ciertas hormonas en el plano físico, sino también las que ayudan a nuestro bienestar. Es en este sentido en el que podemos utilizar esta influencia del ejercicio en las hormonas para controlarlas. Solo habrá que encontrar el momento perfecto para hacerlo. Y es que, los cambios hormonales también son responsables de que nos apetezca más o menos hacer ejercicio y el tipo. Por ejemplo, es probable que te cueste más hacer ejercicio durante la menstruación y que te sientas capaz de dar el doble de ti cuando estás ovulando. En definitiva, hay que saber en qué momento estamos.

Cómo equilibrar los cambios hormonales con el ejercicio

Cuando hacemos ejercicio, el cuerpo activa diferentes procesos químicos para hacer frente al estrés que le estamos provocando con los estímulos a los que le estamos sometiendo. Así, se producen alteraciones positivas en el sistema respiratorio, el vascular y, en general, en todos los niveles.

Con esta producción de hormonas, se equilibra la falta o el exceso que pueda haber ya de por sí por estas fluctuaciones que se producen en el cuerpo en las distintas fases de nuestro ciclo, para el buen rendimiento de nuestro organismo.

Cómo hacer ejercicio para equilibrar los cambios hormonales

Como decíamos anteriormente, estos cambios hormonales hacen que no sea sencillo mantener una constancia en el ejercicio que practicamos cada semana. Ahora bien, es importante sobreponerse a ello, ya que nos encontraremos mejor esos días en los que nos parece misión imposible. Así que, como no somos deportistas de élite, habrá que empezar poco a poco con nuestros entrenamientos si la inconstancia ya es un hábito.

• No te fuerces: En muchos momentos del ciclo puede que no nos encontramos bien, por eso no hay que llevarnos hasta el extremo. De hecho, será contraproducente y de lo que se trata es que de nos apetezca hacer ejercicio para sentirnos mejor.
• Organízate: Es decir, guarda siempre un hueco de tu agenda para ir al gimnasio, salir a correr, hacer yoga o ir a nadar. Incluso si lo haces en casa porque no tienes mucho tiempo. Además, ese momento de deporte debe ser solo para ti. Además, puedes hacerte un planning semanal variado, por ejemplo el lunes cardio saliendo a correr, el martes entrenamientos HIIT, el miércoles yoga, el jueves parte superior, viernes inferior y sábado estiramientos y domingo natación.
• Hazlo acompañada: Muchas veces cuesta menos hacer ejercicio si lo convertimos en un acto social o en un plan con amigos.
• Fíjate pequeños objetivos: Roma no se construyó en un día, así que conseguir tus objetivos tampoco, date tiempo y no dejes de hacer ejercicio. No se trata de arte de magia sino de irse encontrando bien poco a poco.