
Conocer todo lo bueno que el ejercicio puede hacer por ti te ayudará a fidelizar su práctica. FOTO: Freepik.
Ejercicio
Por qué no tienes que sentirte mal por no querer salir a correr: la culpa la tiene la evolución
Da igual que no tengas la necesidad de moverte continuamente para sobrevivir. El ejercicio es muy bueno para la salud, y hacerlo interesante te ayudará a ponerte en marcha.
Por Marcos López
11 DE JUNIO DE 2025 / 17:10
Tu trabajo te aboca a pasar muchas horas sentado. Por lo que para combatir los efectos, absolutamente nefastos, de tanto sedentarismo, no queda otra que ponerse en marcha. Hacer ejercicio. Lo que no va a suceder, pues un día más decides seguir disfrutando de la comodidad de tu sofá. Pero no te fustigues. La culpa de que no arranques a salir a correr la tiene la evolución.
El cuerpo humano no está diseñado para pasarse las horas pegado a una silla o a un sofá. Pero tu cerebro no está por la labor de ponerlo a sudar. Básicamente, como explica el Dr. Fernando Serrano Pérez, jefe de Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Quirónsalud Sur, «porque no asociamos la práctica de ejercicio físico a una necesidad, que en el fondo es lo que mueve el mundo. Tampoco a algo que nos resulte atractivo. Y es que otro motor en la vida es la forma en cómo percibimos las cosas: si una actividad nos resulta, por el motivo que sea, sugerente o atractiva, buscaremos con ahínco el momento de volverla a realizar».


En consecuencia, continúa el experto, «es muy importante que la práctica deportiva se nos presente como algo atractivo per se y no sólo como un espacio competitivo y de superación».
Ni cazadores ni recolectores
Nuestros ancestros no podían permitirse ver la vida pasar sentados en un sofá. O en una piedra. Tenían que moverse para procurarse su alimento. O lo que es lo mismo, su continua actividad física no era sino fruto de la necesidad. Como refiere el Dr. Serrano Pérez, «si para dar de comer a nuestros hijos tuviéramos que ir a la naturaleza a coger algo o a cazar, seguro que el estar en forma para que pudiera suceder lo veríamos como algo bueno».
Haz de la práctica de deporte algo interesante
Pero en el mundo actual no hace ninguna falta salir a recolectar bayas o a perseguir un animal. Lo que ni mucho menos quiere decir que no sea importante salir a correr o practicar cualquier deporte para mantenerse en forma. Como apunta el especialista en Medicina Física y Rehabilitación, «nuestro cerebro responde en función de cómo interpreta lo que le proponemos, y no va a desarrollar una conducta que no crea necesaria ni atractiva. Sólo responde a lo que se le propone. Y en la actualidad, una persona de 65 años que quiera seguir desarrollando proyectos de alto nivel, si no se prepara también físicamente, si no está en un buen estado de forma, será poco probable que tenga éxito».
Por tanto, da igual la época. Hay que salir a correr o a hacer ejercicio. Y no sólo para disfrutar de un cuerpo con una salud de hierro. Como destaca el Dr. Serrano Pérez, «tanto nuestros ancestros como nosotros, si nuestro estado físico es adecuado, será más probable que logremos realizar tareas que nos resulten de interés»
No quieres (mal)gastar energía
Es cierto que en épocas remotas no tenía ningún sentido ejercitarse para ponerse en forma o como actividad recreativa. No sólo porque los humanos prehistóricos estaban abocados a moverse y, por ende, guardaban una (muy) buena condición física. También porque el gasto innecesario de energía podía suponer la diferencia entre la vida y la muerte. De ahí que el cerebro siga priorizando la ingesta de alimentos con un alto contenido calórico, como los ricos en azúcares y grasas.
También, que se haga el remolón a la hora de calzarse las zapatillas y prefiera quedarse en el sofá. Pero la evolución es mucho más que la selección del instinto de conservación de la energía.
Alcanzas tu mejor versión
La evolución, recuerda el experto, «es sinónimo de adaptación. Las células de nuestro organismo se adaptan a lo que se les propones. Después de una actividad física nuestro cuerpo nos pide, agua, minerales, e hidratos de carbono y proteínas de fácil asimilación. Si no proponemos este marco de actividad nuestro organismo no nos pide lo que necesita. No tiene necesidad de ingerir lo mejor para así obtener una buena versión que le permita realizar las tareas que tanto le interesa».
Así que ha llegado el momento de ponerse en pie y moverse. Ignorar la desgana que muestra el cerebro por el ejercicio. El ser humano «tiene un componente físico, otro psicológico y otro emocional. Y en mi opinión, donde nos jugamos realmente las cosas es en el componente emocional, después en el psicológico y, por último y a gran distancia, en todo lo que entraría en el apartado físico. El cómo aproximar la práctica de ejercicio físico es clave, y explicar por qué es bueno realizarlo ayuda a fidelizar al ciudadano en su práctica».
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