Todos los beneficios de entrenar descalzo: mejora el equilibrio y adelgaza saludablemente

Entrenar descalzo se ha convertido en una tendencia más dentro y fuera de los gimnasios que se ha propuesto cambiar la forma en la que concebimos el ejercicio. Si pensamos en actividades indoor, nos vienen a la cabeza el yoga, el pilates, Jiu Jitsu o cualquier arte marcial. Lo que no se nos ocurre es imaginarnos haciendo calistenia, fuerza o saltos al cajón sin zapatillas. Y sin embargo, hay estudios que respaldan que entrenar descalzo es realmente fantástico para todo nivel físico y a cualquier edad.

Nos vamos al running: varios especialistas en biología evolutiva de la Universidad de Harvard comprobaron que al correr sin calzado se cae sobre la parte delantera de la planta del pie, y esto genera menor impacto en todo el cuerpo, así que reduce también lesiones. En cambio, cuando corremos con zapatillas, caemos sobre el talón, algo que no resulta natural en la zancada y que genera un impacto fuerte que equivale a dos o tres veces el peso del cuerpo: podríamos lesionarnos más. Es cosa de las zapatillas, ya que están diseñadas para que el impacto sea en el talón.

Desde el centro de entrenamiento personal KMT Studio en Madrid, su co-fundador Carlos Bustos cuenta que “además de mejorar la forma física, ayuda a conectarse con el propio cuerpo de una forma más profunda. El entrenamiento descalzo, más que una tendencia, es un enfoque holístico para la salud y bienestar”.

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¿Cómo empezar?

Si nunca lo has hecho, lo ideal es comenzar con cinco o diez minutos y luego añadir más tiempo progresivamente. También conviene hacer una adaptación que pase de las zapatillas deportivas convencionales a las five fingers o cinco dedos: no elevan el talón y dejan que los pies y las articulaciones realicen su movimiento natural.

Después, cuando nos sintamos preparados, podemos quitarnos este calzado minimalista y pasar a no llevar nada.

Beneficios de quitarse las zapatillas

• Mejora el equilibrio y la postura. Fortalece los músculos y la estabilidad de los pies, lo cual a su vez beneficia a la postura y reduce el riesgo de lesiones relacionados con la misma.
• Fortalece los músculos del pie. Permite que este trabaje de manera natural y por tanto activa y fortalece sus músculos intrínsecos, lo cual previene problemas como la fascitis plantar y los juanetes.
• Mejora la pisada. Nuestro pie se adapta a las zapatillas que utilizamos, y normalmente al hacer deporte apoyamos antes el talón, como decíamos. Sin embargo, al ejercitarnos descalzos mejoramos el punto de apoyo, y por tanto, la pisada.
• Mejora la circulación sanguínea. Al estimularse la musculatura, se incrementa la circulación en la zona de los pies y en todo el organismo.
• Aumenta el rendimiento deportivo. Esto sucede porque esta manera de entrenar fortalece los músculos esenciales y mejora la técnica del movimiento, lo que ha hecho que muchos atletas y personas que entrenan hayan notado ese plus de rendimiento.
• Endereza la columna vertebral. Al pisar cuando llevamos zapatillas, perdemos sensorialidad. En cambio, si lo hacemos descalzos, el sistema nervioso obtiene más información, porque se produce mayor estimulación de la musculatura plantar, lo que nos ayuda a alinear y enderezar la columna y la posición corporal.
• Mejoran las articulaciones. Las moviliza y libera, lo que las fortalece y mejora también los ligamentos.
• Incrementa la fuerza. Los músculos de las piernas se activan más estando descalzo. Eso sí, hay que realizar los ejercicios correctamente porque de lo contrario sí puede ir a más el riesgo de lesión.
• Adelgaza. Eso dice un estudio realizado por las Universidades de Abeiro y Veira en Portugal. Al parecer, andar descalzo ayuda a bajar de peso. Lo cierto es que los músculos se ven obligados a trabajar más, ya sea al correr, caminar o hacer fuerza.
• Conexión cuerpo y mente. Al ser una forma de entrenar diferente, permite estar más en el momento presente y ser consciente de cada movimiento, lo cual ayuda a reducir el estrés y aumentar la conciencia corporal. A la vez, brinda sensación de libertad y reconexión con uno mismo.

Cuándo usar zapatillas

A pesar de las innumerables bondades de la falta de calzado al hacer deporte, hay ejercicios con los que es preferible ponerse las zapatillas. Por ejemplo, con los saltos en cajón propios del entrenamiento funcional: podríamos acabar con un exceso de tensión en tendones y ligamentos.