
no todo es triatlón, maratones, competiciones de CrossFit o Body Building, que los hay y mueven mucho; el primero en la lista es en realidad el fútbol, seguido del running y el ciclismo. Luego también está el pádel, el surf, el golf o la pesca. Cada uno encuentra su modo de moverse, y de sentirse mejor. Foto: Maddle / Unsplash
EJERCICIO
Pasaporte, zapatillas y adrenalina: la nueva fórmula para tu próxima escapada
Sports tripping: una nueva forma de viajar que mezcla deporte, paisajes de postal y conexiones que transforman cuerpo y mente
Por Silvia Capafons
22 DE AGOSTO DE 2025 / 14:06
Todo empezó con el turismo wellness: viajar en busca de balnearios, spas, masajes y tratamientos capaces de relajar cuerpo y mente y lograr un reset emocional. En esta línea, y habida cuenta del más que creciente interés por el ejercicio, en los últimos años ha irrumpido una nueva forma de moverse en vacaciones con la salud como telón de fondo: el sports tripping.
Es decir, viajar para realizar una actividad de fitness que nos motiva y para la que se calienta el resto del año. El turismo deportivo, además consciente, se consolida como una tendencia creciente entre los viajeros españoles, según una reciente encuesta de la compañía hotelera Hyatt.


Del spa al dorsal: por qué ahora se viaja para sudar (y sentirse más vivo)
Las cifras hablan: los amantes de esta modalidad realizar 6 escapadas de este tipo al año. ¿Un poco friki? No dicen eso los porcentajes, teniendo en cuenta que casi un tercio (31%) considera que viajar para asistir a eventos deportivos es uno de los grandes placeres de la vida.
Porque no todo es triatlón, maratones, competiciones de CrossFit o Body Building, que los hay y mueven mucho. El primero en la lista es en realidad el fútbol, seguido del running y el ciclismo; luego también está el pádel, el surf, el golf o la pesca. Cada uno encuentra su modo de moverse y sentirse mejor.
El cuerpo viaja, pero lo que se transforma es otra cosa
Lucía Ramírez, Personal Trainer de David Lloyd Málaga encuentra que es una buena manera de «conocer diferentes culturas a través del deporte; la perfecta combinación para transformarnos física y mentalmente». Porque no es solo sudar: es mirarse desde otro sitio. Y hacerlo en movimiento.
«Poder descubrir distintas formas de entender y vivir el ejercicio nos permite evolucionar como deportistas y personas. Algo muy enriquecedor, además de necesario para pasar al siguiente nivel», añade.
Sudamos juntos, luego existimos: el poder social del reto compartido
Sin duda, el factor social tiene mucho que ver. Tal y como apunta la experta, «somos animales sociales, y si a eso le sumamos el deporte como espacio de vulnerabilidad compartida, de esfuerzo colectivo, de endorfinas y superación, el vínculo está servido. O al menos bien entrenado.
«Pasamos momentos de sufrimiento y superación juntos y, a la vez, se genera una buena dosis de hormonas muy potentes como la dopamina, la serotonina y las endorfinas«. El cóctel perfecto para que, entre repecho y repecho, también aparezca la felicidad.
Instagram o nunca: cuando entrenar también es paisaje
Las redes sociales tienen mucho que decir en la promoción del sports tripping. La mezcla de paisajes fotogénicos y cuerpos en acción dispara los likes y, a veces, también el deseo de superarse.
«Actualmente las redes sociales se han convertido en la principal plataforma de publicidad para llegar a millones de personas en tan solo segundos», explica Ramírez. Y si el resultado es que más gente entrena, se conecta y se cuida, bienvenido sea ese algoritmo.
Dónde ir cuando lo que buscas no es solo destino sino propósito
A la hora de viajar con la bolsa de entrenar, la búsqueda del alojamiento adecuado es importante. Para quienes asisten a eventos, la cercanía al recinto es clave para la mitad de los encuestados, en base al estudio de Hyatt.
La relación calidad-precio también pesa, y la ubicación céntrica no se queda atrás. Pero lo esencial a menudo no está en el mapa: «No es lo mismo una carrera de obstáculos que surfear, correr una maratón o aprender Muay Thai», señala la entrenadora. Lo importante es que el viaje resuene con lo que eres. O con lo que quieres llegar a ser.
Más que agujetas: una un antes y un después con vistas al mar (o a ti)
Los beneficios del sports tripping van más allá de lo físico. Se suda, sí, pero también se siente. Y se conecta, incluso con uno mismo. Hacer deporte en otro entorno, con otra gente, rodeado de belleza y fuera del piloto automático genera una experiencia tan potente como inesperada.
«Salir de casa y estar rodeado de desconocidos siempre es un reto; si a ello le sumas que llevas meses o incluso años preparando una prueba, el nivel de emoción puede ser muy alto», explican desde David Lloyd. Y lo que se vive en ese momento, queda. En la piel y en la cabeza.
El sports tripping también incluye pausa
«Conocer a otras personas en un ambiente de lucha y diversión es una maravilla, puedes llegar a conocer la esencia de cada persona y así conectar de una manera más profunda», concluyen desde el centro deportivo. Pero no todo es acelerar: también hay que saber frenar.
«La prioridad debe ser buscar lugares donde se encuentren los equipos o deportistas que asisten al evento o competición. Para generar comunidad y establecer conexiones. Pero también es fundamental descansar adecuadamente, para disfrutar la experiencia, evitar lesiones y así tener un turismo de calidad».
Una vez más, menos spa, sí. Pero más dopamina… y más conciencia.
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