5 remedios naturales para tratar las varices

Una mala circulación puede derivar el problemas de varices con una sintomatología nada deseable. Ardor, picor, hinchazón, calambres, sensación de piernas cansadas… son síntomas que pueden empeorar si mantenemos mucho tiempo la misma postura, ya sea sentado o de pie. Afortunadamente la naturaleza nos ofrece muchos remedios naturales para combatir muchos problemas de salud. Apúntate estas plantas medicinales si quieres aliviar los síntomas de las varices.

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Plantas medicinales para combatir las varices

Castaño de Indias

El castaño de Indias, o falso castaño, es un conocido remedio para mejorar la circulación venosa de las piernas y la microcirculación, aliviando así sus síntomas asociados.

La parte que se utiliza del castaño de Indias por sus propiedades medicinales es la corteza. ¿Por qué se utiliza la corteza? Desde Laboratorios Arkopharma nos explican la razón: “La corteza del castaño de Indias contiene heterósidos cumarínicos como principios activos. Tiene propiedades antiinflamatorias y venotónicas, favoreciendo la circulación venosa y disminuyendo la permeabilidad de los vasos sanguíneos”.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha aprobado el uso del castaño de Indias para el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica y sus síntomas. También la EMA aprueba su uso tradicional en aplicación tópica para el tratamiento del malestar y la pesadez en las piernas, así como para alivio de contusiones como edemas o hematomas.

Ginko biloba

Aunque seguro que te viene a la cabeza el uso de ginkgo biloba para mejorar la memoria y la concentración, lo cierto es que también contribuye a aliviar los síntomas de las varices gracias a que tiene la capacidad de activar la microcirculación sanguínea. Algo que va fenomenal para que nuestro cerebro se mantenga ágil y sano pero también para que lo estén nuestras piernas.

Este ingrediente es originario de China y Japón y es un eficaz tónico venoso, tiene efecto vasodilatador y cuenta con propiedades neuroprotectoras. Como curiosidad, el ginko biloba es el único superviviente de todos los cambios climáticos y geológicos acontecidos en la tierra, ha resistido a la contaminación e incluso a la bomba de Hiroshima. ¡Es un árbol indestructible! Puedes aplicarlo vía tópica en crema o en baños y también vía oral con extracto líquido o en cápsulas.

Rusco

El rusco, ruscus o acebo menor, es un pequeño arbusto con bayas de color rojo ¡cuidado porque sus llamativos frutos son tóxicos! Es una cepa rastrera y son las partes subterráneas de este arbusto perenne las que se utilizan con fines medicinales. Se le atribuye el poder de proteger la circulación y también el de disminuir la sensación de piernas pesadas y cansadas.

Aunque tradicionalmente se ha usado esta planta medicinal como diurético, se ha demostrado que tiene propiedades venotónicas, favorece la contracción de las venas y facilita la circulación de la sangre. “Además evita el edema y la inflamación, por lo que alivia los problemas asociados a la mala circulación, fundamentalmente síntomas como las piernas cansadas” apuntan desde Arkopharma.

La EMA aprueba su uso tradicional para el alivio de trastornos venosos leves y el alivio de las hemorroides. Puedes tomarla en infusión o en cápsulas.

Hamamelis

Te sonará como remedio natural para los ojos rojos ya que este arbusto protege pequeños vasos y capilares mejorando el retorno venoso. Esta propiedad es la que hace que sea un elemento ideal para aliviar la sensación de pesadez y la hinchazón en las piernas.

Las hojas de hamamelis fortalecen la pared capilar, activan la circulación y tienen poder astringente y cicatrizante. Se utilizan para aliviar o eliminar varices y hemorroides. Puedes utilizar esta planta vía oral en cápsulas o en infusión, o por vía tópica con baños de asiento o infusiones.

Vid roja

Las hojas de la vid roja se erigen como un remedio muy eficaz contra la insuficiencia venosa. ¿Qué hay de cierto en esto?

Desde Laboratorios Arkopharma nos explican que “las hojas de la vid roja se utilizan tradicionalmente como venotónico, vasoprotector y astringente. Se enmarcarían dentro de las plantas medicinales que favorecen la circulación sanguínea al presentar actividad tonificante en venas y capilares. Sus beneficios se deben a la presencia en sus hojas de sales minerales, vitamina C y diversos fitonutrientes entre los que destacan flavonoides como la rutina y la quercetina, taninos y ácidos fenólicos como el ácido clorogénico”.

Si los beneficios de la vid roja son tantos, ¿hay algún organismo oficial que los avale? ¿Para qué tipo de dolencias estaría indicada? Desde Arkopharma despejan nuestras dudas: “La Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomienda dos usos de la vid roja. El primero sería la administración oral del extracto seco de hoja de la vid para el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica y sus síntomas (hinchazón de piernas, venas varicosas, cansancio, sensación de pesadez, dolor o picor). El segundo uso sería el empleo tradicional de alivio de los síntomas de malestar y pesadez en las piernas relacionados con trastornos venosos leves”.

Trucos para mejorar la circulación

Para aliviar los síntomas de las varices favoreciendo el retorno venoso y limitando el estancamiento de líquidos y toxinas, lo ideal es mantener un buen nivel de actividad. Caminar unos 20 o 30 minutos diarios a buen ritmo, nadar, montar el bici, subir escaleras… son ejercicios que van a ayudar a combatir las piernas cansadas mejorando la circulación.

En cuanto a la dieta, los expertos en salud de Arkopharma señalas que “no se trata de seguir un régimen estricto, sino de evitar el sobrepeso, dado que el tejido graso sobrante perjudica el buen retorno venoso. Los nutricionistas recomiendan también dar prioridad a los alimentos ricos en vitamina E y en selenio. Los frutos secos (nueces, avellanas, almendras), el aguacate, las aceitunas, los huevos, el aceite de pepita de uva y el aceite de germen de trigo son ricos en vitamina E. La nuez de Brasil, el marisco, el pescado azul (sardina, salmón, caballa), el hígado y los riñones contienen selenio. Inclúyelos regularmente en tu menú”.

Un gesto sencillo y que de verdad funciona es elevar las piernas siempre que puedas en casa. 20 minutos al día con las piernas en alto pueden marcar, y mucho, la diferencia, ya que facilita el retorno venoso y ayuda a combatir la hinchazón y el malestar en las piernas.

Las duchas de agua fría desde el tobillo a la ingle y las cremas efecto frío serán unas buenísimas aliadas para minimizar síntomas ya que harán que te sientas más ligera y descansada.