10 razones de peso para tener una mascota en casa

No todo el mundo se plantea los beneficios que aporta tener un animal de compañía en casa cuando acoge uno. Si estás en la tesitura de incluir en tu vida una mascota, quizás leer este artículo te ayude a decantarte (spoiler: por el sí). Tener un perro, un gato y otros animales domésticos va a mejorar tu calidad de vida en general y tu salud mental en particular.

Las mascotas nunca juzgan y siempre dan cariño, incluso después de alguna rabieta pasajera. Saben detectar nuestro estado de ánimo mejor que muchas personas y actúan en consecuencia. Si tienes mascota, sabrás que cuando estás triste enseguida viene a estar a tu lado o te dan cariño a su manera (cada mascota es un mundo y se expresa de su forma, pero todas tienen esa ‘intuición’).

A ellos no les importa nuestras ‘malas pulgas’, nuestro aspecto físico, nuestros errores o descuidos. Su amor es incondicional. Sí, nos encantan los animales y por ello hoy, el Día Mundial de los Animales, recordamos los múltiples beneficios que otorga tener uno cerca.

¿Qué beneficios aporta tener una mascota a tu salud y bienestar?

1. Dan compañía

Tener un animal en casa genera un sentimiento de estar acompañado, incluso cuando no está en la misma habitación. Sólo el hecho de saber que están en el hogar ayuda a que no te sientas solo. Ya tengas una mascota plasta, de las que te sigue todo el día, o una más independiente, siempre habrá momentos en los que esté a tu lado y te haga compañía. Qué bien nos vino tener mascota durante los meses de encierro durante la pandemia a las personas que vivimos solos…

2. Aumentan el sentido de la responsabilidad

Tener una mascota es, ante todo, una responsabilidad. Si no estás preparado para sacar a tu perro a la calle y a cuidar a tus animales como se merecen, mejor no los tengas.

Este verano hubo un lamentable récord de abandono de perros y gatos en Espana. La Fundación Affinity acaba de publicar un estudio sobre el número de perros y gatos que llegaron a las protectoras el paso año: 286.000 fueron abandonados nada menos.

Si te has decidido a dar el paso y tener un animal de compañía, elígelo con cabeza y tras haber reflexionado bien. Las mascotas nos hacen ser más responsables, ya que sus cuidados requieren nuestra dedicación, organizarnos y plantearnos prioridades. Para los más pequeños no son solo entretenimiento, sino una buenísima oportunidad de aprendizaje de conductas responsables y de amor y respeto por los animales. Por otro lado, los animales (sobre todo los perros) ayudan a despertar los sentidos de los niños, estimulándoles.

3. Ayudan a aliviar los síntomas de la depresión

La depresión conlleva un estado anímico bajo y por lo general, falta de ganas de relacionarse con la gente. Tener una mascota puede darte motivos para levantarte de la cama. El animal depende y puede tirar de ti en esos momentos en los que no te apetece hacer nada. Un gato ayuda, pero un perro aún más, ya que al sacarle de paseo te obligas a salir a la calle. Por otro lado, las personas que tienen mascota pueden encontrar en ellas consuelo, compañía y alguien que las escuche. Hablar en voz alta es una buena terapia para escucharse a uno mismo y desahogarse. En algunos momentos resulta más fácil hacerlo así que con una persona. Por otro lado mantienen la mente ocupada y activa.

4. Mejoran tu vida social

Las personas que tienen perro lo saben; no sólo se relacionan con otros dueños de mascotas, sino también con aquellos a los que les encantan los animales y les hacen algún gesto de cariño. Es fácil entablar conversación con personas que tienen perro. Anécdotas, vivencias, cuidados… Os une un importante vínculo que de otra forma quizás no surgiría.

5. Aumentan tu sentimiento de felicidad y bienestar

Compartir tiempo con tu mascota, jugar con ella, salir al parque te ayudará a aumentar tus niveles de oxitocina, estimular la producción de serotonina y la dopamina y disminuir el cortisol, lo que produce que tus niveles de estrés bajen. Como comentábamos, tener una mascota siempre es un buen antídoto contra la depresión y tener un motivo para que te salga una sonrisa. Volver a casa, sobre todo cuando vives solo, y ver a tu mascota te hace estar mucho más feliz.

6. Refuerzan la seguridad y la autoestima

Diversas investigaciones han señalado que los dueños de mascotas tienen más probabilidad de tener una mejor autoestima, ya que refuerzan nuestra seguridad. También se han hecho estudios que han concluido en que ayudan a niños con dificultades para leer en voz alta, ya que delante de su mascota no sienten vergüenza, pueden practicar y conseguir mayor confianza en sí mismos. Tener una mascota en el hogar ayuda a que la persona se sienta más segura de sí misma.

7. Reducen la ansiedad

Se ha comprobado científicamente que tener una mascota y acariciarla frecuentemente ayuda a reducir la ansiedad. La psiquiatra Sandra Baker de la Universidad Commonwealth de Virginia (EEUU) hizo un experimento en el que se medían las ondas cerebrales de dueños de perros antes y después de pasar un rato con ellos. Su observación concluyó en que los niveles de estrés de todos ellos se reducían. Acariciar, pasear, jugar e incluso hablar con tu mascota tiene beneficios como despejar la mente y sentirte mucho mejor.

8. Te mantienen activo

Salir a la calle con tu perro, jugar con tu gato… Mantienen una cierta actividad. Es verdad que en el caso del perro es mucho más evidente, ya que los paseos harán que seamos menos sedentarios, pero cualquier tipo de mascota nos ayuda a movernos al darles de comer, bañarles, limpiarles…

9. Mejoran tu salud

Para muchos niños, crecer con una mascota en casa significa acostumbrarse a la presencia de suciedad y pelo, lo que favorece un sistema inmunitario más fuerte y resistente. Estar en contacto con animales puede además reducir el desarrollo de alergias.

10. Te hacen sentirte protegido

Tengas un perro guardián o no, el simple hecho de estar acompañado origina una sensación de protección en el hogar.

La importancia del compromiso con nuestras mascotas

Nos dan mucho y nos piden muy poco. La pandemia de la COVID-1 puso además de manifiesto que tener una mascota, más allá de que posibilitara salir más a la calle, cubrió en parte nuestra necesidad de contacto. Las mascotas con las que compartimos espacio son sensibles a la realidad que viven sus dueños, pero también tienen una capacidad innata y natural para acompañar y cubrir las necesidades de apoyo e interacción social.

“No solo son perros. Los gatos, roedores, reptiles, anfibios… pueden ser el animal de compañía que la persona necesita en un momento determinado”, afirma Caroline Arrú, directora de marketing y mlientes de Kiwoko. de hecho, muchos colegios promueven la tenencia de mascotas para desarrollar en los niños la aptitud de la responsabilidad y el compromiso. Muchos médicos recomiendan a personas mayores la compañía de peludos para mejorar su condición física, y los psicólogos pueden apostar por incorporar un miembro animal a la familia cuando una persona atraviesa un periodo difícil. “No se trata de que se sustituya la falta o ausencia de un miembro de la familia con un animal, se trata de darle a cada uno su espacio y afrontar la realidad con el cariño que aportan las mascotas».

«Solo entendiendo el papel de nuestro nuevo compañero, podremos obtener de él el beneficio terapéutico que puede aportar”.

Los animales pueden servir de consuelo y apoyo, por ello hay perros de terapia que incluso los hospitales están comenzando a introducir en tratamientos para niños. Asimismo, se ha demostrado que ayudan a personas con TEA (trastorno de espectro autista), a progresar en su desarrollo. “Decidir tener animales en nuestra familia o no, es una cuestión nuestra, pero cuidar de ellos con responsabilidad y compromiso, es algo de todos. Así, una tenencia responsable y comprometida de las mascotas nos hace aún más humanos que nunca, protegiendo la naturaleza desde el cariño y el respeto al nuevo miembro de nuestra familia”, concluye la experta.