La ingeniera Ana Ibáñez.
Mente
Ana Ibáñez: «Los resultados brillantes no llegan del control, sino de fluir»
Desarrollar tu potencial cerebral no tiene que ver con la inteligencia. Ana Ibáñez nos enseña a mover la energía, a pasar del control al flow, a enfocarnos en el amor y a desconectar para conectar.
Por Sara Trueba
25 DE JULIO DE 2023 / 06:30
Nuestro cerebro está aparentemente programado para la supervivencia, gracias a él realizamos funciones vitales automáticas que nos mantienen vivos, pero también tenemos emociones. La novedad, y lo que nos trae Ana Ibáñez con su libro, Sorprende a tu mente (Ed. Planeta), es que se puede entrenar al cerebro para dejar de sentir ansiedad.
«Tu atención determina lo que existe para ti y tu calidad de vida depende de dónde pones esa atención», dice en este libro que busca ser una guía práctica: «Cada capítulo está escrito para que vayas produciendo cambios, con reflexión y ejercicios prácticos, dando herramientas», nos comenta.
Ibáñez participará el próximo 18 de noviembre en la edición de Mercedes-Benz WeLife Tour de Valencia. Es ingeniera química, exnadadora de élite y piloto de helicóptero. Trabaja la optimización cerebral, de la mano de la neurociencia y desde aquí, realiza entrenamientos para el alto rendimiento. Sin embargo, este libro es un manual al alcance de cualquiera que desee trabajar su día a día, sus niveles de energía y su foco, en busca de estados emocionales que les mantengan serenos y en calma, y llegar al éxito desde el lugar que ella conoce: la neuroplasticidad cerebral.
Deber y placer / amor y miedo / trabajo y descanso. ¿Sin buenas dosis de ambos extremos no hay equilibrio?
Efectivamente. Tenemos que buscar siempre las situaciones de equilibrio sabiendo que la vida nos desequilibra. Debemos llegar a estar cómodos en el desequilibrio sabiendo que volveremos a encontrar el equilibrio. Hay épocas de demasiado esfuerzo, es normal y no pasa nada… Hay que identificarlo y poner la mirada en la búsqueda de mayores ratos de placer, para hacer balanza. Hay que ser consciente de ello y poner de lo que falte en cada momento. El ser humano buscamos la homeostasis, el equilibrio. En la mente nos ocurre lo mismo, tenemos que jugar entre los extremos.
¿Cómo influye lo que ocurre fuera y cómo vivir mejor si no lo podemos cambiar?
Es importante saber que somos seres energéticos y que la energía no se crea ni se destruye es la que hay, pero podemos transformarla. Cuando estás con energía baja, lo de alrededor te influye mucho más porque no llegas a los niveles necesarios para cambiarla por algo positivo. Es esencial tener un buen estado energético para poder lidiar con lo exterior. Creo que cuando nos centramos en el amor, teniendo una mirada amable hacia nosotros y hacia los demás, conectamos con la mejor de las energías. Cuando hacemos esto, nuestro corazón tiene tal electromagnetismo que nos lleva a un lugar mejor.
Tenemos que ser conscientes de que a veces vamos a recibir energía muy dura y tenemos que transformarla. ¿Cómo? Hay que conectar con el amor, el agradecimiento y con cosas físicas como un rato de música y el movimiento del cuerpo, con ejercicio, caminando o con algún deporte.
Dices en el libro: “El miedo es la puerta de entrada para hacer algo nuevo, hay que atravesarlo”. ¿Y cómo hacerlo sin que nos coma la ansiedad?
Ante una situación nueva, siempre vamos a sentir miedo, es algo biológico porque nuestro cerebro tiene como objetivo mantenernos a salvo. No podemos evitar sentir una cuota de miedo ante algo nuevo. Es sano y es lo que tiene que ser, pero podemos darle distinta intensidad a ese miedo. Se puede calmar al cerebro si somos capaces de convencer al cerebro de que va a terminar bien. Visualízate con la acción terminada, o busca el refuerzo positivo a través de personas que te alienten de que esa situación va a tener un final feliz. Busca memorias pasadas, recuerda que ya has pasado por situaciones parecidas y lo conseguiste. Haz ese ejercicio y busca razones para tranquilizar a tu cerebro es el camino.
¿En qué consiste la visualización?
Es una herramienta poderosa cuando se hace bien, llevando al cerebro a lugares mejores. Nuestro cerebro tiene una incapacidad: no sabe diferenciar si algo ocurre de manera real o no. Hay estudios que confirman que se activan las mismas áreas cerebrales cuando realizas una acción y cuando imaginas esa acción de manera muy vivida, introduciendo los sentidos. En el libro aparecen visualizaciones que te llevan a esos cambios cerebrales.
Dices que se puede engañar al cerebro. ¿Engañarlo es una manera de entrenarlo?
Sí. Engañar al cerebro es enseñarle a hacer cosas de una manera distinta. Si no le guiamos, él siempre nos lleva por el mismo camino neuronal automático. Cuando le engañamos le forzamos a seguir otro camino y que vea las cosas de otra manera. Que nosotros juguemos de forma consciente despistando al cerebro es esencial para entrenarlo y hacerlo más flexible.
Dedicas un capítulo del libro a hablar de que no podemos influir sobre las emociones, pero sí sobre los estados emocionales… Explícanos eso.
Las emociones nos sobrevienen. No tenemos el control de sentirnos mal, o bien, ni podemos controlar cuándo aparece la tristeza, la alegría o la rabia frente a lo que estás viviendo en un momento concreto. Eso no lo elegimos. A lo largo del día nos invaden emociones pasajeras todo el tiempo.
Sin embargo, los estados emocionales se anidan en ti de manera sostenida. Lo interesante es saber que las emociones vienen una detrás de otra (puedes sentir alegría, pero no rabia al mismo tiempo). Pero puedes vivir en un estado emocional sereno y tener rabia o tristeza en un momento determinado. Por eso, hay que trabajar en un estado emocional bueno, placentero, al margen de las emociones que llegan, que son muchas, a lo largo de un día.
Con toda esta información puesta en práctica, serás una super heroína. ¿Qué habilidades hay que fomentar para influir en el entorno y no al contrario?
No, para nada soy una super heroína, pero estoy en un lugar que me gusta. Gracias a la flexibilidad, puedo moverme entre los estados emocionales. No me asusto cuando estoy en un lugar malo y puedo hacer cosas creativas y fluir para llegar a un lugar mejor. Eso me da mucho bienestar y mucha satisfacción y está al alcance de cualquiera porque se entrena y trabaja.
Ser consciente de que tu puedes transformar la energía y puedes hacer cosas a través del pensamiento, la acción, y también con el entrenamiento cerebral, es la manera de mejorar. Todos tenemos una capacidad de cambio extraordinaria, que tiene que ver con la plasticidad cerebral y que hay que utilizar. Saber en qué frecuencias está tu cerebro y saber cambiarlas es la clave.
¿Cómo descansa tu cerebro en tu día a día?
Debemos saber que concentrarse no es solo trabajar. Estar alerta o tener pensamientos obsesivos recurrentes también es concentración. Hay que llevar al cerebro, una vez al día, al menos, a un spa cerebral, sin exigirle nada. Cada uno de nosotros tiene un spa propio y sabe lo que le funciona. A mí me funciona poner música agradable, moverme un poco, salir a que me dé el aire, ver un capítulo de una serie, buscar inspiraciones porque sí, sin objetivo… Dejarse ir por un rato es necesario.
Dices que los resultados brillantes proceden de cerebros libres. ¿Es por eso que la creatividad y el arte están relacionados con locura y caos?
Los cerebros brillantes son aquellos que consiguen producir cosas que ni ellos mismos esperan. Eso lo vemos mucho en el mundo del arte y no viene del control, sino de dejar fluir, de la inspiración, de la unión consciente e inconsciente. Implica libertad, dejarse llevar y no ponerse limitaciones. Las mentes que no se rigen en base al control llegan antes a estos estados, por eso muchos artistas viven en aparente caos. La buena noticia es que todos podemos llegar a ese estado de flow. Eso se entrena. Y cuando te conoces sabes lo que tienes que incorporar en una rutina para despertar ese estado de flow.
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