
La parcopresis es la incapacidad de defecar cuando hay otras personas cerca. FOTO: Freepik.
MENTE
Estreñimiento social: los riesgos de no ir al baño cuando estás fuera de casa
Una cosa es tener cierto pudor a la hora de ir al baño fuera de casa, y otra muy distinta que eso se convierta en un problema. Esta fobia se llama parcopresis, y es una de las más frecuentes.
Por Eva Carnero
13 DE JUNIO DE 2025 / 13:00
Si has escuchado en alguna ocasión la palabra parcopresis, puede que no supieras de qué te estaban hablando. Algo perfectamente normal, ya que es más fácil escuchar este término dentro de una consulta psicológica, que fuera de ella.
Ahora bien, pese a que esta palabra no es muy conocida, lo que sí es muy común es la fobia a la que se refiere. «Dicho de forma coloquial, la parcopresis o estreñimiento social, es la incapacidad de ir al baño cuando hay otras personas cerca, como, por ejemplo, en unos baños públicos o en la habitación de un hotel, si hay alguien cerca», define Beatriz González, psicóloga y directora de Somos Psicólogos.
Sufrir estreñimiento social está directamente relacionado con emociones como la vergüenza o la sensación de ser evaluado por la gente. De hecho, así se desprende en un estudio publicado en 2021 en Current Psychology que indica que «este síntoma se encuentra más asociado a personas con ansiedad social y miedo a ser evaluadas por los demás», apunta la experta. «Estas personas, añade, se sienten avergonzadas o incómodas, infiriendo pensamientos de rechazo hacia ellas».
¿Cuándo y por qué nace esta fobia?
No suele ser un temor que comience en la edad adulta, si no unos años antes. Según González, lo habitual es que «aparezca en la adolescencia, ya que los niños de edades más pequeñas tienen un desarrollo cognitivo mucho más egocéntrico, donde no transfieren estos pensamientos de vergüenza o desagrado a los demás».


Por otro lado, como la mayoría de las fobias, su origen puede ser muy distinto, incluso puede ser la suma de varios factores. Ahora bien, «la causa principal es la ansiedad social», remarca González. Aunque también puede «influir haber pasado por experiencias personales, como haber sido ridiculizados en alguna de estas situaciones, lo que les genera miedo a volver a repetirlo«, matiza. «Muchas de las personas que han sufrido estas burlas viven en casas pequeñas, con poca privacidad», apostilla.
Además, por su experiencia en consulta, la psicóloga ha detectado cómo el estreñimiento social también puede afectar a individuos muy perfeccionistas que no quieren que se hable de ellos en relación con algo que les resulta desagradable, como es ir a defecar. «No quieren que los escuchen ni que los huelan», señala.
No es estreñimiento, pero puede llegar a serlo
No querer ir al baño, o pasarlo realmente mal cuando se va, no es lo mismo que tu cuerpo tenga dificultad para defecar. Y es que nos movemos en lo psicológico, no en lo físico. Así lo remarca la psicóloga: «El estreñimiento social es un problema psicológico, no físico».
«El principal síntoma es la necesidad de ir al baño y no poder hacerlo por miedo a ser escuchados. Además, muchos de estos miedos se anticipan. Por ejemplo, en un viaje largo en avión, las personas que lo sufren pueden empezar a desarrollar pensamientos automáticos como: ‘Y si necesito ir al baño, ¿cómo voy a hacerlo?’, ‘¿Y si hay alguien esperando y quiere entrar?’, ‘Si tardo mucho, van a hablar mal de mí’. Todos estos pensamientos, a la larga, pueden generar problemas de estreñimiento o de estómago (ansiedad intensa anticipatoria), Sin olvidar, que esto hace que el viaje se convierta en una tortura», asevera.
La experta señala algunos de los principales efectos secundarios que pueden aparecer en la salud física de las personas:
- Estreñimiento crónico.
- Dolor de estómago, malestares estomacales en general.
- Gases, espasmos musculares del intestino.
- Fisuras anales y hemorroides, ya que cuando se intenta defecar, ha pasado tanto tiempo que la masa fecal está muy dura y esto produce daño al ser expulsada.
- Colon irritable.
Por tanto, no estamos ante una simple incomodidad o vergüenza que nos pueda sonrojar en un momento dado, estamos frente a una fobia social que puede convertirse en un gran problema, ya que, «la dificultad de poder ir al baño si hay personas cerca puede llevar, en situaciones extremas, a evitar viajar, ir de camping, o no acudir a sitios donde se compartan baños», asegura la experta. Además, «todo esto puede inhibir comportamientos agradables para la persona, la cual dejará de realizar ciertas actividades por miedo a necesitar ir al baño».
No te conformes, tiene solución
Para evitar llegar a ese punto, o para poder revertir la situación, los psicólogos utilizan técnicas cognitivo-conductuales, «exposiciones a la fobia tanto en imaginación como en vivo, acercándose progresivamente a la situación generadora de miedo», apunta la psicóloga. «También se trabaja el perfeccionismo y los pensamientos automáticos que se despiertan, así como el origen de estos pensamientos», agrega.
Recomendaciones para el día a día
Más allá del soporte terapéutico encaminado a solucionar el problema, Beatriz González enumera algunos consejos prácticos para el que sufre estreñimiento social:
- Detectar los pensamientos de culpa y vergüenza y validarlos. Es un comportamiento que todas las personas hacemos, por lo que es natural. No eres diferente a los demás.
- Técnicas de exposición. Una primera aproximación puede ser ir al baño, cerrar la puerta y tardar un poco sabiendo que hay una persona fuera. No se trata de defecar, sino de aguantar la emoción o el pensamiento de que hay alguien esperando, y reafirmarse: «Este comportamiento es normal y, aunque no me guste, puedo soportar esta sensación».
- Usar sonidos que proporcionen privacidad. Al entrar al baño, abrir el grifo o tirar de la cadena para no ser escuchado. Estas muletillas deben ir eliminándose progresivamente, ya que, si no, refuerzan la conducta.
- Practicar en casa ejercicios de relajación antes de acudir al baño, para detectar aquellas manifestaciones fisiológicas que pueden generarnos tensión, y practicar técnicas de respiración.
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