El sueño no es un lujo, sino una necesidad biológica que afecta a todos los sistemas del cuerpo. Un estudio reciente ha revelado que una sola noche sin dormir puede impactar en el sistema inmunológico de forma similar a la obesidad, alterando células inmunitarias y aumentando la inflamación crónica, un factor que contribuye a enfermedades neurodegenerativas y metabólicas. También se ha demostrado que una mala calidad de sueño puede aumentar los niveles de colesterol, el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares y contribuir al desarrollo de aterosclerosis.
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Descubre los beneficios de cuidar el sueño, qué enfermedades puede ayudar a prevenir y cómo mejorar la calidad de tu descanso:
Cinco beneficios preventivos de un buen descanso
Salud cerebral: durante el sueño, el cerebro realiza procesos de limpieza esenciales. Se eliminan toxinas acumuladas durante el día, lo que ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson. Además, el sueño profundo está vinculado con la consolidación de la memoria y la capacidad de aprendizaje, lo que nos permite enfrentar cada día con mayor agudeza mental.
Un corazón fuerte: dormir lo suficiente es vital para la salud cardiovascular. Durante el sueño, la presión arterial disminuye, lo que da un respiro al sistema circulatorio. La privación crónica de sueño está asociada a un mayor riesgo de hipertensión, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Mantener un patrón de sueño regular contribuye a mantener la elasticidad de las arterias y a regular los niveles de colesterol.
Mejor control metabólico: el sueño tiene un impacto directo en la regulación de hormonas que controlan el apetito, como la leptina y la grelina. Dormir mal puede provocar desajustes hormonales que incrementan la sensación de hambre y la preferencia por alimentos altos en azúcares y grasas. Esta alteración metabólica aumenta el riesgo de obesidad, síndrome metabólico y diabetes tipo 2.
Un sistema inmune reforzado: mientras dormimos, nuestro cuerpo produce citocinas, proteínas esenciales para combatir infecciones y procesos inflamatorios. La falta de sueño debilita las defensas, haciéndonos más propensos a resfriados, gripes y otras infecciones. Incluso puede disminuir la efectividad de las vacunas, ya que el cuerpo necesita estar bien descansado para desarrollar una respuesta inmune adecuada.
Mayor equilibrio emocional y salud mental: la relación entre sueño y salud mental es bidireccional. La falta de sueño aumenta el riesgo de trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad, mientras que los problemas de salud mental pueden dificultar el descanso. Un sueño reparador favorece la regulación emocional, disminuye la irritabilidad y mejora nuestra capacidad para gestionar el estrés diario.
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Consejos para mejorar tu sueño
Establece un horario regular: acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu reloj biológico y mejora la calidad del sueño a largo plazo.
Desconéctate de las pantallas: la luz azul de dispositivos electrónicos inhibe la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño. Evita las pantallas al menos una hora antes de dormir.
Cuida tu dieta: evita la cafeína, el alcohol y las comidas pesadas en la noche. Opta por infusiones relajantes o alimentos ricos en triptófano, como plátanos o almendras, que favorecen la producción de serotonina y melatonina.
Crea un ambiente propicio: intenta apagar o atenuar las luces y disminuir los ruidos. Esto facilita la producción de melatonina y, por tanto, la conciliación del sueño.
Haz ejercicio, pero con moderación: la actividad física regular mejora la calidad del sueño, pero intenta no hacer ejercicios intensos justo antes de acostarte, ya que esto podría sobreestimularte.
Practica técnicas de relajación: la meditación, la respiración profunda o el yoga pueden ayudarte a reducir la ansiedad y preparar tu cuerpo para el descanso.
Dormir bien no sólo te hace sentir mejor en tu día a día, sino que te protege de enfermedades a largo plazo. Pequeños cambios en tu rutina, respaldados por la ciencia, pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar general. Así que la próxima vez que pienses en saltarte horas de sueño, ten en cuenta que cada minuto de descanso es una inversión en tu bienestar actual y futuro.
Almudena Beltrán de Miguel
Doctora en la Unidad de Chequeos de la Clínica Universidad de Navarra, Almudena Beltrán de Miguel es especialista en Medicina Interna y en valoración médica deportiva.