Descubre cuál es la primera ciudad española que podría tener cero residuos

En el norte de Alemania, la localidad de Kiel ha sido declarada como la primera ciudad germana considerada Ciudad Cero Residuos por el grupo de campaña ambiental Zero Waste Europe. En nuestro país, la ciudad más adelantada en ese sentido, el de no generar residuos y alcanzar ese estatus, es Zaragoza. Serlo convertirá a la urbe en un ejemplo a seguir en cuanto a gestión de residuos, responsabilidad social tanto política como ciudadana y compromiso con el cuidado del planeta. Por supuesto que es de gran ayuda si la ciudadanía se compromete y no comete errores al reciclar. Así es cómo se consigue este reconocimiento.

Qué es ser ciudad residuos cero

El concepto de Ciudad Cero Residuos se refiere a urbes en las que la tasa de reciclaje se aproxime al 100 por ciento, dando pasos hasta alcanzar esa cifra. Ello se logra a través de la recuperación de todos los residuos y materiales de desecho. Según explican en la web de Zero Waste Europe, desde donde se ha lanzado esta campaña europea, el enfoque de Ciudades Cero Residuos es el compromiso y el esfuerzo continuo de una ciudad para eliminar gradualmente los residuos. Para ello, dichos residuos no se pueden quemar ni desechar en vertederos, sino que hay que implementar sistemas alternativos.

Para avanzar en el camino, en Zaragoza ha sido esencial el compromiso político, pero también la responsabilidad social de la ciudadanía. La comunicación ha sido tan buena que se ha generado un vínculo, el que va a permitir a la capital aragonesa convertirse en la primera ciudad española en ser considerada residuos cero. “Zaragoza tiene un porcentaje de recuperación de residuos que está muy por encima de la media nacional”, apunta Tatiana Gaudes, consejera de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza. La ciudad recupera el 53% de sus residuos globales, uno de los porcentajes más altos entre las 100 ciudades elegidas para ser Climáticamente Neutras en 2030.

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Aunque la consejera reconoce que “aún queda mucho camino por recorrer”, destaca que “lo importante es que estemos en el buen camino”, y valora como una “herramienta indispensable la colaboración ciudadana”. Por eso, van a seguir trabajando de manera intensa en todo lo que tiene que ver con formación y sensibilización.

Qué es Zero Waste

La calificación de Zero Waste se refiere a convertirse en un ejemplo de las mejores prácticas en modelos de reutilización y reciclaje. Se trata de conseguir minimizar los residuos que se generan en una ciudad. En Europa destacan otras ciudades que están en la cabeza en este sentido, como Gante, Ginebra, París, Tubinga y Hamburgo (estas dos últimas en Alemania).

Según Zero Waste Europe, hay tres prioridades clave a tener en cuenta para las ciudades con respecto a la gestión de sus residuos. Una sería mejorar la recolección y la gestión de productos orgánicos. Otra consiste en abandonar la incineración de residuos, algo que se considera que es incompatible con los objetivos climáticos y de economía circular. Además, destacan la importancia de recabar datos locales y analizarlos para utilizar los recursos y las herramientas necesarias de manera efectiva de cara a la gestión sostenible de los residuos. Todo ello hasta llegar a tener residuos cero.

Beneficios de ser una una ciudad con residuos cero

Aunque lo primero que afirma Tatiana Gaudes es que “ser una ciudad con residuo cero debería de ser el sueño de todos nosotros, tanto regidores de las ciudades como ciudadanía en general”, también reconoce que tiene numerosos beneficios, ya que lograrlo “supondría un avance sin precedentes en múltiples aspectos. Tanto en el ámbito social como en el de la sostenibilidad, e incluso el económico”. Por eso, desde el consistorio se reconocen felices de “alcanzar esa posibilidad, que puede parecer ciencia ficción pero que está a nuestro alcance”.

Para lograrlo, Zaragoza invertirá 280 millones en una nueva planta para ser una ciudad cero residuos en 2030. Con ella se convertirá, según sus previsiones, en la primera ciudad del mundo con cero residuos al vertedero y cero emisiones por la gestión de sus residuos y sin costes adicionales a los actuales.

Requisitos de una ciudad con residuos cero

La consejera explica que para lograr el distintivo de ciudad con residuos cero hay que cumplir una serie de requisitos. Aunque matiza que “se trata de un sistema que armoniza prácticas existentes en Europa, a la par que es flexible para adaptarse a los contextos locales”. “Es necesario implementar los medios necesarios para reducir esa cantidad total de residuos generados. E impulsar sistemas eficaces de reciclaje y reutilización. También desarrollar instalaciones y programas que faciliten la recuperación de recursos y energía. Y, por supuesto, la educación y la sensibilización de la ciudadanía”, explica.

La organización Mission Zero Academy (MiZA) es la que, junto a Zero Waste Europe, ha creado la metodología y ha puesto en marcha el primer estándar de certificación residuo cero independiente, que será evaluado por terceros. Esta metodología se basa en la experiencia de muchos años en diferentes territorios, probada y avalada por personas expertas.

Proyectos del Ayuntamiento de Zaragoza

Para lograr este distintivo y ser una ciudad cero residuos, el ayuntamiento de Zaragoza tiene previsto una serie de proyectos. Por un lado, “la implantación progresiva de un nuevo contrato de recogida de residuos, con contenedores SMART sensorizados y tecnología para la creación de rutas dinámicas con IA”, indica Gaudes. Además, enumera otros proyectos específicos, como Circular Biocarbon, para la conversión del carbono de los residuos orgánicos en productos de alto valor añadido. También iCareplast, cuyo objetivo principal es impulsar y favorecer el reciclaje del plástico en Europa.  O el proyecto Zero Residuos que, a partir del rechazo de la planta de tratamiento, realizará un reciclaje material y molecular total, para obtener metanol circular.

Otro precioso proyecto es El Bosque de los Zaragozanos, cuyo objetivo es plantar un árbol por cada uno de los 700.000 habitantes de Zaragoza en la ciudad. La consejera concluye que “la actual situación de emergencia climática hace imprescindible que nos pongamos todos en acción. No valen sólo las buenas intenciones. Hay que poner en marcha los medios, las herramientas y los presupuestos necesarios. El futuro de las ciudades y del propio planeta es la prioridad”.