
En algunas ciudades, moverse es tan difícil que acabas comiendo lo que pillas y donde pillas. Además de falta de fuerza de voluntad ya podemos echarle la culpa a un urbanismo que engorda sin avisar. Foto: Pexels
Ciudades que engordan
Tu barrio podría engordar más que una pizza: el urbanismo que ensancha la cintura
Vivir en un barrio que anime a no usar el coche ayuda e incentive a los vecinos a caminar o ir en bicicleta tiene efectos metabólicos. Y ayuda a controlar el peso.
28 DE DICIEMBRE DE 2025 / 08:00
Hay ciudades que engordan. Son esas en las que hay que ir a todas partes en coche, donde las aceras son estrechas e impracticables, donde se pide comida rápida a domicilio porque no hay bares con menú del día y donde el aire lleva compuestos tóxicos que actúan como disruptores endocrinos. Los estudios de urbanismo y salud pública no mienten: el entorno te engorda sin que te des cuenta. Uno de los científicos que mejor lo explica es Mark Nieuwenhuijsen, director de Urban Planning, Environment & Health en ISGlobal, una de las voces más influyentes del mundo en salud urbana.
Así afecta el vecindario a tu salud
Nieuwenhuijsen declara que «muchas ciudades están dominadas por el coche. No hay suficiente espacio verde y eso conduce a altos niveles de contaminación del aire, ruido, efecto isla de calor urbano y falta de actividad física».
No hablamos solo de estética urbana. Hablamos de mortalidad. De cintura. De diabetes. De obesidad. Porque vivir en un barrio hostil para caminar y ruidoso no solo limita el movimiento: altera hormonas, empeora el sueño, aumenta la inflamación crónica y eleva el riesgo cardiometabólico.
Los barrios que enferman
El proyecto europeo HORUS, liderado por la Universidad de Valencia, en el que participan instituciones españolas, junto con Croacia y Países Bajos, está estudiando cómo el entorno urbano condiciona hábitos. Juan Antonio Pavón Losada, investigador de Kveloce, uno de los socios participantes, me adelantó resultados preliminares: «La incidencia de diabetes tipo 2 puede ser hasta un 69% mayor en barrios de menor nivel socioeconómico. También hay más enfermedad cardiovascular».
Explica que en estos barrios «se repiten patrones: menos zonas verdes, peor conectividad y peores oportunidades para una vida activa o acceso a alimentación saludable».
¿Cuánta sombra hay en tu barrio?
Imagina salir a pasear en un barrio sin árboles en pleno verano. Aquí el sedentarismo es casi una forma de supervivencia obligada: protegerse del sol o arriesgarse al golpe de calor. El proyecto HORUS está aplicando una metodología que incluye paseos urbanos, fotografía participativa y mapeos con vecinos para detectar barreras que no se ven desde los despachos: aceras estrechas, esquinas inseguras, calles sin sombra, rutas confusas, plazas sin bancos donde sentarse, comercios alejados y ausencia de carriles bici seguros.
Es urbanismo, pero también, metabolismo. Porque, como explican sus responsables, las ciudades compactas bien diseñadas no solo reducen riesgo cardiometabólico: también recortan emisiones de CO 2, haciendo que salud pública y clima empujen en la misma dirección. «Ahora bien, las ciudades donde todo queda cerca no son suficientes por sí mismas. Si una ciudad densa no reduce coches ni gana verde, puede ser incluso más contaminada y menos saludable», como matiza Nieuwenhuijsen.
La ciudad obesa es la que ama demasiado al coche
Lo que respiramos importa. Mucho. Mark y su equipo analizaron casi mil ciudades europeas y encontraron que 200.000 muertes anuales están relacionadas con la contaminación urbana. Y no es todo. La falta de zonas verdes está vinculada a más de 40.000 muertes al año. En muchas ciudades, el espacio público está secuestrado por el coche. El calor urbano aumenta hospitalizaciones y mortalidad. El ruido crónico eleva estrés, hipertensión y riesgo cardiaco.
«Una de las principales medidas debería ser reducir el uso del coche privado en las ciudades, porque es un determinante de la contaminación. Deberíamos cambiar hacia el transporte público o activo», afirma Nieuwenhuijsen. Y ojo, cambiar a coche eléctrico no basta.
Este experto señala que pasar del coche al transporte activo (caminar o pedalear) genera hasta cinco veces más beneficios para la salud. La razón es obvia: añade movimiento, reduce polución y devuelve la ciudad a las personas.
De Barcelona a Utrecht
Su trabajo en Barcelona es ya referencia global. Con las supermanzanas, calles antes ruidosas se transformaron en zonas para pasear, jugar, comprar y charlar. La ciudad futura no es Blade Runner: es habitable, fresca, caminable y humana.
Fuera de España, ciudades como Utrecht o Freiburg ya demostraron que apostar por bici y verde no es utopía. Donde se construyó infraestructura segura, el tráfico en coche cayó y la vida de barrio floreció.
Aparca el coche y muévete en bicicleta
A veces se pide comida a domicilio porque no hay un bar o un restaurante cerca. En el polo opuesto están esos barrios que te empujan a moverte sin darte cuenta. Tiendas cerca, sombra para caminar, cafés donde parar, bancos para sentarse, parques próximos, carriles bici seguros. Menos coches, más vida. Lo que muestran sus datos es simple: «Si creas infraestructura segura, la gente pedalea; si hay verde, la gente sale», añade Nieuwenhuijsen.
El diseño urbano moldea el comportamiento. En ciudades donde se añadió infraestructura ciclista durante la pandemia, el uso de la bicicleta creció en apenas cuatro meses. Y esos microdesplazmientos también son, como dice Beatriz Crespo, microhábitos saludables que nos ayudan a no engordar y a manejar mejor el estrés.
Ciudades que adelgazan: sí, existen
Una de las últimas intervenciones de HORUS es integrar en esta estrategia herramientas como Healthy Cities Generator o Wakamola para imaginar cómo cambiaría un barrio si se añadieran árboles, bancos, rutas peatonales o ciclovías.
Juan Antonio Pavón lo explica así: «Buscamos soluciones participativas con vecinos. No se trata solo de ciudades más bonitas, sino de ciudades que reducen obesidad, diabetes y mortalidad y empoderan a las zonas urbanas más vulnerables». Salir a caminar no debería ser un acto heroico. Debería ser lo natural. Y si tu barrio no te cuida, no es tu cuerpo el que está fallando, es tu ciudad.
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