¿Por qué beber té puede ayudarte a vivir más tiempo? La respuesta te sorprenderá

Llega el otoño y con él la temporada preferida de bebidas calientes como el té, a no ser que seas un millennial obsesionado con el café. Si el verano ha estado protagonizado por la cervecita, el gazpacho, los smoothies o los refrescos con hielo (a pesar de la crisis), ya en septiembre toca empezar a pensar que hay que cuidarse la garganta con una buena taza de este brebaje preparado a partir de distintas hierbas y agua. Y es que no solo cumple una importante función a la hora de hidratarnos y llenar nuestro organismo de vitaminas, sino que también gracias él podríamos vivir más tiempo.

Un estudio de medio millón de personas en Reino Unido ha demostrado que aquellos que consumieron dos o más tazas de té al día tenían hasta un 13% menos de probabilidades de morir por cualquier causa. Pero tranquilos, hay buenas noticias para ti si sois golosos: este efecto protector se mantuvo independientemente de si las personas lo tomaban con azúcar o no, a pesar de que es recomendable elegir otras formas para edulcorarlo por sus vínculos con algunas enfermedades.

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Té negro, el más consumido en España

El estudio publicado el 29 de agosto en ‘Annals of Internal Medicine’, realizado por los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, analizó los datos de casi 500.000 residentes del Reino Unido con edades comprendidas entre los 40 y los 60 años, comparando sus hábitos de consumo de té con las tasas de mortalidad y todas las causas posibles.

Este estudio muestra que el consumo regular de té negro se asocia con una modesta reducción en la mortalidad.

Así, los expertos descubrieron que las personas que tomaban al menos dos tazas de té negro (la variedad que más se consume en España) al día tenían entre un 9 y un 13% menos de probabilidades de morir durante unos 11 años de seguimiento que los mismos que no bebían este brebaje. Pero no solo eso, esta bebida también se relacionó con una mejor salud cardíaca, intestinal y cerebral y unos niveles más bajos de colesterol malo, disminución de la presión arterial y del azúcar en la sangre.

En el análisis también se comparó si el té estaba mezclado o no con leche o si tomaba frío o caliente, factores que no afectaron en sus resultados, contradiciendo además a otros estudios anteriores que decían que las bebidas muy calientes están relacionadas con algunos tipos de cáncer. Los expertos han asegurado que los hallazgos se encuentran entre los más completos hasta el momento porque el muestreo de personas es mejor que el que se ha realizado en investigaciones anteriores realizadas en Asia.

Además, el profesor Fernando Artalejo, de la Universidad Autónoma de Madrid, ha descrito este análisis como «un avance sustancial en el campo. Este estudio muestra que el consumo regular de té negro se asocia con una modesta reducción en la mortalidad, especialmente en las muertes por accidente cardiovascular en una población general adulta de mediana edad, en su mayoría blanca», ha dicho el experto, que también explica que se deberían realizar análisis de consumo con personas que lo tomen a diario y gente que haya empezado a beberla desde hace poco tiempo.

Si bien el consumo de té ha experimentado un aumento en España en los últimos años, los habitantes de nuestro país no nos encontramos entre los mayores consumidores de esta bebida. De hecho, el principal consumidor a nivel mundial es China, que casualmente es también el mayor productor (con aproximadamente 1.614.000 toneladas anuales).

Ayuda a la prevención del cáncer

Según datos publicados en Quartz en 2014, el estudio más reciente que hay sobre este tema, nuestro país se encontraría en el puesto 41 de los más consumidores de té del mundo con 0,147kg por persona/año. Pero este análisis no es el único que explica los beneficios del té. A lo largo de los años numerosos expertos han alabado esta bebida legendaria.

De hecho, según otro informe del Columbia University’s Medical Center, las mujeres con cáncer de mama que eligen el té pueden mejorar su respuesta a la enfermedad. Cabe preguntarse si su consumo abundante entraña algún peligro para nuestra salud y la verdad es que en general, no se han descrito consecuencias negativas. Eso sí, al contener cafeína, aunque sea en menor proporción que el café, es más aconsejable beberlo por la mañana.