Cinco razones para pasarte al té en los desayunos (y reducir tu consumo de café)

Tomar café por las mañanas nos ayuda a mejorar la concentración, a mantenernos más activos o a inhibir el apetito. Sus propiedades, si se toman de manera moderada, son beneficiosas para nuestro organismo. Sin embargo, no todas las personas reaccionamos igual a la ingesta de cafeína, e independientemente de la cantidad que tomemos, el efecto del café nos afecta a nuestro sistema nervioso. Según afirma Pilar Benítez, consultora en hábitos saludables, en su libro Autocuidarse (ed. Práctica). la cafeína produce un «aumento de la actividad del cerebro, del estado de alerta, de la atención y de la energía». Debido a estos efectos, la cafeína no es aconsejable para aquellas personas que sufren desórdenes relacionados con la ansiedad o que tienden a padecer insomnio.

Una de las alternativas saludables para sustituir el café en los desayunos es el té. Según explica Benítez, el té contribuye a la salud de distintas formas como, por ejemplo, «fortalece el sistema inmune» o «ayuda a mantener sanas las arterias». Tanto si eres de ese grupo de personas que son más sensibles a los efectos de la cafeína o simplemente quieres empezar a reducir su consumo, estas son algunas razones que te harán pasarte definitivamente al té. 

Por qué tomamos café

Para entender este relevo del café por el té, primero hay que saber por qué tomamos café realmente. Como cuenta la consultora, además de por sus características organolépticas, el café es «un lubricante social que ayuda a entablar conversaciones: todos hemos pronunciado o escuchado la frase «tomamos un café y hablamos»». Sin embargo, esta característica y todas las que están relacionadas con su aportación de beneficios en nuestro organismo (como pueden ser la mejora de la concentración o la estimulación de la digestión) se pueden conseguir igualmente con el consumo del té.

Además, intentar conseguir estos efectos nos puede llevar a tener un consumo excesivo del café y esto podría incrementar la intensidad de sus efectos secundarios no deseados. El exceso de la cafeína, según describe Benítez, puede producir nerviosismo, insomnio, mareos, problemas gastrointestinales como la acidez estomacal o las náuseas, deshidratación por pérdida de agua en la orina, taquicardia, alteraciones de la presión arterial o, incluso, dependencia. Para no cruzar esa raya con el café, también hay que saber cuál es la cantidad de cafeína recomendada para el consumo diario que, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, serían 250 miligramos.

Qué nos aporta el té

Como describe Benítez, no se trata de dejar de consumir café, sino de reducir su consumo diario. Y los beneficios que nos aporta el té, en su lugar, contribuyen a la salud de múltiples maneras. «Las propiedades beneficiosas del té están presentes en las distintas variedades, aunque algunos, por los distintos procesos de elaboración que atraviesan, benefician más ciertas condiciones del organismo que otros», describe la consultora en su libro.

Algunos de esos beneficios, en líneas generales y tal y como cuenta la experta, son «proteger y fortalecer el sistema inmunitario, ayudar a reducir el estrés y combatir las infecciones, ayudar a mantener sanas las arterias, controlar la presión arterial o colaborar a reducir el colesterol y los niveles de azúcar».

Por qué la cafeína del té no es igual que la cafeína del café

Tras leer los efecto secundarios que tiene la cafeína, puedes pensar que en el caso del té puede ocurrir lo mismo. Sin embargo, no es así. Como explica Benítez, «la combinación de la cafeína con otras sustancias del té crea efectos diferentes a los de la cafeína con el café. La cafeína del té se propaga por el cuerpo de manera lenta y continua, a lo largo de 6 a 8 horas, algo que brinda la mejora cognitiva y el estado de alerta de la cafeína, pero sin producir nerviosismo o la explosión de energía rápida que aporta el café», describe. Esto, en definitiva, hace que el té ofrezca una estimulación más suave y duradera.

Beneficios de tomar té a diario

Si adquirimos el hábito de tomar té a diario, veremos que sus beneficios son mayores que los que nos aporta el café. Entre ellos, esta ingesta de manera regular «ayuda a prevenir o reducir la inflamación, contiene más antioxidantes que el café, tiene un efecto antienvejecimiento, ayuda a prevenir el cáncer, aporta una energía más duradera que la del café, ayuda a recudir el peso o mejora la microbiota«, menciona Benítez.

Además de estos beneficios, la consultora también asegura que beber alrededor de cuatro tazas de té al día ayuda al organismo, a largo plazo, a reducir la producción de la hormona del estrés. De modo que, también puede ser un buen aliado para combatir la ansiedad.

Tipos de té que puedes sustituir por el café en tus desayunos

Si buscas unas características parecidas a las del café, pero con mayores beneficios, puedes optar por alguna de estas opciones:

Té blanco: se elabora con brotes jóvenes y tiernos y es el de mayor calidad. Entre sus propiedades destacan: su gran capacidad antioxidante, combate el envejecimiento de la piel; al contener flúor, protege los dientes, ayuda a combatir el cansancio físico y mental e incrementa la capacidad de concentración.

Té amarillo: destaca por aumentar la capacidad de concentración, ayuda a contrarrestar la aparición de caries, es diurético, y aporta gran cantidad de minerales como el hierro o el fósforo.

Té rojo: ayuda a reducir el peso y los niveles de colesterol, tiene grandes propiedades diuréticas, protege el hígado y ayuda con las digestiones pesadas.

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