NO TE PIERDAS El estrés está arruinando tu dieta

La calma de un spa con la precisión de la medicina china contra arrugas y flaccidez. Foto: Pexels

Pinchazos si, sustancias no

Agujas que no congelan la sonrisa: el auge de la acupuntura estética

Ni filtros ni frentes inmóviles. Esta técnica milenaria seduce a quienes buscan luz y firmeza sin cara de emoji ni fórmulas que bloquean la expresión

Por Cristina Martín Frutos

1 DE OCTUBRE DE 2025 / 07:30

Prácticamente la mitad de la población española se ha realizado un tratamiento de medicina estética en el último año. Si bien no todos recurren al pinchazo, las infiltraciones de neuromoduladores (lo que, de manera genérica, llaman bótox), el plasma rico en plaquetas y los rellenos con ácido hialurónico se encuentran entre los cinco más demandados. Cada día hay menos reparo en reconocer que nos hemos hecho un retoque. Sin embargo, como sucede con todo, hay una corriente contraria a este boom de frentes lisas, miradas sin patas de gallo y labios jugosos: los defensores del movimiento notox, que, al amparo de las redes sociales —especialmente TikTok—, abrazan la belleza desde una perspectiva más natural y holística, en la que tratamientos como la acupuntura estética ganan cada vez más protagonismo.

No se trata de que renuncien a pasar por manos expertas. Ni mucho menos. Simplemente buscan alternativas a los protocolos que, pese a haber sido bautizados como “mínimamente invasivos”, terminan por invadir la piel con el objetivo de modificar —suavizar, rejuvenecer, endurecer— la expresión. Entre ellas hay una que cada día cuenta con más adeptos: la acupuntura estética. Tanto es así que la aplicación más cosmética de la medicina tradicional china despierta gran interés en Google. Desde 2023, las búsquedas relacionadas con esta técnica milenaria se han disparado un 248%.

TE PUEDE INTERESAR

“Estrechamente vinculada al movimiento notox, esta técnica atrae a quienes buscan realzar su belleza respetando el cuerpo. A diferencia de los inyectables, que pueden congelar la expresión, este método actúa sobre la energía vital y la regeneración natural de la piel, ofreciendo resultados sutiles pero notables”, explica el equipo de La Capsule Wellness. En este spa, situado en el madrileño hotel Brach, ofrecen sesiones de acupuntura estética dentro de su carta de prácticas holísticas tradicionales. “La idea es acompañar la búsqueda de armonía y equilibrio entre cuerpo y espíritu”, añaden.

Porque, efectivamente, aunque el fin sea estético, este método hunde sus raíces en la la filosofía oriental. Más concretamente, en la Medicina Tradicional China, que se basa en el concepto de Qi (o energía vital), que fluye a través de los meridianos del cuerpo. Al estimular con las agujas determinados puntos, se manipulan los flujos energéticos con el objetivo de asegurar su armonía y, en última instancia, mejorar la apariencia de la piel. Además, los principios de la medicina china rechazan ideas como congelar o paralizar un músculo —lo que precisamente hacen los neuromoduladores con fines estéticos—, ya que sería algo similar a cerrar el flujo de energía corporal.

La doctora Isabel Gómez García, de la Clínica Femm (Institución Gournay), y experta en esta técnica, explica: “En la acupuntura estética facial se utilizan agujas muy finas —las mismas que en cualquier tratamiento de acupuntura— que se aplican en puntos concretos de la cara y el cuello. Esto estimula la microcirculación y el drenaje linfático, lo que se traduce en una piel más oxigenada, luminosa y con mejor tono”. Es decir, quienes apuestan por este procedimiento no se libran de las agujas. Pero poco tienen que ver estos pinchazos —superficiales, indoloros y sin infiltración de sustancias— con los que se practican en dermatología o medicina estética.

La doctora asegura que, tras la primera sesión, “ya se puede notar la piel más hidratada y con mejor aspecto”. Un efecto glow casi inmediato que, sin embargo, necesita más tiempo para afianzarse. De hecho, para cambios más visibles en firmeza, líneas o luminosidad hacen falta entre cinco y diez sesiones. Además, resulta interesante combinar la punción con otras técnicas. En el caso de La Capsule Wellness, se completa con terapia LED y suplementos orales de colágeno. En la Clínica Femm, Isabel Gómez García emplea como técnicas complementarias “el drenaje con piedra de jade, ventosas de silicona o masaje con rodillo frío y aceites naturales. Todo el proceso es muy relajante y se convierte en un auténtico ritual de cuidado”.

Si hay una ventaja que destacan los expertos en acupuntura estética, así como quienes se animan a probarla, es la seguridad. Se trata de un tratamiento fiable, apto para casi cualquier tipo de piel —salvo patologías dermatológicas severas, problemas de coagulación o infecciones en la zona a tratar— y donde no hay miedo de obtener efectos faciales indeseados. No deja marcas ni moretones y, mucho menos, modifica la expresión. Lo que sí logra, como detallan desde La Capsule Wellness, es estimular la microcirculación y reequilibrar la energía interna. “Esto se traduce en una mayor producción de colágeno y, a efectos visibles, en un cutis más radiante, oxigenado y con una reducción de la tensión facial”, añaden.

Sin embargo, toda la sutileza de la que presume la técnica se convierte, para otros, en su principal desventaja. Ni hay resultados inmediatos, ni llamativos, ni visibles en el caso de pieles con muchas arrugas. “Hablamos de cambios discretos en la calidad de la piel y en favor de una expresión más relajada que, además, precisan de constancia”, reconoce la doctora. No se trata solo de ser aplicado en el tratamiento, sino también en casa. Algo que, para muchos expertos, supone el 80 % de los resultados de estos procedimientos nada invasivos.“Sucede también con los masajes y la digitopresión: trabajan la microcirculación, aportan luminosidad, relajan expresiones…
Pero, sin el cuidado adecuado diario en casa, no llevan a ningún sitio”, advierte Xenia García, directora de Cinc Estética en Barcelona. Por esta razón, Xenia recomienda entender estas técnicas —acupuntura estética, aparatología, masajes— como parte de tratamientos o protocolos globales “donde, en definitiva, todo se complementa para conseguir un resultado realmente satisfactorio”.
Ni milagros ni congelados: solo agujas finas, paciencia y la certeza de que la mejor cara es la que sigue moviéndose.